DANIELMi mente sigue dando vueltas sobre la decisión que debo de tomar, aunque la verdad es que creo que ya estoy seguro de lo que voy a hacer.Y que Dios me perdone si me estoy equivocando con lo que pienso hacer, pero siento en mi corazón que es lo mejor.No solo por la recomendación que me dan los doctores sino también porque en vista de que no hay un resultado en los exámenes que dé la esperanza de que ella mejore, lo mejor es dejar a Rachel descansar en paz.Tengo que dejar de aferrarme a su recuerdo, pienso y siento cómo mis ojos se humedecen.Decido darle rienda suelta al llanto, porque necesito esto.Necesito soltar todo lo que venía guardando.Debo entender que el futuro se construye y no puedo seguir haciendo que mi hija viva a la sombra de nuestros errores.Ella se merece que yo le dé algo mejor, merece todo lo bueno que antes no pude darle.Me duele pensar en que Rachel no estará aquí para ver crecer a nuestra hija… Y también me duele pensar en que no pude hacer más nada
—Tienes razón, tienes razón… Sólo necesito tranquilizarme. —susurra ella asintiendo varias veces. —Jared me dijo que ellos iban a salir a comer hoy en la mañana, me dio la dirección del lugar al que piensan ir… ¿Quieres hablar tú primero con él?—pide con ojos de borreguito. —Deberías llamarlo tú. —indica mi hermana y yo me veo obligado a soltar una carcajada.— ¿Yo? ¡Pero si tú eres quien tiene que hablar principalmente con él! —exclamo divertido ante sus palabras.Cadence se encoge de hombros ante mí, dándome a entender que no le importa lo que yo crea que es lo adecuado por hacer.—Pues porque tú eres el mayor. —me dice como si fuera tan fácil de deducir.—Estás siendo muy cobarde, hermana. —le digo riéndome.Ella se encoge de hombros y toma su teléfono para reenviarme el número telefónico que le envió Jared.Pongo los ojos en blanco ante su actitud, pero igual guardo el número telefónico en cuanto recibo su mensaje.Marco a ese mismo número.Y veo a Caddie atenta a mis movimientos.
La mañana pasa volando y cuando llega la tarde decido adecentarme para ir a la cita con Caleb.Ojalá y todo esto no se convierta en un gran lío, pienso al tiempo que me levanto de la cama, en la que Cadence ha estado, sacándome de quicio todo el rato con preguntas y sus teorías de cómo es mala idea que ella se vea hoy con Caleb.Mi hermana ha estado realmente exasperante desde que se dio la llamada con Caleb.Me sigue molestando acerca de todo lo que tenga que ver con su apariencia.¿Cómo queda esto con esto?¿Y si mejor uso lo otro?¿Qué tal si combino…?, puedo escuchar sus preguntas repitiéndose en mi mente.Entro al baño y me aseo lo más rápido que puedo, recordando que de seguro Cadence quiera darse un baño también.Cuando salgo del cuarto de baño, ya listo espero encontrarme a mi hermana con su conjunto listo y sus cosas de aseo en mano, para entrar al baño.Pero no, me la consigo sobre la cama.Sobre la cama y sin más ropa que la pijama que está usando desde la mañana.— ¿Qué
CALEBEstoy congelado como la mierda ante este hombre que está frente a mí.No solo su tamaño y robustez es intimidante, sino también el hecho de que comparte todos los rasgos del rostro con Cadence.Es idéntica a él.O él es idéntico a ella.Como sea, pero lucen idénticos… ¡Esto es tan loco!En cuanto lo vi, lo noté porque esos son los mismos rasgos que tanto he mirado, durante toda mi vida.Solo que ahora están en su rostro, y él es un hombre… Es obvio que no es mi Caddie.Sus ojos son idénticos. Totalmente idénticos. Realmente estoy un poco preocupado a causa de este hombre, tiene que tener alguna clase de lazo sanguíneo con la mujer que amo, porque tiene el mismo rostro que ella.Cuándo conocí a Rachel, le vi cierto parecido con Caddie, pero no se compara ni por un segundo a lo idénticos que son Caddie y este hombre… De forma que el parecido entre Rachel y Caddie que percibía antes, palideció totalmente ante el parecido que tienen estos dos.—No voy a explicarte cómo comenzó mi
