Con lo que me había contado Kendall sobre el embarazo de Paulina, tenía la razón perfecta para cancelar el compromiso.Salí de mi apartamento decidido a hablar con Domenic, se que se que esto iba a ser un enorme problema, tal vez pierda algunos negocios, pero yo prefería eso a perder a mi hermosa y caótica pequeña.Fui a la empresa de Domenic, tenía que hablar con él sobre Paulina, y sobre el supuesto embarazo.Cuando entre a su oficina él me miró y me hizo señas para que me acercara, yo puse los ojos en blanco, esta actitud de prepotencia era tan molesta.— ¿Como estás? — Me preguntó.— Exelente — Le contesté mientras me sentaba.— ¿Que te trae por aquí? — Me preguntó mirándome fijamente a los ojos.— Quiero hablar de Paulina y de su embarazo — Le dije de golpe.Domenic parpadeo un par de veces, se veía sorprendido, pero después volvió a su habitual expresión.— Felicidades cuñado — Me dijo.Yo me rei un poco, esto era demasiado descarado de su parte.— No te hagas el imbécil, sabes
Salí de la universidad junto con las chicas, y lo primero que vi fue a Caesar recostado en su coche. Barbie, Clau y yo, Kendall, nos acercamos a él.— ¿Qué carajos te pasó en la cara? — le pregunté, sorprendida.Su rostro estaba lleno de golpes. Barbie se acercó a él y lo examinó detenidamente.— ¿Con quién te peleaste? — le preguntó ella, preocupada.Caesar sonrió y respondió con una sonrisa en su rostro.— Eso no importa, lo importante es que he cancelado el compromiso — nos dijo, con un tono de satisfacción en su voz.Tragué saliva, era evidente que se había enfrentado a Domenic.— Te ves terrible — le comenté, preocupada por su estado.Caesar sonrió nuevamente, como si estuviera tomando todo con humor.— Me veo más sexy, muchas de las chicas que han pasado por aquí, me han comido con la mirada — bromeó.Puse los ojos en blanco, incluso golpeado, no dejaba de hacer bromas de mal gusto.— ¿Quieres más golpes? — le pregunté, tratando de ocultar mi preocupación.Él me tomó de la cintu
Barbie se había ido conmigo al apartamento, ella aún estaba hablando por la pelea que había tenido con Domenic.— ¿Puedes quedarte en silencio? — Le pedí.No tenía cabeza para sus reproches, ahora solo estaba pensando en Kendall, necesitaba saber de ella.— ¿Crees que ella esté bien? — le pregunté a Barbie.Ella se quedó en silencio y asintió con la cabeza.— Kendall es la chica más fuerte que conozco, no te preocupes, ella volverá — me dijo.El timbre sonó, yo me levanté de inmediato del sofá y fui a abrir la puerta.Kendall estaba allí de pie con una sonrisa.— Creo que he quedado en la calle, ahora eres responsable de mi — Me dijo.Yo la cargue y la lleve dentro.— Te amo, pequeño caos —le confesé, dejando que mis palabras reflejaran la intensidad de lo que sentía por ella.— También te amo, rinoceronte — me respondió. sus labios formaron una sonrisa traviesa que me hizo reír.Nos quedamos allí, disfrutando del abrazo y la sensación de estar juntos de nuevo. — Estoy aquí — Dijo Ba
UNA SEMANA DESPUÉSLos días pasaron sin ningún tipo de percance, fue un poco extraño, pero me alegraba demasiado que mi familia nos dejara en paz, creo que ellos habían aprendido la lección, o tal vez tenían miedo de lo que pudiéramos decirle a la prensa.Caesar se acercó a mi, yo estaba en la cocina comiendo algo de cereal, el me quedó viendo y después arrugó el entrecejo.— Te levantas muy tarde — Me dijo.Yo lo quedé mirando de arriba a bajo, eran las siete de la mañana, como se atrevía a decirme que era tarde.— Tarde, tal vez para ti — Me queje.Vivir con Caesar es un lío, ese hombre o no duerme o estaba molestandome por todo.— Tenemos que poner algunas reglas aquí en la casa, por ejemplo, que te levantes más temprano para que me hagas de desayunar — Me dijo con seriedad.Yo mastique el cereal lentamente, este hombre se estaba ganando una golpiza.— No voy a cocinar para ti, si quieres de comer o lo preparas tu o lo pides — Le dejé en claro.Caesar se cruzó de brazos.— ¿De verd
