Mateo tiene nublado el juicio con tanto chisme, y ahora piensa que Marie intenta seducir a su padre que apenas salió del coma...Gracias por seguirme apoyarme y comentar la historia, se los agradezco besos.
Marie MoreauUn mes después que despertara el señor Joseph, comenzó un largo proceso de recuperación, no tuvimos cabeza para nada en ese tiempo, Mateo insistió en que me alejara de su padre, pero no tuve corazón para hacerlo, el señor me llamaba constantemente y Mateo accedió que continuara visitándolo, a que nuestra relación se volvió tan cercana como la de un padre a una hija, aunque la gente comenzó a pensar otra cosa.Como sea ya estoy acostumbrada a que las personas piensen lo peor de mi, hasta Madeleine se ha alejado de mi, después que alguien se encargara de esparcir todo tipo de rumores sobre mí, su familia es muy estricta y capaz me vean como una mala influencia para ella, la llame en varias oportunidades, pero no me respondió…Me di por vencida, quiera bien y si no me quieren bien también, no voy a sufrir por nadie mas.Ya sufrí suficiente, y lo hice por quien debía, nadie me va a devolver a mi padre con él, murió una parte de mi misma.El tiempo pasó rápidamente, los días se
—Ya me siento mejor, ha sido solo un pequeño mareo. —Lo miró con sus grandes ojos flotando en su rostro aún pálido—. Si ese café con leche es mío, me lo tomaré de inmediato, no he desayunado. —Confeso tomándolo con dedos temblorosos aceptó la taza que don Joseph presto le entregó, sin ver los ojos grises del más joven que no dejaba de mirarla.—Aprovechando que su padre y ella parecían haberse olvidado de él, regresó a su asiento y se dedicó a observarla con detenimiento, su figura la percibía mas voluptuosa que antes mucho pecho, mucha cadera y unas lindas piernas… ¡Wow! Esas piernas siempre lo habían vuelto loco—Lo que sí era definitivo, es que tenía de más para engatusar a un hombre de la edad de su padre.—Papá, debo retirarme, tengo algunos asuntos que urgen mi atención. ¿Qué te parece si cenamos esta noche en casa? ——Claro, hijo. Me encanta la idea de que cenemos juntos, te he extrañado mucho, gracias a Dios tengo a Marie conmigo, no sé qué haría sin ella—comentó con total in
Mateo Acosta — ¿Te pasa algo, hijo?, te noto taciturno. —Le dice Joseph, observador al notar como Mateo se quedo en silencio, después que Marie salió por la puerta. —Son ideas tuyas, papá, estoy bien. Sí acaso un poco cansado; la construcción de la nueva sucursal me tiene absorto.—Se movió incómodo en su asiento, no pensó que fuera tan obvio a los ojos de sus padre, es un hombre tan sagaz como lo era antes del accidente ya hace seis años, además de un milagro andante para la ciencias medicas. — ¿Qué te parece si mejor me cuentas un poco de ti? Hace mucho que no conversamos acerca de tus proyectos —sugirió Mateo para dejar de ser el foco de atención de su observador padre, también le serviría para enterarse o más bien para saber que tan enamorado estaba de Marie su padre... — ¿Qué te puedo decir de nuevo? —Don Joseph apoyó el codo en el escritorio y se tomó la barbilla, pensativo. —.los proyectos que iniciaron hace un mes y mis compromisos sociales van excelente todo gracias a Mari
Marie Moreau —Mi querido, don Joseph, que guste verte por fin; tenía semanas detrás de tu secretaria para que me consiguiera una cita contigo. —En cuanto se puso cómoda en el sillón frente al escritorio, la impecable Sofia declaró con una falsa sonrisa, cruzando sus kilométricas piernas—Lo sé, de hecho, yo también necesitaba hablar contigo, pero hasta ahora fue posible —Aclaró sin inmutarse por el verdadero asunto que lo molestaba.—. Quiero mostrarte estos documentos; son el resultado de una investigación que solicite hacia tu persona—Don Joseph admiró el temple de la mujer su rostro permaneció ecuánime, aunque la vena pulsante en su sien la delataba— En ellos encontré pruebas de todas las calumnias que has levantado en contra de la señorita Marie, lo que la ha afectado a nivel personal y profesional, conoces mi poder, la calumnia se paga con cárcel ¿lo sabías?—mintió con deliberación Joseph quien es abogado y por eso podía mentirle sobre las leyes sin inmutarse.—No es lo que us
