Bueno, hubiese sido difícil saberlo si uno no conociese a Ariana Brandon.—Yo sabía que seríais bueno el uno para el otro,— Ariana sonrió con orgullo. —Desde el momento en que vi lo nervioso que le pusiste en la fiesta de Anthony, supe que haríais buenas migas.——¿En serio?— Belinda se sorprendió. A ella no le gustaba Edmond entonces – en absoluto.Ariana asintió. —Él estuvo en casa el lunes y oí que le decía a Jayden lo bien que le comprendes. Realmente tiene miedo de estropear las cosas.——No debería. Las cosas van bien—.—Eso es bueno,— sonrió Ariana. —Parece muy feliz.——Y tú también,— agregó Camille en voz baja.Belinda miró a su amiga con algo más de empatía. —Lo soy,— confirmó ella. Era difícil hablar simplemente sobre lo feliz que era en su comprometida relación, sabiendo que Rosalía no solo estaba saliendo de no uno, sino de dos relaciones fallidas. En lugar de añadir sal a la herida, Belinda cambió de tema hacia su primer pavo de Acción de Gracias, pidiéndoles a sus amigas s
Belinda se volvió para mirar a Edmond, asegurándose de que vio que no estaba loca, y que había, de hecho, alguien al acecho en la esquina. —Edmond, ¿quién es ese?— susurró.Pero cuando se volvió a dirigirse a él, vio que todo el color había desaparecido de la cara de Edmond y que estaba congelado en su lugar, como alguien que ve como una bala avanza inevitablemente hacia su corazón.La persona en las sombra, un hombre, había dado un paso al frente y miraba a Anthony con particular interés.—¿Papá?— Anthony pidió, compartiendo la ansiedad de Belinda hacia el hombre frente a ellos, y por lo tanto suplicando que le tomaran en brazos.De repente, Belinda saltó y se sobresaltó cuando una profunda, retorcida risa maníaca estalló del hombre. Él fijó su inquietante mirada sobre Edmond y señaló.—¿Papá?— Él se rió sin humor.Los tacones de Caroline golpearon el suelo mientras corría por el pasillo y pasó a Edmond y Belinda hacia el hombre con la mirada salvaje en sus ojos.—¡No, no!— Caroline
Belinda volvió a aparecer en la sala de estar para ver que Edmond se había trasladado a la cocina donde estaba mirando por la pequeña ventana.—Le dije a Anthony que os ibais a quedar aquí conmigo esta noche. Espero que no te importe. Simplemente no parecía que estuvieras…— Belinda dejó de hablar cuando le pareció que Edmond no le estaba escuchando. —¿Edmond?——Sí, está bien,— respondió en voz baja.—Puedes usar mi cama. Yo me preparé el…——No voy quitarte la cama, Belinda,— Edmond parecía irritado por la idea. —Estaré bien.——Sólo pensé que tal vez…——¡He dicho que estaré bien!— Edmond insistió.Belinda se alejó en silencio en señal de rendición. Depositó una almohada y una manta de repuesto en el sofá antes de encerrarse en su cuarto de baño con un pijama limpio.El calor del agua penetró en la piel de Belinda y calmó sus nervios mientras se encorvada bajo la corriente de agua. Se preguntó si Edmond todavía estaría en su apartamento cuando saliese de la ducha, o si estaba escabullen
—Me di cuenta de que el tipo estaba haciendo un favor a mi padre, por lo que se tomó el doble de tiempo del que era necesario para explicar cómo limpiar y eliminar un atasco. Recuerdo que me moría de aburrimiento,— Edmond sonrió con tristeza. —Pero valió la pena porque la noche antes de mi doceavo cumpleaños, mi madre me dio un rifle de aire comprimido,— Edmond se detuvo a sonreír por el recuerdo. —Me lo dieron antes porque yo había planeado pasar mi cumpleaños haciendo una guerra de Airsoft con mi amigo y los amigos de su hermano. Lo primero que hice cuando me dieron el rifle fue llamar a Jimmy y le conté lo pesado que era y lo lento que iba a ir con él. Pasamos toda la mañana siguiente practicando, pero yo aún era muy lento. Jimmy tenía una pistola pequeña y me gustaba como funcionaba su arma más que la mía, así que nos turnamos usándolas.—Edmond se detuvo de pronto en su historia. La dificultad que suponía continuar fue evidente en la forma en que sus ojos comenzaron a llenarse de
Edmond podía sentir Belinda revolverse mientras soñaba a su lado. Aun estaba acostada sobre su brazo, y sin abrir los ojos, la apretó más contra él.Tal vez después de una noche de sueño reparador, después de tener la oportunidad de procesar todo lo que él le había contado, Belinda decidiría que Edmond no era alguien que quería en su vida. Tal vez diría que necesitaba tiempo para pensar las cosas y que quizás deberían tomarse un pequeño descanso el uno del otro. Tal vez esta sería la última vez que la sostenía en sus brazos, por lo que, quizás debería abrazarla un poco más fuerte, por el bien de los recuerdos.Sus dedos se contrajeron contra un trozo de piel, expuesta en la noche por la activa forma de dormir de Belinda.Sorprendentemente, ella apretó su abrazo contra él, también.Edmond no estaba seguro de si Belinda estaba despierta o no, así que con su mano libre, pasó sus dedos suavemente por el brazo. Ella respondió apretándose aun más contra él y enterrando su cara en su cuello.
