No tengo la menor idea de qué haré.
Temo por mi relación con Caleb.
Espero que me perdone por irme sin explicación, pero conseguiré la forma de regresar pronto y sé que si le explico todo me entenderá… Él tiene que hacerlo, ¿no?
Oh, Dios… ¿Qué estoy haciendo?
La Hummer se detiene frente a mí y en segundos Daniel baja de ella.
Me abre la puerta de la camioneta y yo respiro profundo.
Subo, sintiendo pesado el cuerpo, y él abrocha mi cinturón de seguridad en cuanto me siento.
Está silencioso y no hubo un saludo caluroso de su parte.
—Lo siento mucho, sé que…—comienzo a disculparme.
—Entiendo. Créeme que te entiendo, Cadence. Es algo nuevo, no estamos acostumbrados y tenemos que sacrificar cosas de las vidas que ya hicimos. De las vid
Mi caída fue rápida.Sentí cómo caí sobre Caleb.Y lastimé de nuevo a mi ya maltratado brazo.—ARGGGGH. — gritó con fuerza Caleb y luego gimió, adolorido.Su mano comenzó a sangrar mientras la sostenía contra su pecho.Como pude, rodé lejos de Caleb.— ¿Están bien?— gritó Jhyn acercándose a nosotros.Los dos nos quejábamos en voz alta, soportando el dolor.—¿Qué sucedió?— preguntó la voz del Sr. Dryden.Lo vi correr en nuestra dirección y sentí cómo se me nublaba la vista.El dolor parecía explotar cada vez más fuerte en mi brazo y comencé a perder fuerza.Caleb gritó algo sobre que me estaba durmiendo.Lo escuché gritar desesperado.Parpadeé y allí estaba él, mirándome mientras gritaba desesperado para que me ayudaran, como si la vida se le fuera en ello. Se veía aterrado.Desperté más tarde ese día, después de que me atendieron y me pusieron una escayola en el brazo.Pero recuerdo que no podía sacar el recuerdo de Caleb preocupado por mí de mi mente.A mí me habían enyesado el brazo
CADENCEEstoy viendo televisión con mi padre, pienso al verlo reír de una escena de comedia. Todo en él te hace sentir paz, como si fuera una persona neutra.De esos que te reinician la vida, no importa qué cosa negativa estés sintiendo.El simple hecho de pensarlo me hace sentir tan… Completa.Mi padre está feliz de haberme encontrado, me lo dice cada vez que tiene la oportunidad.Suspiro, agradecida de poder vivir éstos momentos y me recuesto un poco en el cojín peludo.Ya van dos días desde que llegamos. Me la he pasado marcándole al teléfono de Caleb, pero él no me contesta. Tenía algunas llamadas perdidas cuando encendí el teléfono después de bajar del avión.Le he estado regresando la llamada desde que llegué, pero ha sido imposible contactarlo, pienso y suspiro, dándole una mirada a papá.Hoy le corresponde venir al doctor, a hacerle su chequeo.Papá se ha mantenido estable, aunque secretamente siento que el tiempo va corriendo, que la enfermedad que sufre es engañosa y para e
—Tuvimos un romance tan extraño y descabellado, que el primer error por el que les tengo que pedir perdón es que ni siquiera sé cómo rayos hizo para ocultarme los embarazos de ambos. —dice papá y veo cómo sus lágrimas bajan por sus mejillas, humedeciendo su rostro y el exterior de la mascarilla.—Ya, tranquilo, papá.—le dice Daniel, calmándolo.Papá se toma unos segundos para retomar la compostura y nosotros esperamos pacientemente.—La primera vez desapareció por otro año más… Me refiero a después de que comenzáramos con nuestros encuentros casuales. Un año entero en el que la busqué hasta debajo de las piedras y no di con ella. Por un tiempo llegué a creer que había muerto, o huido fuera del país.— explica y yo asiento, entendiendo su posición.—Cuando la volví a encontrar, fue en un café. Recuerdo que era invierno y ambos estábamos tan abrigados que me fue imposible notar su aumento de peso. Pero un par de meses después, comenzamos a vernos de nuevo y definitivamente la vi más… Curv
CALEB (3 MESES DESPUÉS)Mi mirada pasa de una ecografía a otra y mi asombro crece cada vez más.¿Cómo un bebé puede comenzar tan pequeño, como un granito de mostaza y luego convertirse en un humano con miembros y cerebro y todo?Sonrío un poco, pensando en que ya está cada vez más cerca el nacimiento del bebé.Rachel ni siquiera puede mantenerse acostada, su barriga está tan grande que el balón de baloncesto más grande, palidece en comparación con ella.Voy a ser padre en un par de meses.Aun no lo puedo creer.Ha sido fácil acostumbrarse a esto, mi mente ya está programada para pensar y divagar sólo con lo referente al bebé.Rachel se ha estado comportando más agradecida, más amable y temo por su actitud.Me hace creer que se siente como alguien que no merece tantos detalles.¿Por qué no iba a merecer detalles de mi parte la madre de mi hijo?Bingo. Porque quizá el bebé no sea mío.Ésa es la teoría que ha estado dando vueltas en mi cabeza, pero trato de no reforzarla. Quiero saber l
