Ivette, se movió y sintió un peso sobre su seno izquierdo y sobre sus piernas. Abrió los ojos enormes y no reconoció el lugar hasta que los recuerdos volvieron a ella. Una enorme sonrisa se dibujó en su rostro, la mano de Zahir, era la que reposaba sobre su seno y una de sus piernas rodeaba las suyas, estaba completamente abrazado a ella. Lo contempló en silencio, su hermoso rostro sereno y placido, su respiración acompasada, era increíblemente hermoso y ahora lo sentía tan suyo, sentía que se pertenecían en cuerpo y alma, pero no debía engañarse El Príncipe, estaba acostumbrado a llevar una vida de libertinaje, no cambiaría de la noche a la mañana, así que debía tener mucha paciencia.
Él abrió los ojos en ese preciso momento, sus parpados dieron paso a esos hermosos pero fríos pozos grises. Solo que en aquel mo
ME ENCANTARIA LEER SUS COMENTARIOS SOBRE LAS PAREJAS. LA VERDAD CREO QUE CADA UNA ES ESPECIAL, SEGÚN SE VEA. ZABDIEL E ISABELLA, SON UN AMOR TIERNO, CARIÑOSO, LLENO DE MUCHA DULZURA.EL AMOR ENTRE IVETTE Y ZAHIR ES MÁS APASIONADO Y DE LUCHA ENTRE SUS PASIONES Y TERCEROS. EL AMOR DE MATT Y SUSETH, QUE ES EL DEL QUE MENOS SABEN ES MÁS DIVERTIDO, JOVIAL PERO MUY TIERNO TAMBIÉN. QUIZÁS ALGÚN DÍA ESCRIBA SOBRE ELLOS.*********************************************Los días pasaron con rapidez. Ivette, no pudo seguir evitando a James y tuvo que aceptar un par de cenas con él, se comportó educada pero distante y en las ocasiones en las que intentó besarla, ella lo había rechazado. James, se sentía con
Los días en Norusakistan, pasaban tranquilos, Zahir se mostraba atento y cada día hacía cosas nuevas para llamar la atención de Ivette. La llevaba a cabalgar, la llevaba al mercado, la llevó a un lindo restaurante oriental, donde comió exquisiteces y comidas con nombres muy extraños.Zabdiel, estaba feliz, su hermano parecía relajado y sereno junto a Ivette, sin duda alguna el amor cambia corazones y actitudes, solo basta tener a la persona indicada para que todas las barreras se vengan abajo y disfrutes de la felicidad que da tener la compañía del ser amado.Isabella, por su parte estaba muy feliz. Nael, crecía con rapidez, era sano, fuerte y rozagante, cada día se parecía más a su padre. Por otra parte cada día se añadían más bárbaros al plan de integración que Isabella, les había ofrecido, ll
Ivette, abrió los ojos, desperezándose buscó el cálido cuerpo de Zahir, pero él ya no estaba, sin embargo el lado de la cama que había usado estaba aún caliente y conservaba su aroma.El malestar del día anterior había pasado y aunque seguía sintiéndose un poco débil, tenía mejor ánimo para enfrentar el día y sus consecuencias.Cuando llegó al desayunador todos estaban ya listos.-Esperábamos por ti, querida Vetty- le dijo Hayffa, sonriendo-Buen día, hoy se me han pegado un poco las sábanas, anoche no me sentía muy bien.-Últimamente pareces muy agotada- le dijo Hayffa- deberías descansar más.-Estoy bien, solo es un poco de agotamiento, nada más.-Hoy quisiera invitarte a dar un paseo, Ivette- le dijo Zahir- pero si te sientes muy cansada, podríamos posponerlo.