Aunque Edmond entendía que las familias generalmente querían estar juntas en las celebraciones, no pudo evitar la sensación de que los padres de Belinda habían sido muy inoportunos. Aparte del hecho de que habían interrumpido un momento de intimidad, él y Belinda tampoco habían tenido la oportunidad de realmente discutir la reciente revelación del pasado de Edmond. Antes de estar demasiado cómodo y avanzar, quería asegurarse de que Belinda seguía bien con todas las cosas. Realmente no era una conversación que Edmond quería mantener por teléfono, pero cuando él y Belinda hablaron esa noche, una broma inocente descubrió sus verdaderos pensamientos.—Bueno… ¿disfrutando de tus padres?— Edmond reprendió.—En realidad… sí. Después de que el shock de verles en la puerta desapareció, me di cuenta de que ha pasado algún tiempo desde que tuve una conversación con ellos. Es agradable,— dijo Belinda.—¿Qué te preguntaron sobre mí?— Edmond preguntó a quemarropa.Belinda dejó escapar una risa suav
—Jayden—. De repente, la conversación fue interrumpida por la voz impetuosa de Ariana. —Has estado al teléfono casi diez minutos y aún no le has preguntado a Edmond sobre mañana. Ya te dije que tengo más llamadas que hacer.——¿Cómo sabes cuanto llevo al teléfono?— Jayden preguntó como si fuera totalmente normal que ellos mantuvieran esa conversación estando Edmond en la línea con ellos. —¿Estas escuchándonos?——¿Por qué iba a querer escuchar tu aburrida conversación telefónica con Edmond?— preguntó Ariana. —Aunque, Edmond, si hubieses aceptado mi ayuda cuando la ofrecí, no estaría sufriendo este calentón.——Lo que tu digas, Ariana,— Edmond puso los ojos en blanco. Esperaba que Jayden pusiera firme a su mujer por su improcedencia. Pero Jayden no hizo tal cosa. Por alguna razón, consideraba que Edmond era tan amigo de Ariana como suyo. Por lo tanto, le cedía la palabra cuando tenía algo que decir.—¿Lo que yo diga?. Lo digo en serio. Belinda probablemente se esté preguntando a que se de
—Te lo he estado diciendo durante dos días,— Gerard gritó desde la sala de estar. Se estaba emitiendo un partido de fútbol. Lo más probable el mismo que Edmond había escuchado de fondo en casa de Jayden cuando había llamado para pregunta sobre el pago de vacaciones.—¡Anthony!— Berenice gritó mientras se inclinaba para darle un envolvente abrazo. —Espero que tengas hambre. Hice mi famoso pastel de batata de postre.—Berenice señaló el plato al que hacía referencia y Anthony no se molestó en ocultar el desprecio que sentía hacia el espécimen de color naranja brillante.—¿A qué se sabe?— preguntó, inclinándose para ver si podía olerlo.—Esta bueno, Anthony,— dijo Belinda mientras caminaba detrás de él. —Yo tampoco pensé que me iba a gustar, pero probé un pedazo pequeño y ahora es uno de mis favoritos entre mayoría de cosas de comer.—Anthony miró entre Belinda y su madre antes de decidir. —Probaré un trozo pequeño.—Berenice se movió para cortarle un trozo de la fuente, pero Belinda det