Narra Lila♥Nunca pensé que la vida fuera tan predecible. De verdad, jamás lo imagine. Cada película que se crea por más mentirosa que sea, tienen un poco de cotidianidad, porque, aunque no lo entendamos siempre vamos a saber que pasara a continuación. Es un sentimiento de predictibilidad, por así decirlo. Un horrible sentimiento que nos ha dejado marcados a todos.No sé por qué, pero le pedí a mi amigo Gabriel, que me dejara escribir un fragmento de lo que pensaba y es que esta historia me ha dejado sin aliento. El pasado, ha cobrado factura y de la peor manera. Pensar que Santiago y Leah ya habían tenido suficiente con las adversidades que tuvieron que atravesar y ahora... Es que no puedo explicarlo. Simplemente no lo sé.Y estoy segura que se preguntaran ¿Qué hace Lila en esta historia? Bueno, les responderé que, todo el sufrimiento que han vivido mis dos héroes, lo he sentido también. Santiago solo quería ser feliz, cambiarle la vida a alguien más y mira lo que pasa... Y Lucinda o
Narra Lila♥—¡Alto! —grite.Gabriel se paralizo y vi el musculo de su cuello tensarse a través de la chaqueta de cuero negra. Su tatuaje de serpiente se notaba sensible, en definitiva, era nuevo.—Al menos puedes bajar el arma. —dijo sin voltearse—, estoy desarmado.Alzo las manos y guardo silencio.Mire hacia todos los lados. El callejón estaba vacío y el viento golpeteaba las ventanas de los viejos edificios. New York era así, en la parte más oscura por supuesto; el lugar ideal para que las almas más vacías encuentren su aura.Cuando note que estábamos solos, baje el arma y suspire.—¿Cómo están?Levante la vista para observarlo. Esta vez sí se había dado la vuelta y me miraba de una forma que me causaba escalofríos.—¿Quiénes?—Leah y el bebe, por supuesto.Mire mis botas. Desde que esta guerra empezó, no le ha importado mucho como me sienta. Mordí mi labio. ¿Desde cuándo me importa lo que Gabriel piense sobre mí? Quise auto dispararme, no tenía que molestarme tanto. Cuando me disp
Narra Santhiago♥6 años en este lugar es peor que mil años de cárcel. La luminosidad de la habitación me enferma. Lo inmaculado de los objetos hace que parezca que todo está bien, que nada ha pasado. Suspiro. Si no fuera porque estoy amarrado como un lunático me lo creería.De pronto la puerta se abre, es la tercera vez en el día. Seguro es la enfermera que me trae la cena. ¿Aun piensan que me voy a comer esa basura? "¡Tienes que alimentarte, es por tu bien!" Había dicho alguna de ellas. Negué con mi cabeza, si alguna quisiera verme bien entonces me dejaría salir de aquí. Quiero, necesito saber que mi familia está bien y, sobre todo, necesito verla a ella.—¿Qué demonios haces aquí? —Escupí levantándome con dificultad. Las bandas elásticas impidieron mi esfuerzo y gruñí de frustración.—Cálmate. He venido a salvarte. Soy tu heroína ¿lo recuerdas?—No puedo creer que aun tengas la hipocresía de decirme eso. Estas trabajando con Gabriel ¿no es así?—Eso no te lo puedo confirmar todavía,
Narra Leah♥Todo lo que mal se hace, mal se paga.No puedo evitar comenzar este capítulo sin dejar atrás esta frase.Pagar por nuestros actos. Esa es la única forma para que los seres humanos podamos tener consciencia de nuestras acciones. Es como alguien dijo una vez: "La personalidad el ser humano en una compleja red de emociones, una colección imperfecta de rasgos, no existe una persona 100% buena o 100% mala", todo es un equilibrio entre dos puntos eternos que, si nos inclinamos del lado equivocado, nuestra historia terminaría de contarse en ese mismo instante.Sin duda alguna, no puedo dejar de estar completamente de acuerdo.Hay momentos que debemos vernos como si fuéramos un personaje más, juzgarnos como si no nos conociéramos y evaluarnos de forma impersonal. Solo de esta manera podremos ver los errores que cometemos a diario. Aunque para hacerlo, nunca debemos olvidar que los protagonistas somos nosotros.Siempre pensé en escribir mi historia de una manera distinta, quería ha
Narra Leah♥"Me asusta lo rápido que se va la vida".La mayoría del tiempo nos asustamos por lo rápido que se va el tiempo y casi nunca nos detenemos a pensar: ¿en qué me lo gaste? Los días pasan, las personas mueren, envejecen, se alejan o cambian de camino y seguimos allí, esperando ver qué pasa. Soñando con cosas que cada día se vuelven imposibles. Quejándonos de todo y por todo. Encorvados en un mundo virtual inexistente a través del celular. Hasta que un día levantas la cabeza y te miras al espejo y dices: Oye, me asusta lo rápido que se va la vida y aun peor, la vida se me paso y no pude hacer nada para disfrutarla.Y a mi se mefue muy rapid, Adios Santiago.
Narra Leah♥"Cuánto perdemos por miedo a perder".A veces, el miedo a perder nos acorrola y nos hunde en su profundo mar. Y así, ahogándonos en sus profundidades sin esperazas de elevarnos a la superficie, todo a nuestro alrededor se ve diferente, se nubla. La vida es un parpadeo, el aleteo de una mariposa, tan fugaz como una estrella fugaz. ¿Por qué permitimos que el miedo nos aprete tan fuerte, nos rendimos y cedemos hacer sometidos? ¿Por qué dejamos que se robe nuestros sueños más preciados cuando podemos hacer algo para impedirlo?Debemos cargar nuestro ser de coraje y valentía, así como los aviones despegan contra el viento; el miedo puede ser esa resistencia, pero utilizado con inteligencia se convierte en la sustentación para mantenernos suspendidos y entrar a terrenos desconocidos.
Narra Leah♥"El valor de las cosas".Las cosas en si mismas no tienen un valor inherente, somos nosotros quienes tenemos el poder de dar valor aquello que apreciamos y valoramos. En unas de mis cavilaciones me preguntaba porque hay momentos que resultan más valiosos que otros y concluí que es no solo por el estado de animo que estemos sintiendo en ese momento, no es la alegría desbordante, sino por las personas importantes que nos acompañan, que están alli regalandonos un trocito de su tiempo, quienes con sus juegos deciden mejorarnos el día, quienes con un gesto tienen el poder de transformar un día gris en un momento tan colorido como el arco iris.
Narra Leah♥"Extrañar a alguien que amas".Hay una avalancha de emociones cuando extrañamos a alguien, una mezcla de tristeza, arrepentimiento nos invade y nuestra mente hace un foco de interés en esa persona que no nos podemos sacar del pensamiento. Rememoramos momentos felices, la sonrisas, los besos, los abrazos, las caricias, esas miradas que parecían nunca terminar, pues nos perdíamos en el universo escondido en los ojos del ser amado, las largas horas de conversación que no conducían hacia ninguna parte, pero el tiempo compartido, el tiempo junto eran la mejor parte. Cuando extrañamos a alguien extrañamos hasta sus defectos, esto resulta paradójico y parece desafiar todas las leyes de la lógica. Pero los sentimientos, ni las emociones razonan y hay cosas que solo pueden ser entendidas por el corazón porque la mente no entiende el lenguaje del sentir. Extrañamos porque amamos, extrañamos porque somos humanos, extrañamos por los vínculos que creamos, extrañamos porque los lazos