Dos días más tarde no habían signo de mejora en ninguna de las dos y por más que la Reina insistió en que sólo eran malestares estomacales, quizás algún virus muy fuerte, Zabdiel decidió mandar a llamar al médico. Quizás Isabella, no estaba tan mal, pero Ivette se veía cada vez peor y adolorida. También aseguraba que sería una infección gastrointestinal, pues le dolía mucho el estómago, pero aseguraba que no era un mal mayor. Sin embargo frente a la preocupación del Príncipe y la determinación del Jeque, no hubo mucho que hacer, pues el médico ya estaba en Palacio.
-¿Cómo está?- preguntó Zabdiel ceñudo, intentando controlar sus nervios.
-Al parecer es una infección intestinal, Majestad.
-Se lo dije- intervino Isabella.
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Aquel tiempo en el hospital había sido sumamente difícil. Afortunadamente Isabella, se recuperó con prontitud como había dicho el galeno y tal como lo previno éste, Ivette había tardado un par de días más, pero con el tratamiento adecuado y los cuidados del Príncipe, que muy poco se apartaba de ella, había vuelto a Palacio en una semana, sintiéndose un poco débil pero indudablemente recuperada.No habían querido interrumpir la luna de miel de Suseth y Matt, por más que Isabella insistió en que debían comunicarle de lo sucedido, Ivette aseguró lo contrario dado que ambas estaban bien, así que La Reina Norusakistana, decidió respetar la decisión de su amiga y mantener a Matt y Suseth, al margen de lo ocurrido.Ahora, Ivette tenía dos días de haber vuelto a Palacio y había recuperado
-¿Cómo que están atacando Palacio?- pregunta Zabdiel, poniéndose en pie de un salto. El Príncipe, imita su ejemplo, con expresión de asombro.-Bárbaros intentan entrar, mi Señor, es necesario que huyan, deben esconderse- dice Haimir, aterrado.-¡De prisa, todos arriba!- grita Zabdiel y las damas obedecen. El corazón de Isabella salta desesperado, pero intenta mantener la calma.¡Atacan Palacio!Por Dios Santísimo, debía resguardar a su hijo, debía proteger a Nael.Ivette, se siente momentáneamente confundida y desorientada. Por un instante no sabe qué decir o tan siquiera moverse.-¡A los escondites!- dice Zahir- ¡debemos protegerlas!-¡Rápidamente, a mis habitaciones!, ¡apresúrense!- las insta Zabdiel
-Han logrado entrar, mi señor- dijo Haimir- es su primo quién los comanda.-¡Alimaña ponzoñosa!- gruñó Zahir- ¡Sabandija del desierto, debimos haberlo matado hace mucho!-Ha venido por sangre- dijo Zabdiel- por mi sangre, específicamente.Zabdiel, estaba plenamente seguro de que así era. Esquizbel, había dejado claro su deseo de asesinarlo, así que había venido a cumplir con eso que anhelaba desde hacía mucho. Esperaba poder salir con vida de aquello y volver junto a su mujer y su hijo, no toleraría perderles. No toleraría no volver a verlos, no ver a su madre, a su pueblo. Necesitaba luchar por ellos.-¡Vayamos!- dijo Zahir y todos comenzaron a correr.-Necesitamos ir a la biblioteca por armas- aseguró Zabdiel, no podemos presentarnos así como si nada, desarmad
Zahir, escuchó el grito de terror de Isabella y se acercó a ella para abrazarla y brindarle un poco de consuelo.-Debes ser fuerte, Isabella. No puedes rendirte ahora.-Todo estará bien- gimió Ivette, con las lágrimas derramándose por sus mejillas.-¿Está. . . está muerto?- preguntó para certificar sus sospechas.-No, no lo está- Zahir, lloró- pero está muy delicado, tiene una herida grave, él. . . él dice que está muriendo y que necesita verte.-¡Por Alá!-gimió Hayffa, quien hasta ese momento había llorado en silencio- ¡quiero ver a mi hijo!-¡Yo también quiero verlo!- exclamó Isabella, mientras se secaba las lágrimas.-Todo está controlado, vayamos pronto. Ya pueden salir.<
Los días pasan y el Rey, parece mantenerse estable. La fiebre lucha por mantenerse en su cuerpo, pero Isabella lucha por mantenerlo con vida, es una recia batalla de titanes.La Reina enfrentada a la muerte, ambas damas luchando por el mismo hombre.Ivette y Zahir, unidos por las múltiples obligaciones. Él, tuvo que asumir las responsabilidades del reino, ella siendo su ayuda fiel y su compañera en todo. Una loca idea había estado rondando su mente, pero debía esperar a la recuperación del Soberano, porque todos rogaban por su pronta mejoría. Zabdiel, libraba su propia batalla habían días en los que abría los ojos y estaba consiente por unos minutos, otros parecía sumido en un sueño interminable.Isabella, se veía cada día más agotada y cansada. Lo peor de todo era que no permitía que nadie más se e
Un mes de preparativos no la habían capacitado para los inmensos nervios que sentía, no tenía dudas respecto a lo que iba a hacer, amaba con locura a aquel sarcástico hombre que sin piedad se había adueñado de su corazón, pero no entendía porqué los nervios la consumían.-Eres una novia muy hermosa- le decían Hayffa, mientras colocaban la henna, en sus manos y pies. El gran salón exquisitamente decorado y renovado, después del accidente de la invasión a Palacio. Todo era tan bello que Ivette, aun no podía creer que aquella fuese su boda. los detalles eran preciosos.-Zahir, no puede quitarte los ojos de encima- dice Isabella. Ivette, levanta la vista y efectivamente se encuentra con los hermosos ojos de Zahir, le regala una enorme sonrisa.-Estoy tan feliz- dijo con las lágrimas quemán
¿Cuánto tiempo más tardarán?- preguntaba un impaciente El Jeque. Tenían mucho rato ya esperando y aún no recibían una noticia.-Recuerda, cariño- dijo Isabella- que yo también tarde mucho, cada parto es diferente. Todo estará bien, Alá mediante, pronto estaremos celebrando y dando gracias a Alá por todo.-¡Ya verán que serán dos niños hermosos!- dijo Hayffa con los ojos llenos de brillo y con la emoción dibujada en su rostro. Volver a ser abuela era algo que la llenaba de profunda emoción y qué pensar del hecho de que serían dos, la emoción era multiplicada y los integrantes de la familia no cabían de dicha. Estaban ansiosos de conocer a los nuevos integrantes de la realeza Norusakistana.-Nunca estuve de acuerdo con eso de no revelar el sexo, sino hasta el día del
El día tan esperado había llegado. El cumpleaños de las gemelas. Todos se preparaban para la enorme fiesta que daría.-Papá, nos ha preparado la fiesta más grande que haya habido en Norusakistan, después de la mayoría de edad de Nael, eso es obvio.-Es comprensible Zahiry, padre dice que somos sus princesitas. Creo que le importa muy poco que estemos cumpliendo la mayoría de edad- argumentó Zashirah- siempre seremos sus nenas.-Eso es perfecto, por mi no hay ningún problema ser una princesa consentida.-¿Cuándo es que madurarás, Zahiry?- le preguntó ceñuda, su hermana.-Nunca, no tengo intensiones de madurar y mi papi no me lo exige- argumentó encogiéndose de hombros.-Sin embargo algún día deberás hacerlo, no puedes ser tan ligera e irresponsable toda la vida.-Claro, debo ser tan aburrida como tú- la acusó- no, muchas gracias Zashirah, me siento perfecta