28. Un beso tan natural y tan incorrecto⤝Mila⤞El fuego corre por las venas de mi cuerpo, provocando un incendio difícil de controlar. Los latidos de mi corazón se aceleran, pero no tengo la más mínima intención de apartarme de la boca de Axel, mucho menos cuando me sostiene de la manera en la que lo hace. Es como si algo más fuerte que nuestra voluntad nos empujara y el mundo entero desapareciera.Su boca es tan caliente y abrazadora como el fuego mismo. Sus manos acarician mi espalda con una mezcla de temor y urgencia.Cierro los ojos y me dejo llevar por la sensación de sus labios contra los míos, por la manera en que su respiración se entremezcla con la mía.Nos movemos al mismo ritmo, como si hubiéramos hecho esto mil veces, como si nuestros labios se entendieran y supieran un secreto que nosotros desconocemos.Un fuerte gemido queda atrapado en el fondo de mi garganta cuando, por la falta de aire, el beso termina. Mi corazón late acelerado, mis labios hormiguean y mi estómago s
29. Bienvenida a la familia⤝Mila⤞«Sedúcelo, Mila. Y si aún no está loco de amor, haz que lo esté.»No debería darle crédito a las palabras de Zaria ni permitir que mis esperanzas echen raíces, al menos si quiero mantener mi corazón intacto. Sin embargo, aquí estoy, un lunes por la mañana, subiendo al piso de presidencia con un atuendo distinto al habitual.Los tres primeros botones de mi blusa blanca están desabrochados, dejando entrever la hendidura de mis redondos pechos. Mi pantalón se amolda perfectamente a mis caderas, resaltando la curva de mis nalgas y ajustándose a mis piernas como una segunda piel, haciéndolas lucir más estilizadas.¿Qué diablos estoy haciendo?La pregunta retumba en mi cabeza desde que vi mi reflejo en el espejo al vestirme. Tal vez no solo debería reconsiderar mi atuendo, sino también mi cordura. Esto es una locura desde cualquier perspectiva.—Buenos días, señorita Ellington.Salgo de mis pensamientos en cuanto escucho la voz de Nina. Está parada frente
30. Soy un idiota⤝AXEL⤞Llego a la compañía más temprano de lo habitual. Me quedo dentro del auto, inmóvil, atrapado en mis recuerdos. Los labios de Mila sobre los míos, el sabor de su boca, la calidez de su pequeña lengua enredándose con la mía me atormentan a cada segundo. Incluso en mis sueños, su calor me persigue.El hormigueo de mis labios, la tensión en mi entrepierna apenas me dejan pensar. ¡Ni siquiera sé lo que haré ni qué le diré cuando me encuentre con ella! Hui de su casa como un cobarde, sin explicaciones y con un “lo siento” que ni siquiera debí pronunciar.Golpeo el volante con los puños, y el claxon irrumpe en el silencio del estacionamiento. Echo la cabeza atrás, cerrando los ojos, pero el recuerdo de su beso sigue ahí, robándome la paz.Cuando la quietud y el silencio se vuelven insoportables, salgo del auto y camino a mi oficina. Necesito ocupar la mente, saturarme de trabajo, de cualquier cosa que me ayude a dejar de pensar en Mila.Sin embargo, no importa cuánta
31. No te disculpes⤝MILA⤞—¿Cambiaría algo entre nosotros si te digo que es exactamente lo que siento por ti? —La pregunta sale tan natural que me sorprende. Mis ojos se clavan en los suyos mientras espero una respuesta.No sé en qué momento me dejo llevar por mis sentimientos. Quizá fue al ver la culpa en la mirada de Axel, el tormento en su rostro y la agonía en su voz. Él piensa que miento solo para ayudarlo, cuando en realidad solo me he limitado a ser sincera. Ahora que la caja de Pandora se ha abierto, no quiero seguir fingiendo. Ya no hay vuelta atrás, ni espacio para las dudas, al menos no de mi parte.—¿Qué? ¿Qué sientes?La voz le tiembla mientras cierro la distancia entre nosotros, nuestros alientos se mezclan. Café y menta.Me muerdo el interior de la mejilla, no aparto la mirada de sus bellos y oscuros ojos, perdiéndome en ellos y, sin meditar mi respuesta, simplemente dejo escapar el más profundo de mis deseos.—Quiero que me beses, Axel —pido.Él se queda quieto, sus o
