Marie Moreau Al llegar al hospital, Don Joseph esta allí llorando, en la sala de espera, en cuanto nos ve nos grita –Todo esto es culpa de ustedes, que no pensaron más que en sí mismos. — Siento culpa, y que el mee lo diga solo aumenta la procesión, sé que no debería estar aquí, pero Mateo me necesita, está a mi lado con cara de tragedia, no conozco ni uno de sus pensamientos, solo sé que esta tan mal como yo —Familiares de la niña, Camila Acosta. — Llama un doctor —Soy su padre, soy su abuelo. — Dice Mateo y su padre a la vez. —Qué bueno que llego debemos, ¿puede mostrarme sus documentos?, debemos entregarle a la niña, esta pequeña y n entiende muy bien todo lo que acaba de pasar. — Le dice el medico Mateo, se va con el doctor haciendo todo lo que le corresponde para buscar a la bebe, mientras yo me quedo con mi suegro, pero en este momento no soy su persona favorita. — ¿Debes estar feliz ahora que tienes el camino libre?— Me dice con los ojos llorosos, me duele lo que me está d
Marie Moreau La hija que la vida me dio, se puso a llorar a las dos de la mañana, cuando iba a levantarme a ver qué sucedía, Mateo me hizo seña con los ojos entrecerrados de que él se encargaba, fue un alivio para mi, estoy agotada por tanto estrés, sin embargo el al cargo y la consoló y ella seguía, llorando a todo pulmón, lo veía andar desesperado de un lado a otro en la pequeña habitación. —Dámela. — Susurro estirando mis brazos, él me la entrega —Los vecinos se van a quejar. — Dice con preocupación —Está hecha pis, esta incomoda es por eso que llora.— Determino tocándole el pañal, me toca ver un video para ver como se cambia, la aseo, y ella hace pucheros graciosos, es linda no lo podría negar, Mateo es uno de los hombre más guapos que he conocido y su madre fue una mujer preciosa, aunque estuviese loca. He pasado por muchas situaciones difíciles y nunca he deseado estar muerta, ni he pensado en algo como lo que hizo ella, por lo que solo una persona loca se mata e intenta l
Marie MoreauEstoy aterrada con todo lo que está pasando en mi vida, estoy sola en el sillón de mi apartamento, en posición fetal, temblando y llorando, no tenía idea que el no contestarle a una persona podría ser considerado un delito.—Todo es tan difícil desde que tu no estás.— Susurro abrazando mis piernas, nunca pensé estar viviendo algo como eso, apenas Mateo y yo nos comenzamos a llevar bien, apenas creo que todo va como quiero pasa algo para dejarme incluso peor que antes.Tocan a mi puerta y me seco las lágrimas para ir a atender, abro la puerta y veo con horror a la señora Bell parada frente a mí. —De nada te sirvió quedarte con Mateo, me asegurare que no vuelva a salir en libertad. — Me dice ella empujándome y entrando como dueña y señora de la casa—No tiene nada que hacer aquí. — Le respondo ella se quita los lentes y ve todo a su alrededor con aires de superioridad, solo porque tiene, dinero, yo también lo tengo, esto era lo que necesitaba por el momento para ir al traba
Marie Moreau —Mi abogado las tiene, así como el testimonio de dos de los jurados, que nos contactaron para decirnos que los señores Bell intentaron sobornarlos también a ellos. El hecho de que los padre de la señorita Alice Bell, hayan intentado hacer justicia por su cuenta, no le quita la responsabilidad que el acusado tiene en la muerte de la señora Alice. Dice el fiscal. —Todos comienzan a hablar, y se dan cuenta de la inocencia de Mateo mucho antes que el juez dicte su sentencia, el abogado intenta salir y uno de los guardias le bloquea la salida, es el fin de su carrera como abogado y además va a ir a la cárcel —Hay algo mas, es posible que la señorita Bell este viva. — — ¿Está loco? Todos vieron el cuerpo calcinado de mi hija. — Chilla el señor Bell, temblando de rabia. —Son una familia excelente de actores, pero ni todo su dinero les servirá para torcer la justicia. — Le dice mi abogado, el juez se queda por un instante atónito. —El señor, Miguel ángel Bell y la señora
