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83. Amor y apoyo incondicional
83. Amor y apoyo incondicional⤝MILA⤞Nos enfrentamos en un duelo de miradas por lo que parece una eternidad, el ambiente se vuelve denso y es casi imposible respirar. —¿No me invitas a pasar? — Finalmente, rompe el silencio.—No tengo por qué hacerlo. Tú no eres bienvenido a mi casa.Él sonríe y sus ojos brillan mientras se encoge de hombros. —Si yo no puedo entrar, tú tampoco lo harás. No tengo ningún jodido problema en hablar aquí mismo.Presiono mis dedos alrededor de la caja. Sé que no es buena idea dejarlo entrar, pero es peor si discutimos en el pasillo. A Zane no le importa nada, ni nadie.—Muévete —le ordeno, sin permitir que me tiemble la voz.Su sonrisa se ensancha.—No.—¿No quieres hablar? —inquiero con brusquedad.Él asiente y se hace a un lado.—¿Necesitas ayuda? —pregunta, señalando la caja.No le respondo y me las arreglo para abrir la puerta.Voy directamente a mi habitación para dejar el vestido sobre mi cama y vuelvo con rapidez a la sala.—¿Qué es lo que quieres
84. Brindo por ti
84. Brindo por ti⤝MILA⤞La presencia de mis padres no me permite pensar en la visita desagradable de Zane, menos recordar sus palabras llenas de veneno. No son más que un intento desesperado por evitar que Axel y yo nos casemos.Por lo que, nos sumergimos en una larga conversación llena de consejos sobre el matrimonio que no echo en saco roto. Más tarde, les enseño mi vestido. Mi padre, por primera vez desde que todo esto comenzó, se muestra emocionado y las lágrimas llenan sus ojos.Me pregunto, cómo va a reaccionar cuando se entere de que será abuelo.—No pensé que iba a emocionarme tanto —dice, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuerpo—. Aún me cuesta entender que mi niña ha crecido y que está lista para iniciar su propia familia.—Siempre seré tu niña, papá —respondo, sintiendo mis propias lágrimas llenando mis ojos.—Claro que sí, Mila. Desde que llegaste a mi vida, te convertiste en la luz de mis ojos. Jamás dudes de qué estaré para ti. —Lo sé, papá.—Si tu matrimonio no
85. Habla conmigo
85. Habla conmigo⤝MILA⤞Como todas las mañanas, las náuseas me despiertan. Los vellos de la nuca se me erizan al contener la necesidad de salir corriendo de la cama, pero no quiero despertar a Axel y que se dé cuenta de que los malestares no han mejorado y no lo harán hasta dentro de cuatro o seis semanas.—¿A dónde vas? —pregunta, sosteniéndome la mano, justo cuando estoy por salir de la cama.—Necesito ir al baño —musito con la voz ronca.—¿Te sientes mal? —pregunta—. ¿Fui muy duro anoche?Su preocupación me derrite y no me parece justo que piense que me ha lastimado. Tampoco me parece justo seguir guardando el secreto que crece en mi interior. Me muerdo la lengua, solo tengo que esperar un día, solo un día más para compartir mi felicidad con él.—Quiero limpiarme un poco, has dejado un desastre allí abajo —musito. No es del todo una mentira, nuestra velada romántica terminó donde mejor nos entendemos, nuestra cama.Él sonríe y deja un beso en mi hombro desnudo.—Voy a ayudarte —se
86. Despedida de soltera
86. Despedida de soltera⤝MILA⤞—Entonces, ¿se lo dijiste? —pregunta Zaria mientras maneja al apartamento de Soren por la noche. No hubo manera de escapar de la despedida de soltera. Me hubiese gustado quedarme con Axel y amanecer entre sus brazos antes de la boda.Asiento con un ligero movimiento de cabeza.—No pude esconderlo más. Las náuseas matutinas me traicionaron y se lo confesé —respondo mientras recuerdo lo feliz que Axel se mostró con la noticia—. Su reacción fue maravillosa, Zaria. Él ama a este pequeñín como yo.—Cómo no va a amarlo, Mila. Ese bebé es la prueba irrefutable de su amor. Lo que ustedes tontamente creyeron que era una perfecta mentira, terminó con el reconocimiento de sus propios sentimientos.Sonrío ante el recordatorio. Si alguien me hubiese dicho hace un año o unos meses que esto iba a suceder, no me lo habría creído.—Tienes razón, sin tu consejo y los consejos de Soren, ahora mismo continuaríamos siendo solamente amigos.—Tienes que rezarnos —se burla mie
