38. Te estaré esperando⤝MILA⤞Sostengo el cuerpo de Axel entre mis brazos, pegado al mío. Es tan distinto a la última vez que estuvimos así, tan cerca. Entonces, no existía más que nosotros dos y nuestra reciente entrega. ¿Cómo puede cambiar una situación tan de repente? Solo fue un abrir y cerrar de ojos, y todo estaba patas arriba.Aún estoy impresionada por la confesión de Caroline. Su cinismo no tiene límites; ni siquiera en una situación tan dura como esta puede ponerse la mano en el corazón y pensar en sus hijos. ¡Los llevó nueve meses en su vientre! Sin embargo, parece que los ha odiado desde siempre.¿Cómo puede una madre ser tan cruel? ¿Cómo puede carecer del instinto protector hacia sus hijos? ¡Hasta una hiena protegería a sus cachorros!Mis ojos reparan en Caroline, que parece discutir con Allan Collin. El hombre no luce muy contento, que digamos. Quizá él sea el verdadero padre de Livia y tal vez apenas se esté enterando de la noticia.—Gracias por estar aquí, Mila.Dejo
39. No te va a gustar⤝MILA⤞Axel dirige su atención hacia mí, sus ojos están fijos en los míos. Los dos sabemos que no necesita casarse para entablar una demanda por la custodia de Livia. Solo tiene que demostrar que tiene los medios para hacerse responsable de su hermana y también llevar pruebas de que ninguno de sus padres es apto para cuidar de ella.No obstante, también sabemos que sus apariciones en las revistas, protagonizando un escándalo tras otro, no lo convierten en el mejor candidato. Entablar una demanda con esos antecedentes es una locura. Las posibilidades de perder el caso son muy altas.Axel no puede arriesgarse, no con la seguridad de Livia en juego.—Creo que este no es el mejor momento para hablar sobre la boda, abuelo. El peligro no ha pasado para Livia —refuta con un atisbo de molestia en su voz.—No hay mejor escenario que este, Axel. Le diste tiempo a tu madre para comunicarse con Livia y estas son las consecuencias —responde Daxton con seriedad.La expresión d
40. ¿Confiar en ti?⤝AXEL⤞Siempre tuve claro que mi familia no era para nada normal, que la relación de mis padres no era lo que debía ser; sin embargo, jamás me imaginé hasta qué nivel podía llegar su podredumbre.Primero, mi madre reveló un secreto que, hasta el momento, quiero pensar que solo es una artimaña de su parte para sacar provecho. Pero la duda es algo que no se puede borrar de la mente y del corazón.Para rematar, mi padre se presenta con una joven que fácilmente podría ser su hija.Me lleno de rabia e impotencia al comprobar, una vez más, que para ninguno de ellos somos importantes. Solo un mero trámite en su acuerdo.—¿Qué haces aquí? —pregunto con frialdad, cansado de lo mismo.—¿Por qué no me avisaste sobre el accidente de Livia? —me recrimina con enojo en la voz.—No creo que hubieras dejado lo que sea que estuvieras haciendo para venir —suelto, y veo cómo la mujer a su lado se estremece. Da un paso atrás, pero la mano de mi padre le impide alejarse, dejando claro q
41. Soy su prometida⤝MILA⤞Cuando pienso que las cosas no pueden ponerse peor, siempre sucede algo que me demuestra lo contrario.Dejo escapar un suspiro mientras Axel y Aiden se alejan por el pasillo. Ellos necesitan hablar sobre Livia y el accidente, por lo que es mejor que lo hagan a solas. Observo con discreción a la mujer que acompaña a Aiden.Es muy joven para asumir el papel de amante; sin embargo, no metería las manos al fuego para afirmar que no lo es. En todo caso, no debería preocuparme por la vida privada de Aiden Ridley, pero esto afecta de manera directa a Axel. No debe ser nada fácil para él todo lo que está pasando, parece como si la vida quisiera poner a prueba su paciencia.—No soy la amante del señor Ridley —murmura la joven, rompiendo el denso silencio que se ha instalado en la sala—. Lo vi tan mal que no pude permitir que viniera solo —explica. Hay cierta angustia en su voz y una genuina preocupación.—No voy a juzgar la relación que tienes con el señor Ridley —r