Marie Moreau Espero afuera la liberación de Mateo, apenas se asoma por la puerta corro hasta él y lo abrazo, su padre, estaba a mi lado, nos saludamos con respeto, pero no le doy chance de nada, Mateo fue que supo meterse por debajo, supo envolverme, pero yo estaba decidida a pasar la página. Generalmente no doy una segunda oportunidad a quien no me dio la primera a mí, recuerdo perfectamente como don Joseph, me presento a Alice, como su asistente… Creo que merecía más que eso—Hijo. — Dice don Joseph abriendo los brazos, Mateo me suelta y lo abraza, sé que jamás competiré con su padre, ojala no se le ocurra decirme que volvamos a la mansión porque yo no estoy dispuesta a volver allí. Cuando pase algo quieran echarme de nuevo como un perro sarnoso, me cruzo de brazo a esperar que ellos continúen su emotivo encuentro. —Estoy agotado, necesito descansar. — Dice Mateo, se ve que la semana y media que pasó allí, fue semana y media que no pudo dormir. — ¿Vamos a casa?— Pregunta el seño
Marie Moreau¡Vaya luna de miel que tuvimos Mateo y yo!, primero no fuimos a ninguna isla paradisiaca a derrochar miel.Comenzamos a buscar una casa mas grande, porque la niña duerme en medio nuestro, por lo que nada de nada, en ningún lado ni en ningún momento.Me siento una mala mujer por no ser suficiente, por no ser el apoyo que Mateo necesita.—La niña llora a todas horas por su mama, no entiendo en qué momento desarrollo empatía por esa mujer que ni siquiera la cargaba, para ella la niña no tenía ninguna importancia.Mateo, al igual que yo, hemos aprendido a hacer biberones, a asear a la bebe, a hacer comidas sencillas para que ella se alimente bien, en este momento pienso que mi padre fue el mejor.Me trato con amor, y algunas veces fue firme, siempre estuvo para mí, y sé que él hizo todo lo que estamos haciendo Mateo y yo juntos, pero solo, después la muerte de mi madre.—Tuvimos que contratar un CEO, para que nos ayude con el manejo de las empresas, cuando Mateo se queda so
Marie MoreauCuando se percata de la hora, son las ocho de la noche y todos los de su edificio se han marchado, dejándola sola con el vigilante, que le dice. — Eres igualita a tu papá. — Es uno de los empleados más antiguos de la empresa.—Señor Miguel, no me di cuenta de la hora. — Me excuso.—Dos gotas de agua. — Responde el, sonreímos cómplices, y me despido con una hasta mañana, ——Saludos a su familia.— Termina el, enciendo el auto pensando que en dos meses obtengo mi emancipación completa de Mateo, solo me une a él , este matrimonio que para él, tal vez no valga nada. Pienso, mientras manejo hasta la casa.Abro la puerta y me lo encuentro en el suelo, jugando con Camila y la niñera lo observa embelesada, se ve que ya esta flechada por él, lo ve de la misma manera que yo lo veo.Carraspeo, para que se den cuenta que llegue.— ¿Dónde carajos estaba? Me has tenido mortificado durante horas. — Me reclama mi esposo cambiando de actitud apenas me ve.—No parece que hubieses estado pre
Marie Moreau Desde ese día de la discusión estamos durmiendo separados y la niñera sigue aquí, se sonríe cuando paso, porque Mateo, no le importo imponer su voluntad y ponerla por encima de mí. No soporto para nada esta situación, siento que no hay vuelta atrás, por lo que decido dejar de sufrir y alejarme, necesito irme de acá lo más pronto posible, como él lo dijo, no soy la madre de Camila, y no tengo ningún derecho sobre ella… A las cinco de la mañana, después de toda la noche sin dormir, recojo dos maletas con lo necesario y mis documentos, me vestí lo mejor que pude, me maquille para disimular las ojera, no quiero que Mateo me vea salir derrotada. Bajo con una mis maletas, y Mateo al verme se le desorbita los ojos, casi ni hablamos en estos días y me siento despreciada— ¿A dónde vas?— Me pregunta cuando bajo con las maletas. —Te lo dije, que era ella o era yo, tú escogiste. — Le digo dando media vuelta para ir por mi otra maleta, el se queda estático por un instante, mientr