La bofetada lo tomó por sorpresa. ¿Qué se supone que había hecho para merecer el golpe?, lentamente giró el rostro, con la mirada buscando sus ojos... estaba furiosa, como nunca antes la había visto, aquello lo impactó porque sus ojos siempre llenos de bondad y ternura, reflejaban ira y quizás, algo de decepción.-Alteza...-No puedo creerlo, Shemir- le dijo con los dientes apretados, como si intentara controlar la ira que sentía.-¿Se puede saber qué fue lo que hice?- Intentaba que su voz sonara tranquila, para intentar mitigar el enojo real.-¡ERES UN IDIOTA!- una solitaria lágrima se deslizó lentamente por su delicada mejilla.- no puedo creerlo, Shemir.-Sigo sin comprender, princesa...-Yo, Shemir-avanzó un paso más hacia él, elevó su rostro para mirarle, compartiendo el mismo espacio personal, lo miró furiosa y con un dedo se señaló a sí misma.- yo te amo tanto que he estado siempre dispuesta a todo por ti, éste amor me ha dado fuerza para enfrentarme a los que sea; a mi hermana,
Shemir, no podía creerlo, ella se había arrancado la cadena y se la ofrecía, la miró con ojos llenos de lágrimas. -No, debes conservarlo... -He dicho que no quiero nada que me recuerde a ti- arrojó la joya, lejos de ella, cayó al borde de la cama y se deslizó hasta el suelo- feliz noche- dijo aquello y se giró para marcharse, entristecida, porque nada había logrado, colocó una mano sobre la perilla de la puerta, cuándo sintió la mano de Shemir cubrir la suya. -Zash... espera, por favor... -¿Para qué?- dijo casi en un susurro- no tiene sentido seguir en esto, no voy a pasarme la vida esperando a que decidas darnos la oportunidad de ser felices- Sintió como Shemir la abrazaba desde atrás, recargó su cuerpo contra él y suspiró- no Shemir, no puedo seguir sumergida en este dolor, si no vas a amarme, déjame ir, pero de verdad, libérame de éste amor... -Quiero ser suficiente- dijo en apenas un susurro, su cálido aliento le acarició el lóbulo de la oreja, haciendo que un leve escalofrío
Zashirah, se sobresaltó al escuchar la voz de su hermana, levantó la vista para encontrarse con que Zahiry estaba sentada en la cama.-¡Por Alá, Zahiry!- se llevó una mano al pecho- ¡Casi me matas del susto!-Lo siento, Zash, no fue mi intención- se disculpó amablemente- es que... comenzaba a preocuparme, tengo mucho esperándote, es tarde.-Si...-¿Dónde estabas?- la miró con los ojos entrecerrados.-Déjame ponerme el pijama y te cuento todo- Zahiry, frunció el ceño pero asintió, observó como su hermana, rápidamente se desvistió, colocándose el pijama para dormir- ¿Leisha...?-La despedí- respondió- le dije que fuese a descansar, que si necesitabas ayuda yo me ocuparía.-Gracias- asintió, después de que se colocó su ropa de dormir, volvió a la cama, Zahiry la miró con ojos enormes.-Tu collar... Zash...-No te preocupes, yo misma me lo quité, lo tiene Shemir.- su hermana la miró asustada.-Lo siento, estoy confundida Zash- se pasó las manos nerviosas por el cabello- ¿Te has peleado co
-Atzhiry- le sonrió- que alegría verte.-Alteza- le sonrió también- un placer poder coincidir, vine a traerle el almuerzo a Hassan, aunque él asegura que no es necesario, disfruto mucho preparando los alimentos para él, además, de paso puedo asegurarme de que si se está alimentando bien. - sonrió.-Es maravilloso ver lo radiante que estás- la halagó- sin lugar a dudas, el matrimonio te ha llenado de luz.-Alá, ha sido muy bondadoso, Alteza. Hassan, es un hombre maravilloso, me cuida y me consiente. Es todo lo que hubiese deseado y más.-Me alegra mucho Atzhiry, es bueno ver lo bendecida que está siendo.-Gracias- sonrió- ¿Cómo se encuentra la princesa Isabdiella?-Está muy bien- asintió sonriente- el matrimonio también le ha traído mucha dicha, así que digamos que está en una bonita etapa, al igual que tu, irradia luz y energía.-Alabado sea Alá, por la sagrada unión matrimonial.-Amén- respondió la princesa- debo irme, saludos a Hassan, deberían visitarnos en Palacio, alguna vez.-Se
