77. No eres mi padre⤝AXEL⤞El rostro de Knox encoge de rabia, aprieta las manos en dos fuertes puños.—¡Estás loco! —grita, mirándome con enojo.—Loco estaría si llego a permitir que sigas evadiendo tu responsabilidad, Knox.—No puedes obligarme a hacer algo que no quiero, Axel. No estás siendo distinto del abuelo. ¡Arruinó la vida de nuestro padre al obligarlo a casarse! ¡Casi arruina la tuya! —refuta colérico—. ¡¿Y quieres hacer lo mismo conmigo?!Avanzo dos pasos, pero él retrocede tres para alejarse.—Lo que Nova te haya dicho también puede ser mentira. ¿Lo has pensado? Tal vez se embarazó de otro hombre y…—¿De verdad crees que eso fue lo que pasó? Dudo mucho que luego de llevarla a una clínica para interrumpir el embarazo, ella haya buscado a otro imbécil como tú.—Bájale a tu intensidad, Axel. En primer lugar, no eres mi padre, sino mi hermano, y eso no te da ningún maldito derecho a meterte en mi vida. No tengo ningún interés en Nova.—¿Y qué hay del niño?—No estoy seguro de
78. Necesita tiempo⤝MILA⤞Una ola de emoción me atraviesa el pecho. Sigo sin entender este cúmulo de emociones que me embarga cada vez que escucho a Nova. La pobre ha estado tan sola y desamparada que me cala en lo más profundo de mi ser.Tal vez sea porque siempre he contado con el apoyo incondicional de mis padres, no lo sé, pero me siento atraída a Nova como un imán. Hay una necesidad tan grande de darle protección que no puedo explicar.—¿Una niña?La voz ahogada y emocionada de Aiden me saca de mis pensamientos. Él aprieta sus dedos alrededor de las manos nerviosas de Nova mientras ella asiente. Sus ojos están llenos de lágrimas y una nueva ola de ternura mi invade.¡Demasiado sentimental!—¿Has escuchado, Axel? ¡Tendremos una segunda niña en la familia! —dice, mostrando su alegría.Me complace que Aiden tome esta actitud hacia Nova y su nieta. Mientras, no soy capaz de entender a Knox; no obstante, debo recordar que la moneda tiene dos caras y realmente no tengo idea de lo que
79. El amor es o no es⤝MILA⤞La pregunta me atormenta el resto del trayecto a la oficina. Aunque intento apartarla de mi cabeza y concentrarme en lo que Axel me está diciendo.—Soren mencionó que su madre y Kristen están organizándote una fiesta de despedida —dice.—Sí, ¿te disgusta la idea? —pregunto. Sobre todo, por todo lo que implica una fiesta de soltera.—No.—¿De verdad? —inquiero, sorprendida.—Hablo en serio, Mila. Hablé con mis tías y me prometieron que no llevarían a ningún hombre musculoso a medio vestir a la fiesta.—¡Axel! No puedes hacer eso.—Pues ya lo hice —responde con una sonrisa de medio lado.—Le has quitado lo mejor a la fiesta. ¿Quieres que me aburra como una ostra?—No, quiero que tus ojos sean únicamente para mí.—Y qué hay de ti, ¿no tendrás una despedida de soltero?Niega con un movimiento de cabeza mientras entramos al estacionamiento de la compañía. Se quita el cinturón de seguridad y se gira para verme a los ojos.—No necesito una fiesta, Mila. Todo lo
80. La vida sigue⤝MILA⤞—¿Greyson Lively? —inquiero. Hay sorpresa en mi voz, pero no sé si es por la propuesta del magnate o por la abrupta decisión de Soren de aceptarla.Claro que, ellos deben conocerse desde hace un tiempo. Se mueven en los mismos círculos sociales, hasta deben de tener algunas amistades en común. Aun así, no siento que sea la mejor decisión de Soren en este momento.No cuando su corazón le pertenece a otra persona y está herido por ese mismo individuo, hijo de la guayaba, que no ha sabido valorar su amor.—Sí. ¿Sorprendida? —pregunta con una ligera sonrisa en los labios que no iluminan sus ojos.—Demasiado —admito.—Conozco a Greyson desde hace algunos años. Fui amigo de su hermano antes de que se marchara al extranjero. No es ningún desconocido.—Ese no es el punto, Soren. No se trata del tiempo, sino de los sentimientos.—¿Y qué esperas que haga? No puedo sentarme y esperar por algo que no sucederá. Entendí que lo mío con Beckett fue unilateral. Lo que pasó ent
