Marie Moreau ¡Dios! ¿Cómo era posible sentir más? El profundo beso, el cuerpo duro de Mateo sobre el suyo, las exigentes manos tocando apretando y poseyendo todo a su paso, lo sentía por todos lados y la ropa comenzaba a estorbar, estaba tan caliente que una capa de sudor delgada comenzó a cubrir su cuerpo La lamidas no se limitaron a su boca, pronto el estuvo succionando a piel de su cuello, bajo la tira de la camiseta, y el brasier liberando sus senos redondo y firmes era la primera vez que alguien más los veía, pero no sentía vergüenza deseaba el contacto piel a piel, cuando la lengua traviesa de él comenzó a comérselos literalmente sentía que en cualquier momento sentiría, lo que una de sus amigas describió como u orgasmo…una pequeña muerte ¡Pero paró! Allí, los labios golosos tomaran el lugar de las manos, y los dedos, con vida propia, se ocuparan en otros asuntos como intentar quitar toda la ropa que estorbaba, tomando su tiempo lentamente el desabrocho el pantalón de ella,
Mateo AcostaCon satisfacción, Mateo paseaba la mirada por el salón destinado para la presentación de Marie a la empresa, apreciando que ya estaban todos los invitados, socios de la empresa, y todos los trabajadores solo faltaba Sofia y Marie que era motivo de la reunión.Justo en ese momento, Mateo vio entrar a lady Sofia tan despampanante como siempre, con un vestido negro de escote profundo hasta el ombligo con el cual lograba cautivar todas las miradas masculinas a su paso.—Sofia —la saludó con un beso en la comisura de los labios, sabía que ella sería capaz de sacar de su cabeza a su protegida—Hola amor. — Respondió ella sabiendo que estaba deslumbrante, no paso muchas horas arreglados para nada.—. ¡Te ves glamorosa! — La halago, admirando lo sensual que era la mujer frente a él—Gracias, amor, tú también estás guapísimo, pero no hace falta que te lo diga —le ronroneó al oído, colgada de su brazo todos podían darse cuenta del tipo de relación que los unía.Mateo ya estaba acos
Marie Moreau Horrorizada por su osadía, se dio media vuelta, para escapar de la escena de la forma que fuera. —No tan rápido, pequeña, que aún tú y yo no hemos terminado —Siseó en su oído, un Mateo cerrando la puerta que ella apenas había logrado abrir, dejándola prisionera ante el cuerpo de él y la m*****a puerta, ¡estaba aterrada! —Qué relación tan tomentosa la nuestra, querida, ayer por poco acabamos follando en un sofá y ahora te atreves a golpearme, casi siento curiosidad por saber qué sigue. — Me dice entre dientes, tratando de controlar su furia. La cadera masculina presionaba sin piedad el trasero redondo de la mujer, que podía sentir la masculinidad del hombre molesto detrás de ella. — ¡Por favor, Mateo! ¡Déjame salir! La gente va a pensar lo que no es, si no aparecemos en el salón ahora mismo. — Aunque su mal proceder era motivo suficiente para sacar a cualquiera de sus casillas, Mateo no se lo estaba tomando nada bien todo lo que ella le decía, parecía otro, incluso s
Marie Moreau Los jóvenes amigos de Marie llegaron a la mansión, Madeleine la saludó con el alboroto de siempre, como si no la hubiera visto el día anterior, con preocupación se percató de que Michael abordó al Mateo en la entrada y, luego de un intercambio breve de palabras, este lo siguió a su despacho.—Por favor, siéntate Dime, ¿en qué puedo ayudarte? —Mateo conocía perfectamente las intensiones del joven, no era ningún tonto, lo sabía por la forma en que actuaba cuando Marie estaba cerca.—Señor estoy seriamente interesado en Marie y he venido para que usted esté al tanto, voy a pedirle que sea mi novia.Mateo estuvo esperando esto por meses, para deshacerse de la responsabilidad que Marie le acarreaba, pero lo que no entendía eran sus propias emociones, se sentía mal al imaginar a Marie en una relación formal con Michael.Tuvo que contenerse para responderle al joven sin quedar en evidencia—Le agradezco su interés lo por mi protegida. ¿Lo puedo llamar Michael? —Luego de un ase
