Él
El día de salir de expedición ha llegado. Desde temprano he salido de la casa que ya no es mi casa, ahora es la casa donde vive Ruth y el pequeño Yora. La verdad es que no me siento para nada cómodo en este lugar, solo llego a cambiarme y bañarme, también miro que el pequeño esté bien y vuelvo a salir de la casa, no puedo ni siquiera pensar en estar cerca o en el mismo lugar donde está Ruth.
Miro un tumulto de gente en la orilla de la playa y están alistando las balsas para poder irnos, siento una sensación extraña en mi pecho que hace que quiera correr en búsqueda de Margot pero me detengo al instante, sé que no es una buena idea, ella no quiere verme.
Anoche sé que ella nos vio di
Me despierto sintiendo un fuerte dolor, algo que ni siquiera me permite gritar, en realidad solamente me retuerzo en la cama.—Aileen —digo sin aliento pero ella no me escucha, trato de moverme un poco y estiro mi brazo haciendo que algo cercano caiga y termine por llamar su atención.—¿Qué… qué pasa? —pregunta y yo la miro fijamente—. ¿Margot?—Algo pasa… no puedo… moverme —digo sin aliento—¿Te duele algo? —asiento y luego ella corre hacia fuera de la habitación para regresar con Sabina quien también dormía.—¿Margot? —dice y yo la miro para despu&eacu
ÉlNo sé cuánto tiempo ha pasado pero sí sé que he perdido la conciencia en interminables ocasiones. He escuchado que volvemos a la isla, también que estoy a punto de morir y sé que Ajax ha sido el culpable de todo este alboroto.He soñado con Margot, le he pedido su ayuda, sé que si ella estuviera conmigo no me sentiría tan débil, si tan solo la pudiera tener cerca, si tan solo la pudiera tener conmigo. La extraño y ahora más que nunca me reprocho a mi mismo los errores que he cometido. La perdí, ella ni siquiera puede verme ahora.—Ya pronto llegaremos —me dice Kevin—. El curandero está en la orilla, esperando.Luego mi c
La visita de Aquiles me ha dado un respiro, me ha encantado verlo y saber que está bien y sobre todo que le he ayudado de alguna manera. Me pongo de pie y camino hasta la ventana para mirar la noche, hay algunas antorchas encendidas y el viento cálido siempre presente hace que me llene de energía. Abajo veo una silla y en la silla está Aquiles, duerme abajo de mi ventana desde hace días, en realidad desde que me ha dicho que no viviría en nuestra anterior casa y eso me hace alborotar el corazón de nuevo.—Todo está casi listo para la ceremonia —dice Aileen mientras se deja caer en su cama, es tarde ya y mañana es su ceremonia.—Me siento muy feliz por ti —digo y ella me dedica una sonrisa, ojalá que pudiera ser esto mejor para ti.
Después de la extraña conversación con Aquiles he vuelto a casa, la verdad es que no me quiero arriesgar a verlo más y ser más débil ahora. Me he liberado del bonito vestido que me han hecho y he tomado una ducha para liberarme de la arena que se me ha pegado en la piel. Me pongo un camisón para dormir y me apresuro a recostarme en la cama que por primera vez no comparto con Aileen, pero estoy feliz por ella, en realidad más que feliz, porque sé que se une a un hombre que realmente vale la pena y que hará un excelente trabajo.Tomo largo suspiros para después tratar de dormir, ya ha anochecido, hoy hay más viento de lo normal, he escuchado en la reunión que mañana van a partir a la isla hermana para investigar sobre el ataque que han sufrido hace un par de días. Me da tranquilidad que Aquiles est&
ÉlMe despierto sobresaltado después de sentir como un par de hormigas se suben por mis piernas. Doy un par de manotazos y al instante me vuelvo hacia todos lados. No hay rastros de Margot, pero ella… ella estaba conmigo, estoy seguro, ella estaba a mi lado y ahora solo… solo se ha ido o ¿acaso fue mi imaginación?Miro a mi alrededor pero no está ni su ropa, ni algo que indique que de verdad he pasado la noche con ella y hemos… hecho el amor en interminables ocasiones.Me pongo de pie y cubro mi desnudez, luego voy hacia la casa de Sabina pero casi cuando estoy por llegar me encuentro a Kevin.—¿Nos vamos? —dice y yo me quedo mirándole algo confundido porque no s&
Sé que él se ha ido, puedo sentir que ni siquiera está cerca de mí. He repetido en interminables ocasiones, no puedo lograr convencerme de que he hecho mal, la verdad es que no siento que haya hecho mal. Él es mi pareja, además, aunque hubiese tenido a un hombre apuesto frente a mi yo solo hubiese deseado a Aquiles.He hablado con Sabina sobre esto, ella dice que en realidad lo que me pasa es bastante común debido a la marca pero dudo mucho que sentirme de esa manera sea completamente sano. Lucir como una mujer sumamente desesperada y abrumada no puede ser algo sano. Pero no pude evitarlo, es como si la luna se hubiese apoderado de mi mente y de mi cuerpo.Me pongo de pie y voy directo hacia afuera, sé que Sabina ha ido a conseguir un par de cosas para la comida así que iré a ver
ÉlHemos terminado con todos en este lugar, mis hombres están transformando sus cuerpos y otro más tratando de sanar las heridas que han sufrido en batalla. He repartido actividades a otro par para que así podamos llevar bastantes suministros a nuestra isla y un par de esos artilugios que ellos tenía. La verdad es que no sé para que funcionan pero creo que les vendrá bien a nuestra gente.Lo que hemos acordado irnos esta misma tarde este lugar para poder tomar el mayor número de provisiones, así que aún falta tiempo para poder ver a Margot.He intentado de todo pero simplemente no puedo quitármela de la cabeza. Aunque también he pensado en el pequeño Yora, no puedo evitar preguntarme si está bien o si tal vez ya creció un poco más.
Aquiles ha salido de la casa y es que por fin puedo respirar, la culpa no me abandona, día y noche estoy pensando en que pude haberlo evitado de alguna manera.—Tienes que parecer mucho más tranquila, de verdad, no te ves tranquila —dice Sabina y yo niego.—Es que… no sé como hacerlo, aun pienso que pude haberlo evitado de alguna u otra manera y después pienso que… no lo sé —ella niega y Aileen bufa.—Tú estás haciendo algo muy grande de esto… fue un accidente, y este tipo de accidentes pasan —yo niego—Y ¿por qué se lo ocultamos a Aquiles? —pregunto y ellas bufan.—Podemo