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Especial San Valentín.
Lauren.
El amor es pura magia, el amor es algo tan bonito que muchas veces lo arruinamos con nada, por eso si realmente uno está enamorado debe hacer lo posible y lo imposible para demostrar ese amor tan lleno de todas esas sensaciones que conlleva.
Ayer fue un día en el que no solo vi la flecha de cupido, sino que vi una esperanza para dos personas perdidas.
Dicen que en el día de los enamorados es para celebrar ese amor que tenemos hacia la otra persona, pero pienso yo, y por qué no celebrarlo todos los días, no debería tener solo un día para regalarse cosas sino que una vez que abarcamos ese sentimiento demostrarlo ser&i
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SETENTA Y OCHO
LaurenDebemos llegar y alcanzar ese sueño que tanto pensamos en cumplir cuando los años aún no nos habían golpeado. Todo es cuestión de atreverse y dejarse llevar aunque eso suponga equivocarse.—Estaré por dos días lejos de casa—informó Amir y eso me entristeció.—Es la peor noticia que me pudiste dar. Te extrañaré tanto.Amir se rió y después me comió la boca. — Solo serán dos días, no es para tanto, además el que te va a extrañar soy yo.—Mm... ¿Y qué debo hacer para no pensarte tanto?—Pídele a Dilay que te acompañe y así no estás sola, además Sarah me dijo que no te dejaría sola.Me recordó en la conversación que mantuvimos con Adil.Flashback.—La
SETENTA Y NUEVE
Escalofriadamente todo en mi dejo de funcionar cuando note la voz de Lauren llamarme a distancia, ese maldito celular transmitía el sonido de ella y la impotencia me abrazo al verme tan lejos mientras estaba siendo lastimada, habían tocado a mi mujer y me dejaron sin ella, la rabia inundó mi sangre y lo único que hice fue volar en cuestión de segundos para regresar a mi casa y comprobar que estaba ahí esperándome y que todo había sido un malentendido, pero solo encontré su ausencia y la imagen de mi familia reunida a la espera de mi llegada, donde me confirman que Lauren Evans de Al Malik había sido secuestrada por dos enmascarados y solo encontraron su móvil reventado contra el suelo.Empecé a no escuchar nada, todo ardía en mi interior y corrí por todas las calles de esta ciudad, porque no puedo pasar ni un solo segundo sin ella, no quiero, no lo acepto y quien haya sido el int
OCHENTA
LaurenEra desgarrador sentirme como me sentía ahora mismo, mi piel dolía por los apretones de esas personas que me dejaron en medio de una habitación a oscuras, mientras el miedo invadía mi pecho, y es que no temía por mí, sino por mis hijas, no podría soportar que les pasara algo como dejar de sentirlas.—La princesa de mi corazón llegó a mí — escuché esa voz mientras se dejaba ver al encender las luces.—¿Tú?—Quien sí más, nadie te tiene gana como las que te tengo yo, pero también sé que es injusto por mi parte después de todo lo que te hice, pero Lauren te necesito, eres la única que puede darme lo que perdí de tu hermana.—Estás enfermo, no te puedo dar nada más que mi desprecio.Mostró una sonrisa escalofriante que me erizo la pie
OCHENTA Y UNO
Amir¿La muerte duele o es una experiencia indolora? Yo diré que duele estar muerto en vida, pienso que la tortura que llevamos a sentir después de perder a esa persona nos hace morir y vivir al mismo tiempo pero sintiendo el dolor de ambas.Los días fueron pasados y ni rastro de Lauren, no había nada que me consolaba excepto tenerla de regreso, duele ver como las horas pasan y es todo un mal tiempo perdido sin tener conocimiento de cómo estará, tal vez esté asustada o quizás sienta que la deje de buscar.—Habibi, despierta, ya dormiste demasiado—la voz de Lauren es percibida mientras me sentía pesado por el sueño.&mdash
OCHENTA Y DOS
Parecía que el tiempo pasaba lentamente mientras salía rumbo a lo desconocido, mi mente no sabía lo que se iba a encontrar en aquel lugar, o si era una trampa de Iván, pero lo único que sabía es que había una esperanza para volver a tener a mi mujer en casa, y a mi lado.—Amir— tropecé con Dilay en la puerta de la casa.—Ahora no, Dilay.—Pero Amir...—Acabamos de encontrar la ubicación de Iván, tal vez Lauren esté ahí.—Voy contigo.—No, te quedarás con mi madre y reza para que tu hermana esté bien.Ella asintió y mi corazón se encogió en un puño.Por más que apretaba el acelerador y el auto iba a toma marcha parecía como si estuviera montado en una carroza.—Adil ¿dónde estás?—Detrás de ti.
OCHENTA Y TRES
Lauren¿Qué tan bien merecido tenía Iván a morir? Estamos hablando de un ser humano que por mucho mal que haya hecho no tenía porque Amir arrebatarle la vida, no venía al caso dejarse cegar por sus palabras sin preguntarme a mi primero.Días después.—Señor Al Malik, queda usted en libertad, ya que la muerte de la víctima fue ejecutado en defensa propia y por eso queda libre de toda culpa.El juez dictó sentencia a Amir después de pasar días entre rejas.¿Y respecto a mí? Iván no llegó a penetrarme aquel día, después de gritarle una y otra vez que era Lauren y no mi hermana este reaccionó y se alejó de mí, pero sus manos tocándome aún las siento sobre mi piel lastimada y sin contar el cansancio que llevo dentro, estaba agotada y no por cargar a
OCHENTA Y CUATRO
AmirExplicarme a mi mismo cómo hacerlo, sería como explicar a alguien en otro idioma que desconozco y lo único que se me ocurre es pasar de largo y no decir nada. Pues así estaba respecto a la decisión que tomó Lauren, no había explicación para describir la forma en la que llegó esta distancia a la que fui condenó.Estar con alguien que solo amas es como estar con todo lo que un día buscaste y encontraste, pero lo raro es estar viviendo en un hotel mientras lo único que sabía de ese amor llegaba a mí es por vía de mi madre.Así es, me fui para dejarle toda la comodidad que ella necesita, todo lo que es mío ahora es suyo en su totalidad siempre lo considere así incluso el primer día que fingimos ser lo que no éramos y acabamos viviendo una mentira que se transforma en una gran y hermosa verdad.No la
OCHENTA Y CINCO
LaurenEstaba hecha un desastre, me sentía en medio de un huracán de sentimientos mientras lucho con todo mi ser para no caer y seguir adelante con mi decisión, los días fueron pasando y la ausencia de Amir fue castigándome cada segundo y todo por querer distancia que comprendí que no necesitaba, pero el orgullo de decir que me equivoqué se apoderó de mí.—No puedo hacer más que continuar con mi decisión, entiende Dilay hemos sufrido mucho y...— me interrumpe mi hermana.—Eres tonta, Lauren, ese hombre lo vi despierto agonizando en silencio mientras tú estabas secuestrada.—No sigas, Dilay.—Seguiré y te tendrás que aguantar.Suspiré y fui a por un vaso de agua mientras escuché el timbre sonar.—Salam alikom, chicas— la voz de Sarah se hace presente entre nosotras.