42. Cuídalo, Mila⤝MILA⤞El aire se espesa a mi alrededor. Siento que todo se mueve en cámara lenta mientras mi mente intenta procesar las palabras de Axel. Un ligero gemido abandona mi garganta y siento la mano firme de Axel sobre mi cintura.Hasta ahora, no me había preguntado sobre la magnitud del daño del accidente, y saberlo solo empeora mi preocupación.Para Livia será un duro golpe si no vuelve a caminar. Es tan joven y está tan llena de vida.—No… —susurro, negando con la cabeza. Mis manos tiemblan y un nudo se forma en mi garganta—. No… no puede ser.—Es una posibilidad, Mila —murmura Axel con enojo—. El médico no ha dado un diagnóstico definitivo. Dice que lo mejor es esperar —agrega con voz pausada.—Tendremos que confiar en que todo saldrá bien para Livia —interviene Daxton. El dolor en su rostro es más profundo que el día anterior. Eso demuestra que, a pesar de ser un hombre duro y frío, en el fondo tiene corazón.Aunque no necesito ser adivina para saber que, en el fondo
43. Solo por hoy⤝MILA⤞Apenas dejamos el hospital, nos dirigimos al aeropuerto. No esperamos mucho antes de subir al avión. Axel se ha mantenido en completo silencio desde entonces, pero su mano ha estado aferrada a la mía, incluso mientras le daba órdenes al capitán.—He pedido algunos bocadillos, no has comido nada desde el desayuno de esta mañana —dice, acomodando mi cinturón de seguridad.—Con todo lo que está sucediendo, no siento ni hambre —confieso, recargando la cabeza en el respaldo del asiento.—Mi familia es… —Él guarda silencio y me sonríe—. Una mierda.—Ninguna familia es perfecta, Axel.—La tuya sí que lo es —refuta—. No todos tenemos la dicha de tener unos padres como los tuyos. Ellos te escuchan, te apoyan y respetan tus decisiones.—No siempre es así, en ocasiones también discutimos —admito. No todo es perfecto, pero no puedo quejarme de mis padres; sin ellos no estaría donde estoy y no sería la mujer que soy.—Es normal discutir por pequeños desacuerdos, que no esté
44. Un solo destino⤝AXEL⤞No quiero pensar, no quiero sentir nada más que este deseo que me consume y me obliga a perderme en ella. Mila es más que mi ancla y mi refugio. Es mi paraíso, el único lugar donde todo lo demás desaparece y solo existimos nosotros.Es mi momento privado, más que una distracción de todo lo que estoy viviendo, Mila es mi necesidad. Mi escape y mi condena, el fuego que arde dentro de mí, que solo ella puede avivar y calmar.—Tómame —pide, atrapando mi cuello y enredando sus dedos entre mis cabellos.Un gruñido abandona mi garganta. Su petición es como el canto de una sirena que me embruja. Mila eleva las caderas y mi pene presiona sobre su pelvis, estremeciéndose bajo mi cuerpo y el deseo me golpea con la fuerza de un boomerang. La necesidad de enterrarme en su interior corta mi respiración.—Por favor, Axel —súplica.Mi cuerpo vibra y un nuevo gemido abandona mis labios cuando su cálido aliento roza el lóbulo de mi oreja. Mis dedos se deslizan por su pecho, d
45. Se nos hace tarde⤝MILA⤞Sus movimientos se vuelven más feroces, más desesperados, hasta que el placer me atraviesa como un rayo, cortándome el aliento.—Te amo, te amo.Las palabras salen sin permiso de mis labios mientras mi cuerpo convulsiona. La esencia caliente de Axel me llena por completo, lanzándome a una nueva espiral de placer desbordante.Mis palabras se repiten una y otra vez sin que pueda hacer nada para detenerlas. Me convierto en un mar de gemidos y balbuceos, aferrando mis uñas a la piel de su espalda, dejando mi marca en ella.Hasta que, de repente, lo siento tensarse y quedarse quieto. Mis ojos buscan los suyos, pero Axel los tiene cerrados, se muerde el labio y una mueca cruza su rostro.El miedo se abre paso como veneno por mi cuerpo. Los latidos de mi corazón se aceleran ante la idea de que me haya escuchado.Sé muy bien que no debí dejarme llevar por las emociones, pero es tarde para los arrepentimientos. Si ha escuchado mi confesión, no puedo hacer nada más