"Dudas
quepermanecenenlamemoria"Sube mi cuerpo con tanta facilidad sobre la mesa que siento miedo de que en algún momento pueda romperme con sus manos, se aleja de mi por unos instantes a hacer algo que no puedo ver porque aun no se arregla la luz.
—Dime cuando toque en el lugar donde te duele.—murmura cerca y ciento un pinchazo en mi tobillo derecho, es un dolor agudo que me hace agarrar lo primero que encuentro lo cual son los hombros de Ares, quien est&a
"Losrecuerdosselosllevaelviento"Me siento sobre la cama de Ares mientras toma una ducha, se de ante mano que no soy nadie para entrar a su habitación sin permiso pero me prometió hace media hora ir por algunas cosas para la cena y aún no sale del baño.Estoy empezando a creer que le sucedió algo ahí adentro o que su pajarito esta siendo bañado un rato largo.
"Dolorcompartido"Me encantaría decir que detuve a Ares antes de que cometiera alguna estupidez, pero no, no lo hice. La puerta sonó tres veces al ser tocada y él se dispuso a cortar el silencio en el que habíamos entrado por su falta de coherencia con respecto a sus sentimientos. Camino hasta la puerta de entrada mientras yo seguía en la cocina con hielo sobre mi nariz cuando sonidos secos se escucharon y ahogué un grito arrojándome al suelo y escondiéndome en el espacio donde se acostumbra a dejar la basura.Estuve escondida allí al menos unos quince minutos y cuando no escuche nada en absoluto, ni indicios de que algún ladró
"Secretosocultos"El café caliente entre mis manos era lo único que me recordaba que aún seguía viva, Samira la enfermera que sano mi nariz estaba sentada justo al frente con las piernas cruzadas mientras daba pequeños sorbos a su Té de jengibre, rememoro el momento en que termine aquí y caigo en que me encontraba aterrada cuando escuché a mi suegra acercarse y la solución no la encontré yo, no; la solución la dictó la chica que me acompaña.Estiro su mano y me levanto arrojándome con fuerza a la habitación donde guardan los medicamentos que por suerte tenía la puerta abierta, la madre de Ares
"Las cosas se ven... Diferentes."La mirada de Samira expectante estaba sobre mi y ya no podía hacer nada para evadirla, había metido la pata hasta el fondo, era algo más que lógico que me colmaría de preguntas con tal de saber a lo que me refiero.— Y... ¿Que tal te va?— Las cejas las tiene unidas y hace un leve puchero, estoy a punto de salir corriendo a esconderme cuando me toma de la mano. — Mira, cualquiera con dos dedos de frente se puede dar cuenta de la mentira. — Suspira profundo— Tu esposo te estuvo engañando.Ahogo una carcajada porque en el momento solo pensé que descubriría que no soy de su m
"Una niña, una arpía y gemelos"Golpeo sin cesar el árbol que me ha servido como camuflaje y escondite ante la arpía voluptuosa con cuna de oro, cuando una pequeña se me queda viendo y hace que me detenga en el acto.— ¿Mama?. — Maldigo en mis adentros no haberme colocado ningún tipo de disfraz y trato de darle una sonrisa amplia y sincera.— Cariño, ¿que haces aquí?.— La pequeña castaña frunce el ceño y mira sobre su hombro, sigo la dirección y me quedo estática al notar a mis padres conversando con la madre de Ares.— Los abuelos me trajeron para ver a papá
"Aquídebehaberalgomás"Lujoso y con mucho espacio, es así como se ve el apartamento donde viven Samira y su hermano Erik, al llegar a las enormes estructuras sentí mucho pánico por el mero hecho de no conocerlos lo suficiente como para quedarme a su lado, pero luego de caminar hacia dentro del lugar y verlos presentarme ante todas las personas me sentí más ubicada y segura.De todas formas sí intentan algo extraño o peligroso, tomé un papel y lápiz de la re
"Abre tus ojos y deja que entre la luz"Me había quedado profundamente dormida sobre el sofá-cama de los hermanos y a mitad de la noche me sentí un poco más ligera y en movimiento, entre abrí los ojos con mucho pesar con el sueño y me di cuenta que Erik me llevaba cargada en brazos hasta la habitación de huéspedes.Luego de depositarme sobre una cama suave y caliente me cubro con mantas, la noche iba a volverse tan fría y se lo agradecía aunque me hice la dormida para que no me bajara y tener que caminar como zombie hasta el lugar, él chico beso mi frente y por ultimo apago la luz dejando una pequeña lampara de color rosa que iluminara todo.— Dulce sueños, Eva.&nb
"¿Quetendríaque esconder? "Caminamos por los pasillos blancos en dirección a la habitación en donde se encuentra Ares, esta vez voy disfrazada con una peluca roja que me prestó Samy unos lentes de sol que me dió Erik para que simulara tener alguna infección y así nadie se acercaría. — ¿Falta mucho?.—comenta el chico aburrido cuando una voz muy familiar lo llama y el se gira como la chica del exorcista. — ¡Erik, mi amor!.—Las brujas definitivamente no eran como en las películas, porque la que teníamos a unos escasos centímetros de nosotros parecía toda una modelo rubia y despampanante.