Ivette abrió los ojos enormes, no pudiendo creer lo que escuchaba, era muy difícil darle crédito a sus oídos.¡El Príncipe, le estaba pidiendo matrimonio!-Zahir. . .-Solo tienes que decir que sí - le sonrió- una sola palabra, abre las puertas a nuestra felicidad.- ella lo miró en silencio por unos segundos.-No- dijo firme y Zahir, la miró con ojos enormes- no puedo casarme contigo, Zahir- se incorporó en la cama, cubriéndose con las sábanas mientras miraba a un perplejo Príncipe- No puedo convertirme en tu esposa cuando no estoy completamente segura de lo que sientes. Hablas de deseo, de pasión, de ardor, pero yo necesito más que eso, necesito amor para estar segura de que esto es de verdad.-Pero, Ivette. Mujer. . .¿No?- lo miró estupefacta- por Alá, me estás rechazando, Ivette Cooper. . .¿de verdad, no?-De verdad- admitió- mi respuesta es no, Zahir, no me someteré a una vi
Dos días más tarde no habían signo de mejora en ninguna de las dos y por más que la Reina insistió en que sólo eran malestares estomacales, quizás algún virus muy fuerte, Zabdiel decidió mandar a llamar al médico. Quizás Isabella, no estaba tan mal, pero Ivette se veía cada vez peor y adolorida. También aseguraba que sería una infección gastrointestinal, pues le dolía mucho el estómago, pero aseguraba que no era un mal mayor. Sin embargo frente a la preocupación del Príncipe y la determinación del Jeque, no hubo mucho que hacer, pues el médico ya estaba en Palacio.-¿Cómo está?- preguntó Zabdiel ceñudo, intentando controlar sus nervios.-Al parecer es una infección intestinal, Majestad.-Se lo dije- intervino Isabella.-
Aquel tiempo en el hospital había sido sumamente difícil. Afortunadamente Isabella, se recuperó con prontitud como había dicho el galeno y tal como lo previno éste, Ivette había tardado un par de días más, pero con el tratamiento adecuado y los cuidados del Príncipe, que muy poco se apartaba de ella, había vuelto a Palacio en una semana, sintiéndose un poco débil pero indudablemente recuperada.No habían querido interrumpir la luna de miel de Suseth y Matt, por más que Isabella insistió en que debían comunicarle de lo sucedido, Ivette aseguró lo contrario dado que ambas estaban bien, así que La Reina Norusakistana, decidió respetar la decisión de su amiga y mantener a Matt y Suseth, al margen de lo ocurrido.Ahora, Ivette tenía dos días de haber vuelto a Palacio y había recuperado
-¿Cómo que están atacando Palacio?- pregunta Zabdiel, poniéndose en pie de un salto. El Príncipe, imita su ejemplo, con expresión de asombro.-Bárbaros intentan entrar, mi Señor, es necesario que huyan, deben esconderse- dice Haimir, aterrado.-¡De prisa, todos arriba!- grita Zabdiel y las damas obedecen. El corazón de Isabella salta desesperado, pero intenta mantener la calma.¡Atacan Palacio!Por Dios Santísimo, debía resguardar a su hijo, debía proteger a Nael.Ivette, se siente momentáneamente confundida y desorientada. Por un instante no sabe qué decir o tan siquiera moverse.-¡A los escondites!- dice Zahir- ¡debemos protegerlas!-¡Rápidamente, a mis habitaciones!, ¡apresúrense!- las insta Zabdiel
-Han logrado entrar, mi señor- dijo Haimir- es su primo quién los comanda.-¡Alimaña ponzoñosa!- gruñó Zahir- ¡Sabandija del desierto, debimos haberlo matado hace mucho!-Ha venido por sangre- dijo Zabdiel- por mi sangre, específicamente.Zabdiel, estaba plenamente seguro de que así era. Esquizbel, había dejado claro su deseo de asesinarlo, así que había venido a cumplir con eso que anhelaba desde hacía mucho. Esperaba poder salir con vida de aquello y volver junto a su mujer y su hijo, no toleraría perderles. No toleraría no volver a verlos, no ver a su madre, a su pueblo. Necesitaba luchar por ellos.-¡Vayamos!- dijo Zahir y todos comenzaron a correr.-Necesitamos ir a la biblioteca por armas- aseguró Zabdiel, no podemos presentarnos así como si nada, desarmad