Ivette, miró horrorizada, como su esposo caía a sus pies.-¡Oh, por Alá!- gimió, cayendo de rodillas para sostener la cabeza del príncipe, quien parecía haber perdido el conocimiento.-¡Padre!- gimió Zashirah, corriendo hasta llegar a él y dejándose caer junto a su madre- ¡Padre, abre los ojos!-¡No puedo creer lo dramático que es!- gimió Zahiry, rodando los ojos- ¡Se desmayó por el compromiso!- Shemir, miró con ojos abiertos a sus padres, y luego a Zabdiel, quien negó, en un mudo comunicado de que no se preocupara.-Sólo denle un poco de aire- dijo Isabella- necesita respirar.-Buscaré sales, para ayudarlo a reaccionar- intervino Naiara, saliendo del salón a toda prisa.-¡Padre, por Alá!- decía Zashirah, asustada, mientras daba pequeños golpecitos en su mejilla.-Creo que la noticia ha sido muy fuerte para él- Vanessa se encogió de hombros- siempre pensó en que tardarían muchos años en llegar este momento.-Es obvio que no se esperaba algo como esto- aseguró Nael- ¿Deberíamos levanta
-Personalmente me siento muy agradecida- dijo Naiara- Shemir, por años ha querido a su alteza, así que no debo decir más que; si mi hijo es feliz, yo soy feliz y alabado sea Alá.-Pienso igual que mi esposa- dijo Haimir- nuestro hijo es nuestro mayor orgullo, no hay nada que pidamos a Alá, más que él sea feliz y que nos otorgue larga vida y salud para disfrutar de su felicidad.-Quiero aclarar que... me hace feliz que un buen hombre como Shemir, ame a mi pequeña, es solo que...- su voz se quebró- siempre será eso; mi pequeña.-Lo entendemos, claramente, Alteza.-En vista de los nuevos acontecimientos- dijo Isabella- y si el rey y la reina me lo permiten, me atreveré a sugerir que Naiara y Haimir, puedan ser trasladados a una de las habitaciones pertenecientes a alguna de las Alas, dedicada a los aposentos de la familia.-Por supuesto- aseguró Nael, con una enorme sonrisa.-No, son ustedes muy bondadosos pero, estamos bien donde estamos-Haimir miró a su esposa con ojos enormes.-Por su
Zashirah entrecerró los ojos a los hombres que le hicieron una leve inclinación de rostro.-Buenas noches, Alteza.-Buenas noches. ¿Sucede algo?-No sucede nada, Princesa.-¿Por qué se supone que están en mis puertas?- frunció el ceño- Estás no son las habitaciones del Jeque, son las únicas resguardadas en Palacio.-Son ordenes, Alteza.-Es absurdo, retírense.— les ordenó frunciendo el ceño. -Lo lamentamos- dijo el hombre con la mirada baja- pero no podemos obedecerle, la orden es permanecer resguardando sus habitaciones.-¡Oh, por Alá bendito!- dijo enojada, anticipándose al hecho, de que su padre había hecho aquello.- ¿Órdenes de quién?-De su Alteza, el príncipe Zahir.-Esto es absurdo- dijo indignada- ¿Con qué finalidad?, ¿Cuál es la orden?- el hombre pareció permanecer el silencio, como pensando si debía decirlo o no- ¿Cuál es la orden?-Permanecer resguardando sus habitaciones y...-¿Y?- preguntó conteniendo el enojo.-El joven Shemir, tiene prohibida la entrada a sus aposentos
Después de una noche bastante incómoda, de enfado y frustración, se levantó al alba para abrir los ventanales de sus habitaciones y contemplar a lo lejos la inmensidad del desieto, con los primeros rayos solares haciendo acto de presencia.... un mes, en un mes sería la esposa de Shemir, no pudo evitar que una sonrisa iluminara su rostro, era todo lo que había deseado en su vida, al fin la misericordia de Alá le alcanzaba y la llenaba de dicha... no supo cuánto tiempo pasó allí, pero un llamado a la puerta la sobresaltó.-Zash, soy yo- y sin más entró, su rostro reflejaba sorpresa, Zashirah encaró a su hermana y caminando hasta ella la abrazó. -¿Qué sucede?- preguntó preocupada- ¿está todo bien?, ¿Por qué hay hombres en tu puerta?-No creerás cuando te lo diga- suspiró- padre los envió para que Shemir no entre, y a las habitaciones de él envió otros guardias para que me prohíban el acceso.- Zahiry frunció el ceño, y sus ojos mostraron enojo.-No puedes estar hablando en serio, Zash.-A