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La llegada a Inglaterra fue tranquila, por más insistencia de parte de Suseth e Isabdiella, para que se hospedaran con ellos, Zashirah había rechazado una y otra vez las ofertas, decidieron ir al pequeño apartamento de Shemir, que si resultaba bastante pequeño para las cinco personas que llegaban; ella, su esposo, dos guardias y Leisha, así que pronto se ocuparon de alquilar una casa que era bastante amplia para todos... Afortunadamente era un elegante lugar, con todos los muebles y equipos necesarios, para tener una cómoda estadía. Shemir, pasó la siguiente semana sumergido en sus diversas ocupaciones en el bufete, en donde habían aceptado con pesar su repentina renuncia, con la única condición de que dejara todos los casos y documentos, previamente organizados, mientras él se dedicaba a ello, Zashirah pasaba los dias con Isabdiella, con la tía Su, o con ambas, se divertían caminando y haciendo compras... por las tardes, pasaban el tiempo con Shemir, conociendo sus lugares favorit
El regreso a Norusakistan fue de lo más placentero, ambas parejas arribaron a las ardientes tierras orientales. Zashirah y Shemir, Drew e Isabdiella, los cuatro felices de volver a sus tierras...A pesar de que tenían sus respectivos Palacio, todos se reunieron en el Palacio principal, en medio de abrazos, lágrimas de alegría y la enorme dicha que genera el reencuentro. Padres e hijos fundidos en cálidos abrazos, las gemelas unidas en medio del alegre llanto...Que felicidad da volver a casa. -¡Pensé que Su y Matt vendrían!- se quejó Isabella. -Mi padre quiso quedarse al frente de la empresa en virtud de que debemos celebrar varios contratos en los próximos días, tenemos algunos proyectos pendientes que no podíamos descuidar- explicó Drew- mi madre, quiso quedarse para hacerle un poco de compañía. -¡Es una pena que no hayan podido venir!- dijo triste Vannesa. -Son embargo, nos da tanta felicidad recibirles - aseguró Ivette. -Es de los días más felices de mi vida, al menos de los
Nuevamente quiero darles las gracias por su cariño, su apoyo y amor para con esta serie, hemos crecido mucho, y tenemos historias llena de muchos matices en esta hermosa serie Oriental, gracias por cada lectura, cada comentario y cada reseña, ustedes son sencillamente increíbles y me llenan de mucha dicha. Infinitas gracias por tanto. Quiero recordarles que únicamente falta la historia de Zahiry que como notarán, no se desarrollará en tierras Norusakistanas, así que en esta nueva historia tendremos nuevas costumbres, nuevos lugares, nuevos personajes, nuevo ambiente... ¿Creen ustedes que Zahiry se porte tan bien como prometió?....Les recuerdo el orden de la serie.1- EL CALOR DEL ORIENTE (Zabdiel e Isabella)2- PASIÓN ORIENTAL (Zahir e Ivette)3- ATRACCIÓN ORIENTAL (Nael y Vanessa)4-PRINCESA DEL ORIENTE (Drew e Isabdiella)5- PROMESA ORIENTAL (Shemir y Zashirah)6- TRAMPA ORIENTAL (Iniciará pronto) y con ella terminaremos la serie AMORES ORIENTALES. Así que esperen ansiosos este c
Zashirah, al despertar aquella calurosa mañana, jamás imaginó que sería el día en que sus ojos volverían a verlo, su corazón se agitó violentamente con la noticia de su regreso y tuvo que luchar contra el deseo de correr y arrojarse a sus brazos para asegurarle que estaba feliz de verle nuevamente, y que al fin, después de tantos años, su corazón volvía a estar completo. Shemir, su amado y buen Shemir, su amor de niñez, su primer y único amor. Llevó las manos a su cuello y tiró de la cadena de plata oculta en su caftán, cadena de la cual colgaba un hermoso anillo de plata.-Ha regresado, al fin ha regresado, ¡Oh, gracias Alá!- dijo en voz alta y con los ojos llenos de lágrimas de felicidad.Por más que intentó propiciar el encuentro, no lo vió, no hasta que se reunieron a la hora del almuerzo, todos parecían felices, ante el hecho de que él había regresado. Naiara y Haimir, estaban rebosantes de felicidad su único hijo; Shemir, había vuelto trayendo a sus padres una inmensa alegría,