CADENCEMi estómago ruge mientras bajo las escaleras. Entro al comedor y por pura suerte me encuentro de frente a la cocinera, la dulce Sra. Philps.Ella es la encargada de darnos las mejores y más deliciosas comidas cada día. Es realmente buena en lo que hace.— ¡Buenos días!—la saludo y ella me sonríe dulcemente.—Señorita, buenos días… ¿Qué le gustaría desayunar?—pregunta servicial.Pienso por un segundo y sonrío.—¿Podría darme avena cocida?—pregunto y ella asiente y comienza a caminar hacia la cocina. De pronto se detiene y la veo girar sobre sus talones.—¿Le gusta con cuántas cucharadas de azúcar?—pregunta y yo recuerdo que es necesario que sea más específica.—Oh, no, no… De hecho, la quiero así como que… Sin sal, sin azúcar y bastante espesa, como una crema.— pido y ella me guiña el ojo, para luego entrar a la cocina.Tomo asiento en mi lugar habitual y me quedo como congelada pensando en el sueño que aun siento y cómo no quería abandonar las sábanas.¿Estaré haciendo demasia
Van dos días en los que no dejo de evaluar la actitud de Daniel.Desaparece de la casa, vuelve a aparecer sonriente y luego se le ve caminando taciturno por los pasillos.¡Como si nada!He llegado a preocuparme hasta el punto de que trato de alargar los momentos que compartimos juntos, como si eso fuera a hacer que de alguna manera él deje de lado eso que lo aqueja… Pero me temo que todos mis esfuerzos han sido en vano.El abuelo no me ha dicho nada, pero él ha notado sus cambios de humor, su estrés y alegría repentina.Suspiro al tiempo que apago la computadora y salgo de la oficina.Reviso a papá, y me fijo de que ya esté en la cama. Está profundamente dormido.Siento unas terribles ganas de quitarme la ropa y darme un buen baño.¿Soy yo la única mujer a la que de pronto se le antoja terriblemente andar desnuda?, me pregunto al subir las escaleras en dirección a mi habitación.Quedé enterita en una novela de Highlanders que va buenísima, planeo hacer maratón y terminarla ésta noche.
CADENCEMe ha costado acostumbrarme un poco a todo lo de la administración de las propiedades de la familia, pero no es imposible, pienso dándole un vistazo más al libro mayor de la mina en la que tenemos menos acciones.De pronto escucho un toque en la puerta de la oficina y levanto la mirada del ordenador.Daniel está en la puerta, tiene una mueca incómoda en el rostro y me sonríe nerviosamente.—¿De casualidad necesitas que vaya a buscarte algo a la ciudad? ¿Quieres comprar alguna cosa?—pregunta sorprendiéndome.Yo lo observo sin moverme.Aún estoy muy molesta con él por lo de la otra noche.Últimamente me he sentido triste, hasta he llorado sola en mi habitación.No tengo muy claro el por qué me conmueve tanto, pero definitivamente hay algo que me está afectando emocionalmente.Un toc-toc me trae de regreso al presente y veo a Daniel levantar una ceja interrogante.Él sigue de pie en la puerta.Niego con la cabeza y él se encoge de hombros.Me mira sin decir nada por unos segundos
Veo cómo el abuelo Lucien mueve los labios mientras me observa.Intenta decirme algo de nuevo, pero la música y los gritos no me permiten escuchar su voz.Frunzo el ceño, expresando mi confusión.— ¿Qué? ¡No te escucho, abuelo!—grito y él pone los ojos en blanco.Se acerca más a mí y yo inclino mi oído en su dirección.—¡Que busquemos un lugar desde el cual se pueda ver todo!—exclama y señala a lo que parece ser el segundo piso del bar.Asiento y él me toma de la mano al tiempo que nos abrimos paso entre la multitud a base de codazos y empujones.Nunca había hecho esto y me siento tan… Viva.Como una adolescente escapándose.Sólo que no soy una adolescente.Y el hecho de que esté haciendo esto con mi abuelo, indica que no estoy escapada… Pero en fin. Así me siento.Después de unos minutos buscando las escaleras para subir al segundo piso, por fin las encontramos. Comenzamos a subir escalones.Comienzo a sentirme cansada y me fijo en el abuelo, decidida a que si lo noto cansado, le dir