Cuando llegue a la universidad la mañana siguiente, ya Barbie y Clau estaban allí esperándome, yo me acerque a ellas y me senté en la mesa donde nos sentabamos todos los días.— Ese tipo tiene que pagar — Dijo Barbie.Yo respiré hondo.— ¿Que hacemos ? — Le pregunté.— Tiene que decir que ella está embarazada — Me sugirió.Yo eso lo había pensado, pero después de un par de horas llegue a la conclusión de que era una muy mala idea, Paulina fácilmente podía decir que era de Caesar y eso empeoraría las cosas de una manera horrible.— Tiene que ser otra cosa, tenemos que hacer algo tan grande que Domenic no tenga de otra que retroceder — Les dije.Domenic era malvado, mi tío había hecho un gran trabajo con él.— ¿Y si lo metemos en una situación muy comprometedora? — Sugirió Clau.Tanto Barbie como yo la quedamos viendo.— ¿Que se te ocurre? — Le pregunté.Ella sacó de su bolso una revista donde habían dos dibujos animados masculinos dándose un beso.— ¿Desde cuando lees eso? — Le pregunt
Los días pasaron y Caesar se la pasaba en su oficina. No podía decir nada, ya que en parte era mi culpa que él estuviera trabajando el doble. Así que hice algo que tal vez le ayudaría un poco.Yo había llamado a Agustín para que me diera un par de clases de cocina, y también para que me ayudara a hacer la cena de hoy.— Eres horrible en esto, es mejor que compres la comida ya preparada — Me dijo mientras me veía picar unas verduras.Yo dejé el cuchillo a un lado y lo mire.— Se supone que estás aquí para enseñarme — Le recordé.— Eso lo tengo en claro, pero existen personas que no se les da bien y desgraciadamente tu eres una de ellas, mejor déjame a mi terminar esto — Me dijo.Yo me encogí de hombros y lo deje terminar lo demás, observe como cocinaba, era un poco sorprendente, era una lastima que no se me diera, pero iba a poner de mi para al menos poder preparar algo bien.Después de que Agustín termino, él se despidió y se fue, yo empecé a arreglar la mesa donde iba a cenar con Cae
Esa tarde, los tres fuimos a la casa de Clau a ayudarla a cambiarse, teníamos que hacer de Clau una reina.— ¿Y si no me cree? — Preguntó Clau mientras Charlie le terminaba de arreglar el vestido, un vestido rojo ceñido al cuerpo, estilo sirena con un escote recto.— Te creerá, Domenic se cree un dios griego — Le dije.— Y si que lo es, solo de imaginarme a ese hombre desnudo se me hace agua la boca — Dijo Charlie.— Clau ya lo ha visto — Le dijo Barbie.Charlie miró a Clau.— Y yo que pensaba que eras la más santa del grupo, que guardado lo tenías — Le dijo.Clau se puso roja.— Fue por error, ni siquiera lo mire por tanto tiempo — se defendió.— ¿Y entonces como sabes que su pene era tierno? — Le pregunto Barbie.Yo puse los ojos en blanco, estos tres no se tomaban las cosas enserio.— ¿Como mierda es un pene tierno? — Preguntó Charlie.Yo interviene en la conversación, no quería volver a escuchar sobre eso.— Es mi primo, y estoy aquí presente — Les recordé.Los tres se quedaron en
El llanto de Clau me estaba poniendo de los nervios mientras Charlie nos miraba ocasionalmente a través del retrovisor. Barbie, por su parte, ya estaba trazando planes para una posible fuga de prisión, la tensión en el coche era palpable, y yo estaba tratando de mantener la calma, pero nada podía tranquilizarme del todo.— Tenemos que meterlo en una bolsa negra y lanzarlo al río — sugirió Clau entre lágrimas.Yo la miré de inmediato, ¿acaso estaba loca?— Si él está muerto las tres la vamos a pasar muy mal — Dijo ella aún llorando.Sus palabras hicieron que mi corazón diera un vuelco, yo odiaba a Domenic, pero no quería matarlo.— Es mejor deshacernos del cuerpo — Nos dijo Clau.— ¡Cómo puedes decir eso! — la regañé. Yo estaba tratando de contener mi angustia y Clau solo lo empeoraba.— ¿De dónde sacas todas esas cosas? — Le pregunto Charlie.— Lo vi en un documental, es lo mejor, así no terminamos en la cárcel. ¡Yo no quiero ir! — se quejó Clau.Su voz estaba temblorosa, se le nota