Han pasado más de quince minutos desde que vi entrar a Caleb.Decir que me quedé sin aliento es poco.En cuanto lo vi, mi corazón se detuvo… Saltándose un par de latidos de la impresión.Está demasiado guapo.¿Cómo puede una fingir que no pasa nada cuando volvió a ver al amor de su vida?Quien por cierto, está más robusto… Dios, creo que me mojé las bragas sólo con verlo.Yo no sé si son las hormonas de embarazada, o qué, pero siento la necesidad de saltar sobre él.Sobre él y sobre el monstruo que lleva escondido en los pantalones.—¡Mi3rda, Cadence! ¡Contrólate!—me regaño a mí misma.Son quince minutos en los que me he estado debatiendo, entre bajarme y no bajarme del auto.Desde mi posición puedo verlos, a través del vidrio están hablando.Veo cómo se mueven y cómo Daniel habla en su mayoría, mientras que Caleb le pregunta una que otra cosa.Definitivamente tengo que bajarme de este auto.Si le digo después a Caleb, será tarde.Más tarde de lo que ahora mismo ya es.Decidida, bajo
—Sólo quiero que me des la oportunidad de saber si la bebé es mi sangre. Date y dame la oportunidad de conocer la verdad, Caleb… —dice Daniel y yo casi suspiro ante sus palabras. —Lo entiendo y créeme que en ningún momento estoy interesado en alguna clase de pelea o lucha por la bebé. No, al contrario quiero que todo se haga de la mejor manera para ella, Caleb. —agrega Daniel y yo respiro profundo.—Entiendo que lo primero sería permitirte que hagas la prueba de ADN con la bebé. Pero, ¿luego de eso? ¿Qué vas a pedir? —le pregunto como si estuviéramos hablando de negocios, porque estoy totalmente consciente de que esto no se acaba en la prueba de ADN.Una vez que tenga los resultados (que lo más seguro es que sean positivos, así como él asegura), entonces sé que va a querer quitarme la bebé como si nada.Y estoy claro de que él tendría todo el derecho porque a pesar de que yo le di mi apellido a la bebé, no nació dentro del matrimonio como para asegurar que es mi hija.Así que teniendo
DANIEL Corro fuera de la tienda el tiempo que veo a mi hermana se desvanece en el suelo.— ¡Pequeña! —grito al tiempo que logro alcanzarla.— ¡Él no quiere saber nada de mí! —responde sin dejar de llorar.— ¡Cálmate, piensa en el bebé!... Él solo está respirando por la herida, por Dios Cadence. —le digo al tiempo que le froto los brazos, intentando que se calme un poco porque está comenzando hiperventilar en medio del llanto.Las personas siguen mirando curiosas y yo decido levantar a Caddie en brazos sin importar sus quejidos llorosos.—Vamos al hotel. Tranquila, tranquila. —le susurro, intentando que mi voz la ayude a calmarse.Con gran esfuerzo consigo asegurarla en el asiento con el cinturón de seguridad.Subo en mi asiento y comienzo a sudar frío de nada más pensar que le pase algo al bebé por esa caída que se acaba de llevar mi hermana. El camino hacia el hotel se me hace totalmente corto.Nada más llegar, bajo a Cadence del auto en brazos y entro al hotel.En la recepción soli
Pongo los ojos en blanco.—No, Daniel. Lo que digo es que los muchachos pueden ayudarme en cuanto a lo de tener a Caleb secuestrado, para que esté obligado escucharme. —murmuro como si estuviera hablando con un bebé pequeño.—Pero, ¿cómo van a hacer eso los muchachos? Sí creíste que mi idea era descabellada… Esta es como cuatro veces más descabellada que la mía. —murmura mi hermano, no estando muy de acuerdo con lo que le estoy diciendo.—Es que así no va a ser tan difícil, porque lo más difícil sería el secuestro, y vamos, los muchachos saben de eso. Si ya me lo hicieron a mi una vez, creo que lo pueden volver a hacer. —digo al tiempo que me dejó caer de espaldas sobre la cama, cansada de estar tanto rato sentada.—Pero es que no has entendido la diferencia de tamaño y de peso que tienes tú con Caleb… Es obvio que si Caleb se molesta y se defiende, se puede llevar por delante hasta a cinco de mis muchachos… Por mucho que sepan defenderse, Caleb es casi igual de grueso que yo, ¿cree