Marie MoreauApenas cerré los ojos mareada por haberme excedido en el trago, tocan la puerta con suavidad, que me pone en estado de alerta.— ¿Puedo pasar?— Pregunta Mateo desde el otro lado ¡ojala que no venga a pelear!, no soporto el dolor de cabeza, toda la distancia que hay entre los dos la impuso él. — ¿Cómo sigues, pequeña? — Tenia mucho tiempo que no me trataba así, ¡por poco me derrito!, luego me incomoda el término “pequeña” me sigue viendo como una niña cuando soy toda una mujer…No he experimentado el sexo, solo porque no he encontrado a alguien que me haga sentir como él.—Mejor, Mateo, gracias, referente a mi salida mansión sin su permiso, yo le aseguro que no volverá a suceder, le prometo que no lo hice por molestar o hacer cosas malas, solo quería apoyar a Madeleine. —Confesé manteniendo la mirada al suelo, solo Salí a divertirme, sanamente.No lo miro a los ojos, porque si lo hago se me traba la lengua, es el efecto que el causa en mí, me pongo tonta cada vez que el e
Mateo Acosta Temblando de rabia, el hombre dio media vuelta y salió como alma que lleva el diablo del jardín, el rugido del Ferrari, en la entrada le aviso a ella que él salió de la mansión a toda velocidad, tan afectado como ella por la discusión que acababan de tener.Marie se quedó congelada en el mismo lugar por demasiado tiempo, aunque no le quedaba mucho tiempo en la mansión, estaba segura que el tiempo que estuviera aquí iba a ser una completa pesadilla para los dos, sintiéndose desafortunada, no dejaba de preguntarse qué error o pecado había cometido en el pasado para merecerse tanto odio y desprecio del hombre por el cual aun latía su corazón enamorada.Al siguiente día siguiente Mateo acude a una cita con el dueño de industras Spears, una empresa con la cual tiene algo de tiempo trabajando y son muy importantes para el…—Estimado Mateo, gracias por responder a mi llamado —Dijo el dueño de Industrias Spears y abuelo de Michael, dándole la bienvenida a su empresa—Es un placer
Marie Moreau — ¡Maldita... sea mi suerte, pequeña! Tal vez pudieras hacerme un espacio, preferencial; debería de tener más derechos por antigüedad. ¿No crees? — declaró justo cuando se detenía el auto. —Tal vez antes... —Respondo sin terminar la oración porque la puerta es abierta por el mismísimo Michael en persona – Señor Mateo, Marie... ¡Estás hermosísima! —Michael puso fin al desagradable intercambio con su oportuna aparición.—Gracias, Michael, tú estás muy guapo como siempre—Respondió al tiempo que Michael depositaba un tierno beso en la mejilla.Michael ignoró la mirada asesina de Mateo y acompaño a la joven al salón donde se encontraban reunidos la gran mayoría de los invitados.—Abuelo, tengo el honor de presentarte a Marie Moreau, protegida del señor Mateo Acosta y la mujer más linda de Estados Unidos — Anunció Michael haciéndome poner roja hasta la raíz del pelo, ¡Qué pena!— ¿Seguro que no te has quedado corto, muchacho? Yo diría que la más bella del mundo. —Había una enc
Marie Moreau El resto del viaje prefirió ver pasar la oscuridad por la ventanilla del coche que mirarla a ella, no se sentía capaz de mantenerse estoico. Marie, por su parte, se sentía tan humillada que el resto del trayecto mantuvo la mirada en las manos entrelazas sobre su regazo.Apenas, el auto se detuvo frente a la Mansión, ella salió de auto como si estuviese ardiendo en llamas, el— ¿Qué demonios te pasa? —Mateo bramó detrás de ella pero Marie no se dignó a responder.Con grandes zancadas subió las escaleras y no paró hasta llegar al despacho de Mateo, con él pisándole los talones.— ¿Qué piensas hacer con esa botella de vino, Marie? —La detuvo del brazo al ver que tampoco recibiría una respuesta, ella tenía tanta rabia contenida, era tan injusto con ella—Creo que esto no es de tu incumbencia, así que, por favor, ¡déjame en paz! —De un fuerte tirón se zafó de la sujeción y lo miró con odio—. Si te preocupa lo que te costó, la botella agrégala a la lista de gastos que el homb