Marie Moreau Se quedo profundamente dormido y solo despertó en la mañana cuando alguien aporreaba la puerta como si quisiera tumbarla.— ¡Voy, voy! —gruñó al impaciente que llamaba—Buen día. — Con cara de pocos amigos se hizo a un lado para dejar pasar a la molesta Madeleine, tenía mucho tiempo sin verla por acá. —Buenos días, Mateo, gracias por cuidar de mi amiga... —Aún no terminaba de hablar, cuando el malencarado hombre ya le estaba haciendo señas de que bajara la voz— ¿Cómo pasó la noche? —Pregunto entonces en un susurro, preocupada por Marie, admirando al hombre que se veía increíble con el cabello revuelto y sin afeitar.—Marie estuvo muy tranquila —aseguró colocándose los zapatos—Mi padre se entero que fue Sofia, la encargada de decir que mi ex novio y Marie tuvieron algo, él me juro que no, yo no le creí, ya es tarde él se fue lejos para olvidarse de mi. — Me dice en busca de consuelo, yo no tengo ganas de consolar a nadie, cada quien obtiene lo que se merece, yo en el lu
Marie MoreauSalí de la habitación un poco tambaleante, me colocaron un tratamiento por la vena con todos los nutrientes que necesito, pues tenía todos los valores bajos, y he bajado un par de kilos de peso otra vez.Me he sentido triste, pero no he dejado de luchar con uñas y dientes por mis sueños, el único problema es conmigo misma en realidad ¿Qué tanto vale la pena toda esta lucha? ¿Mis sueños me harían sentir plena una vez los logre?, lo único que me mantiene con los pies en la tierra es Joseph, y por el contrario a lo que piensa la gente, él es el sustituto de esa figura paterna que aun necesito en mi vida.—Buen día querida ¿Cómo te sientes?— Me saluda Joseph en la mesa comiendo su desayuno.—Mejor gracias a Dios ¿y tú?— Cuestiona sentándome en la mesa con él.— ¿Resultó buen enfermero mi hijo, pequeña? —bromeó don Joseph para aligerar el ambiente algo tenso, las imágenes de Mateo y yo acostados juntos, llegan a mi cabeza como si fuese una película ¡soy tan estúpida que creí qu
Marie Moreau El domingo es el día libre de las cocineras, por lo que a la una no hay nada que comer y estoy famélica, por lo que saco del refrigerador una pechuga de pollo y la comienzo a hervir, pensando en lo estúpida que fui al beber de esa manera. Si no hubiese estado tan borracha el no hubiese logrado nada conmigo, me reprocho mientras corto papas y zanahorias en cubos para hervirlas en el agua donde ya el pollo está casi listo. Preparo una ensalada con estos ingredientes y me sirvo un generosa porción, esta delicioso, Joseph acaba de salir, que lo invitaron a jugar golf, yo detesto el golf, no sé que le ven las personas a ese juego. —Hola mamá. —Me saluda Mateo apenas entra a la cocina, no respondo a sus provocaciones y continúo comiendo en la mesa de la cocina. — ¿Te comieron la lengua los ratones?— Pregunta con una sonrisa sirviéndose sin permiso de lo que acabo de preparar. —No sabía que cocinabas tan bien. — Me dice, después de probar la primera cucharada de comida. —
Marie MoreauEl lunes cuando voy a trabajar, tanto padre como hijo insisten en llevarme con ellos al trabajo con la excusa de que nos dirigimos al mismo lugar haciéndome sentir incomoda.Mateo me mira amenazante como diciéndome con la mirada, tenemos un trato, a mi me conviene que piense que entre su padre y yo hay algo, para terminar con este tira y afloja que hay entre los dos una vez por todas…El dijo que me dejaría en paz, si yo terminaba mi relación con su padre, dicha relación solo existe en las mentes más perversas.Debo reconocer que tanto don Joseph como yo tuvimos algo de culpa para que así lo pensaran, en el momento que fingimos frente a la madre de Mateo que teníamos algo... ¡Pero solo fue para que ella viera!, que él podía tener a la mujer que quisiera a sus pies.De hecho creo que él no tiene a la que quiere a sus pies porque tiene temor a enamorarse de nuevo.En el caso de Mateo, ese ser nació sin corazón, él nunca ha sentido nada por nadie y tampoco ha demostrado tene