87. La mujer perfecta
87. La mujer perfecta⤝AXEL⤞«Un bebé.»Desde que Mila me dio la noticia, no he podido borrar la estúpida sonrisa que adorna mi rostro. Ha sido una verdadera batalla no contarle a mi padre y al resto que seré padre. Se lo he prometido a Mila.La felicidad que embarga mi pecho no tiene explicación. En un segundo pasé de la preocupación a la sorpresa. Solo Mila es capaz de llevarme del infierno al cielo.Distraídamente, bebo un sorbo de mi copa mientras trato de concentrarme en el presente y prestar atención a las palabras de mi abuelo. No obstante, estoy lejos de seguir el hilo de la conversación, atrapado en mi burbuja de felicidad.—Estás distraído, ¿te pasa algo? —pregunta mi padre. Aprovechando que Vicent se ha levantado a llenar las copas.—¿Tus hermanas son realmente de confianza? —pregunto, bebiendo otro sorbo de mi copa, esperando que baje el nudo que tengo en la garganta. No puedo evitar imaginarme mil escenarios en esa despedida de soltera y ninguna me hace gracia.Me envenen
88. Me harás llorar
88. Me harás llorar⤝MILA⤞—Aún no puedo creer que tu padre y Axel hayan perdido la cabeza ayer. Presentarse a la despedida de soltera de la novia es algo que jamás había visto —dice Zaria mientras me ayuda con el vestido de novia.La noche anterior fue, sorpresiva. No solo por el regalo de Soren, sino también por la abrupta interrupción de mi padre, mi novio y mi suegro. ¿En qué estaban pensando cuando se les ocurrió correr como locos al apartamento de Soren?—No estaban pensando. El alcohol les hizo hacer todo un drama —responde Zaria con una risita, como si adivinara mis pensamientos.—Entiendo a mi padre, incluso a Axel, pero, ¿Aiden? —pregunto y el rostro de Zaria se pone más rojo que un tomate.—No hables tan fuerte, tu madre no demora en volver —susurra con las mejillas más encendidas.Sonrío ante su sonrojo. Allí está sucediendo muchas cosas y no solo una simple atracción como ella asegura. Ningún hombre que no sienta el derecho actuaría como un cavernícola, corriendo por una
89. Todo el tiempo del mundo
89. Todo el tiempo del mundo⤝AXEL⤞El corazón casi se me detiene cuando Mila entra en la iglesia, tomada del brazo de su padre. Se ve hermosa, radiante como un diamante. Nuestras miradas se cruzan, y el escozor de las lágrimas me invade mientras suena el Canon in D de Johann Pachelbel. El tema que hemos elegido.El tiempo parece detenerse de repente. Todas las miradas están puestas sobre nosotros, pero ninguna puede romper la conexión que compartimos en este instante.Ella esboza una sonrisa, mientras con paso lento avanza hacia mí.Las lágrimas corren por mis mejillas ante la ola de emoción que me sacude de pies a cabeza. Nunca imaginé que este momento sería tan fuerte, tan especial, tan único.—Eres la novia más hermosa que jamás he visto —musito cuando se detiene a mi lado. Tomo su mano entre las mías, apretándola con fuerza, como si temiera que fuera a desaparecer.Ella sonríe y mi corazón se detiene.El sacerdote nos da la bienvenida con una voz serena, pero que suena lejana. To
90. Yo primero la amé
90. Yo primero la amé ⤝MILA⤞Todo ha sido tan perfecto. Desde el momento en que entro a la iglesia y mis ojos buscan a Axel, hasta este preciso instante en el que nuestras bocas se devoran bajo la complicidad de la tenue luz de las velas y nuestros cuerpos se mueven con sutileza sobre la pista de baile.—¿Puedo?La voz de mi padre rompe la burbuja en la que nos encontramos. Axel asiente y coloca mi mano sobre la de papá.La música cambia y mis ojos se llenan de lágrimas al escuchar la voz de mi padre unirse a Lance Horton, interpretando I Loved Her First.—Yo era suficiente para ella no hace mucho tiempo, yo era su número uno. Ella me lo dijo y ella todavía significa el mundo para mí.Papá pega su frente a la mía mientras continúa cantando, mi corazón se estruja dentro de mi pecho. Mi padre siempre ha sido un hombre fuerte, pero en los últimos días ha dejado ver lo sentimental que es y cuánto me ama con pequeñas acciones que significan la vida.—Te amo —murmuro.Él limpia mis lágri
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