81. Sabré cuándo retirarme⤝MILA⤞Ahora soy yo quien se queda sorprendida. Abro la boca y la cierro sin decir una sola palabra, mientras las palabras de Zaria se repiten como un mantra en mi cabeza.¿Nueve meses?¿Mamá?Un escalofrío me recorre la columna vertebral mientras los latidos de mi corazón se aceleran tanto que por un momento creo que saldrá de mi pecho.—¿Quieres decir…? —no soy capaz de terminar la pregunta. Mi garganta se seca.—Me sorprende que ni siquiera lo hayas pensado, Mila. Pero todo apunta a que estás embarazada.—Embarazada —repito como tonta.—Bastaría traerte el café para que visites el retrete. Eso suele pasar con las mujeres embarazadas —explica—. Los cambios hormonales, cambios de humor, aversión alimentaria, sensibilidad a ciertos olores son algunos síntomas que presenta una mujer en gestación.Trago el nudo que se me sube a la garganta y que me hace imposible respirar. ¿Un bebé? ¿Un hijo de Axel y mío?No sé si reír de felicidad o preocuparme. Ni siquiera
82. Sorpresas⤝MILA⤞No puedo evitar seguir con la mirada a Piper Sinclair. Ha pasado un largo tiempo desde la última vez que estuvimos frente a frente, luego de descubrir su traición. Ella se cambió de universidad para poder seguir su romance secreto con el profesor. Un romance que duró cuatro años antes de que se casaran el año pasado. Y hasta donde sé, se mudaron a Los Ángeles por petición de sus padres y para evitar los chismes que rodearon el matrimonio. Entonces, ¿qué la trajo de regreso? Me niego rotundamente a pensar que mi matrimonio con Axel tenga que ver con su regreso. Ella decidió dejarlo, engañarlo y romperle el corazón. No tiene ningún derecho siquiera a pensar en Axel. —¡Mila! El grito de Zaria me arranca abruptamente de mis pensamientos, aparto la mirada de la puerta cerrada y me concentro en ella. —¿Qué pasa, Mila? —pregunta—. ¿Por qué estás tan pálida, hasta parece que has visto un fantasma? Parpadeo varias veces mientras niego con un movimiento ligero
83. Amor y apoyo incondicional⤝MILA⤞Nos enfrentamos en un duelo de miradas por lo que parece una eternidad, el ambiente se vuelve denso y es casi imposible respirar. —¿No me invitas a pasar? — Finalmente, rompe el silencio.—No tengo por qué hacerlo. Tú no eres bienvenido a mi casa.Él sonríe y sus ojos brillan mientras se encoge de hombros. —Si yo no puedo entrar, tú tampoco lo harás. No tengo ningún jodido problema en hablar aquí mismo.Presiono mis dedos alrededor de la caja. Sé que no es buena idea dejarlo entrar, pero es peor si discutimos en el pasillo. A Zane no le importa nada, ni nadie.—Muévete —le ordeno, sin permitir que me tiemble la voz.Su sonrisa se ensancha.—No.—¿No quieres hablar? —inquiero con brusquedad.Él asiente y se hace a un lado.—¿Necesitas ayuda? —pregunta, señalando la caja.No le respondo y me las arreglo para abrir la puerta.Voy directamente a mi habitación para dejar el vestido sobre mi cama y vuelvo con rapidez a la sala.—¿Qué es lo que quieres
84. Brindo por ti⤝MILA⤞La presencia de mis padres no me permite pensar en la visita desagradable de Zane, menos recordar sus palabras llenas de veneno. No son más que un intento desesperado por evitar que Axel y yo nos casemos.Por lo que, nos sumergimos en una larga conversación llena de consejos sobre el matrimonio que no echo en saco roto. Más tarde, les enseño mi vestido. Mi padre, por primera vez desde que todo esto comenzó, se muestra emocionado y las lágrimas llenan sus ojos.Me pregunto, cómo va a reaccionar cuando se entere de que será abuelo.—No pensé que iba a emocionarme tanto —dice, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuerpo—. Aún me cuesta entender que mi niña ha crecido y que está lista para iniciar su propia familia.—Siempre seré tu niña, papá —respondo, sintiendo mis propias lágrimas llenando mis ojos.—Claro que sí, Mila. Desde que llegaste a mi vida, te convertiste en la luz de mis ojos. Jamás dudes de qué estaré para ti. —Lo sé, papá.—Si tu matrimonio no