32. Maravilloso pecado⤝AXEL⤞«Quiero que me beses, Axel».Desde que escuché la petición de Mila, supe que estaba perdido. Lo que vino después… no puedo describirlo. Es un cúmulo de emociones que sobrepasa todo razonamiento. No puedo respirar. No puedo pensar.Lo único que existe en este momento es el cuerpo de Mila sobre el mío, el calor de su piel contra la mía y su respiración entrecortada junto a mi pecho. La realidad me golpea con la fuerza de un guante de boxeo, pero no estoy listo para afrontarla.Cierro los ojos cuando la tensión que creí liberada con cada beso, con cada gemido, regresa con una fuerza abrumadora que me deja sin aire. Mi mente grita advertencias que mi cuerpo ignora. No debí hacer esto. No debí dejarme llevar de esa manera, no con Mila.Ella no es cualquier mujer. Hasta hace unos minutos, era mi mejor amiga. Sin embargo, sé muy bien que no había forma de detenernos. No después de su pregunta. No después de su “hazlo”.Perdí la cabeza y me dejé llevar sin pensar
33. Un sueño o una realidad⤝MILA⤞La declaración de Axel no tiene ni un ápice de romanticismo; sin embargo, suena como una dulce y seductora melodía. No es lo que esperaba, aun así, es mejor que verlo escapar, y escuchar sus disculpas que solo arruinarían el momento que acabamos de tener y que, además, me harían sentir culpable por haberlo provocado.¡Lo hicimos en la oficina! ¡Dos veces!No puedo creer la facilidad con la que me he olvidado de todo, incluso de que estamos en horas de trabajo. Alguien pudo haber entrado y descubrirnos en tremenda escena. El pensamiento me hace estremecer; acariciamos el peligro de la misma manera que lo hicimos con nuestros cuerpos.—Mila…—Necesito respirar —digo y empujo ligeramente su cuerpo para levantarme. ¡Jamás veré ese sillón con los mismos ojos! Siempre será el recordatorio de lo que hemos hecho.En silencio, recojo mis prendas y, bajo su atenta mirada, me visto. Debería correr al baño y limpiarme, pero no quiero ni moverme. Tengo miedo de q
34. No dejaré que la veas⤝AXEL⤞No sé si agradecer o maldecir a Soren por su inoportuna interrupción. Lo que sí me queda claro es que debo tener más cuidado, no solo por mí, sino por Mila. Fue un riesgo total el que corrimos, nos olvidamos del mundo y de todo lo que nos rodeaba.Una locura que, contra todo pronóstico, estoy deseando repetir. Mantener las manos quietas y solo para mí es un esfuerzo titánico. Muero por estirar la mano y acariciar su mejilla.Me siento un hombre avaro: ahora que la he probado, necesito más. Muerdo el interior de mi mejilla, me relamo el labio, convencido de que, si me quedo, no seré capaz de resistir y la tomaré de nuevo.—Te veo luego, esposa —prometo. Le regalo una mirada intensa antes de salir de la oficina.Me uno a Soren antes de que llegue a mi oficina. Él abre la puerta como si fuera suya y me concede el honor de entrar primero. La curiosidad debe estar matándolo; no lo culpo. Después de todo, fue él quien lanzó el dardo primero. Fue idea suya co
35. Favor, perdóname⤝MILA⤞Luego de llamar a mi madre y comunicarle el deseo de Daxton de reunirse para tratar asuntos relacionados con el compromiso, trato de concentrarme en el trabajo, lo cual resulta imposible. Mi estómago parece un nido de águilas y, cada vez que mis ojos terminan en el sillón, un escalofrío me recorre la columna vertebral.Me parece increíble que Axel y yo hayamos terminado teniendo sexo en el sillón y en la oficina. Aún espero despertar y que todo sea un sueño. Quizá me lleve tiempo procesar esto que ha pasado y esperar que las cosas realmente no cambien entre nosotros.El sonido de los mensajes en el celular me saca de mis inquietantes pensamientos. Lo tomo del escritorio y reviso. Es un mensaje de Axel:—"Me ha surgido una emergencia, no podré llevarte a casa. Te contaré luego, por favor, perdóname."Un atisbo de duda surge y el temor de que la realidad finalmente lo haya golpeado se instala en mi corazón.Quizá necesita tiempo para asimilar lo que hemos hec