Zahiry, caminaba por Palacio, mientras se abanicaba aquel día estaba resultando increíblemente caluroso. Si bien, Norusakistan era ardiente, aquel día parecía estarlo el doble. Vagó largo rato, quizás debería quitarse el lindo caftán violeta y colocarse algo más occidental que le permitiese un poco más de frescura.Se detuvo al ver la puerta del salón azul abierta, caminó para entrar, seguramente su padre se dedicaba a la lectura. Se sorprendió al notar que quién estaba concentrado en un libro, no era otro que Shemir. -Shemir, qué sorpresa encontrarte aquí.-Alteza- el jóven se puso en pie y la miró haciendo una leve reverencia con su rostro. Zahiry, cerró el abanico de un solo movimiento.-Vaya, si que has cambiado en todos estos años- dijo terminando de llegar hasta quedar frente a él y mirarlo directamente a los ojos- estás muy atractivo.-Gracias, Alteza- dijo sin una pizca de emoción en su cara.-¿Sigo sin agradarte?- le preguntó burlona mientras caminaba alrededor de él como s
Shemir, caminó rápidamente hasta su habitación, furioso y frustrado arrojó la carpeta con los documentos sobre la mesa de noche, se sentó en la cama, se inclinó hasta equilibrar sus codos sobre sus piernas y sostener la cabeza entre sus manos.-Lo sabía- se dijo en voz alta- sabía que volver era un error.- todo sería más fácil si ella le hubiese olvidado, de aquella manera solo tendría que batallar con sus fantasmas internos, con sus recuerdos y no con la necesidad de sucumbir ante su cariño.¿De dónde había sacado fuerzas para no dejarse arrastrar por aquel beso, por la necesidad de sentirse querido por ella?. . .el pasado, la ultima vez que visitó Palacio, comprendió que las cosas entre ellos no funcionarían, ella era una princesa, él, el hijo de dos servidores de Palacio, evidentemente había un enorme abismo entre ambos, un abismo que no notó en su niñez, tampoco en su adolescencia cuando había prometido que se casarían, un abismo que no fue presente sino hasta su ultima visita a P
Zashirah, intentó mantener la compostura, se dijo que el hecho de que la vieran llorar solo le generaría problemas, la noticia llegaría a sus padres y de inmediato estarían haciendo un montón de preguntas, preguntas que no quería responder, así que haciendo acopio de todas las fuerzas que le quedaban, cerró los ojos para tranquilizarse y respiró varias veces, luego inicio el camino hacia su habitación, en donde podría echarse a llorar a sus anchas.Sintió que el trayecto era eterno, mientras sus pasos eran pesados, pues sentía que su alma caía cada vez un poco más.-Alteza- ella elevó el rostro para ver al hombre que le hablaba- ¿se encuentra usted bien?- preguntó uno de los guardias que caminaban haciendo rondas.-Estoy bien- le aseguró- solo un dolor de cabeza.-¿Puedo hacer algo por usted?, ¿le acompaño a sus aposentos?-No hace falta- negó- estoy bien, continúa con tu trabajo.-¿Está segura, Alteza?- parecía bastante preocupado.-Por supuesto, sigue tu camino- se giró y continuó s
La noche no había sido fácil para ninguna, cada princesa cargaba en sus hombros el peso de su propio dolor, que compartido, al menos, pesaba menos.Por su parte, Zahiry, se sentía enojada, sabía que ninguna de las dos estaba bien. Isabdiella, sufría a causa de Drew, y era más que evidente que Zashirah, no tenía dolor de cabeza, ni migrañas, ni nada de lo que había argumentado. Shemir, ese era su único dolor, le rompía el alma ver a su hermana sufrir.-Buenos días, Zashirah- le dijo a su gemela entrando en la habitación.-Es bueno tocar antes de entrar-le dijo ajustando la cinta en su cabello- buenos días.-¿Cómo te sientes hoy?-Mejor- le aseguró- Isa, durmió anoche conmigo.-Pensé en venir-Zashirah, sabía que aquello era una disculpa- pero también pensé que querrías estar sola, ya sabes por eso de que Shemir te hizo llorar, ese infeliz- dijo tensando la mandíbula, Zashirah, fijó sus ojos en ella, por un par de minutos se mantuvo en silencio, no dijo nada, no movió un músculo de su ro