El silencio inundaba la habitación en la que se encontraban los lobos, ninguno encontraba las palabras suficientes para poder decir algo. El más impactado por las imágenes que habían aparecido era Shi, el cual sólo podía mantener su mirada en la nada, jugando con el peluche de lobo que yacía en sus manos. Kion a su lado solo podía acariciar su cabello con calma, tampoco encontrando las palabras adecuadas para poder consolarlo, y ni siquiera estaba seguro de que su amigo deseara ser consolado. Ninguno de los lobos sabían que es lo que estaba pasando por la mente de Shi. Ni por su mente ni por la de ninguno de los demás. Aún en silencio Sakuma comenzó a guardar todo lo que había preparado, ya tenían una mejor idea de lo que estaba ocurriendo así que no irían hacia la siguiente ciudad sin tener idea de a lo que se enfrentarian. Adalrik y los gemelos se encargaron de ayudar a Sakuma, de esa forma podrían tener todo preparado más pronto. Sin embargo, todos se detuvieron cuando vieron a Sh
[DISCLAIMER: EL SIGUIENTE CAPITULO CONTIENE MENCIÓN DE USO Y VENTA DE SUSTANCIAS ILÍCITAS, VENTA DE ARMAS, LENGUAJE VULGAR. MENCIÓN DE TRABAJO SEXUAL. NADA DE LO QUE SE REPRESENTA AQUÍ DEBE SER REPETIDO EN LA VIDA REAL. ES UNA OBRA DW FICCIÓN. SE RECOMIENDA LA DISCRECIÓN DEL LECTOR. NO SE RECOMIENDA LEERSE SI ES MENOR DE EDAD O NO SE TIENE UN CRITERIO BIEN FORMADO] El camino hacia el bajo mundo era corto desde donde estaban, con el subterráneo detenido los lobos podían llegar más fácil. La ciudad de Oryont, según explicaba Sakuma, había sido construida por antiguos lobos antes de que la guerra entre humanos y lobos explotará hace años, por lo que había ciertas zonas en los subterráneos que podía llevarles a distintos lugares. Los lobos no eran conocidos por esconderse bajo tierra, al contrario, sin embargo, muchos de los lobos habían optado por hacer esto al ser la forma más simple de evitar a los humanos. Y era esa la razón principal por la que el bajo mundo estaba tan oculto. Duran
Después del poco agradable encuentro que tuvieron los lobos en el mercado del barrio bajo el aire que les rodeaba era tenso, ninguno de los presentes estaba seguro de lo que había pasado, sabían que lo ocurrido era causa de todo el estrés que estaba enfrentando Edel, lo sabían perfectamente bien, pero no podían entender del todo el porque deseaba cuidar tanto a ese niño o si el ataque que había hecho sin piedad contra los otros lobos era provocado por todo lo que estaba sintiendo en ese momento. Sabían que los sentimientos de los deltas eran mas inestables que de cualquier otro, los thetas, los sigma o cualquier otro género, podían ser más comunes que el resto, pero también eran más inestables en cuestión de sus sentimientos, muchos no podían controlarlo, y menos si eran un delta puro como era el caso de Edel. Los deltas puros presentaban características mas fuertes que cualquier otro, en muchos casos los presentaban también después de estar enlazados a alguien, eran pocos los informes
El ambiente cambio considerablemente rápido, en un hábil movimiento de Kiyan el arma en las manos de Kion termino en el suelo junto al dueño de esta, la fuerza que tenia era mayor a la que poseía el beta, aun para ser una bestia como el, era claro que el suero si había afectado mas al joven alfa de lo que había hecho a todos los demás, fue así como Kiyan pudo acercarse a Edel, el cual solo mantuvo el arma arriba, aunque sus manos temblaban un poco, intentaba que el agarre fuera lo mas firme posible para poder atacar en el momento que fuera necesario. Esta acción no pasó desapercibida por el alfa, el cual solo sonrió, tomando el arma que apuntaba a su pecho para acercarla directo a su frente, sonriendo divertido, retando al delta con la mirada, sabiendo perfectamente bien que no seria capaz de atacarle, sabía perfectamente bien que si utilizaba sus feromonas podría encargarse de desestabilizar al delta, pero no deseaba utilizar eso aun, no entraba dentro de sus planes. Quería que el de
El sonido de voces y manos sobre su cuerpo hicieron que poco a poco comenzara a recobrar la conciencia, su nombre seguido de constantes “Despierta” retumbaban en sus oídos, y finalmente el dolor en su cabeza fue suficiente para hacerle abrir los ojos, encontrándose con un preocupado Adalrik, sus azulados ojos mirándole con todo el pánico del mundo. A su lado Sakuma solo cargaba a Kaya, el cual no podía parar de llorar y el alfa estaba haciendo su mayor esfuerzo por tranquilizarlo. No podía entender bien que es lo que estaba ocurriendo, su cabeza solo daba vueltas, lo último que podía recordar había sido el golpe que Kiyan le había dado, solo lograba recordar pequeños sonidos, pero no era suficiente para poder definir si era una conversación lo que había ocurrido o solo producto de su inconsciente imaginación. Adalrik le ayudo a levantarse, acariciando suavemente la espalda del chico, revisando con cuidado la herida en su cabeza. A pesar de lo fuerte del golpe, no había una herida grav
El camino hasta la nueva base de Ryoichi no fue tan largo como Edel pensó que sería, o tal vez era la velocidad con la que Kiyan había corrido lo que hizo que pensara que el camino había sido mas corto de lo que era en realidad. Aun así el lugar donde estaban se veía mas destruido que Oryont, se podía notar que ahí la gente había hecho mas guerra que la milicia en Oryton. Edel no había viajado hasta ese lugar por supuesto, no conocía más allá de Oryton y los alrededores, por lo que tampoco podía estar seguro de como se veía la ciudad antes de que terminara destruida. Una vez llegaron Kiyan redujo la velocidad, aun sin bajarle, caminando con mas calma dentro del gran edificio. Dentro de este había varios lobos armados, mismo que no tardaron en dedicarle miradas desagradables y algunos mas de sorpresa, estaba claro que sabía que era el enemigo, así que verle siendo cargado por el que parecía ser el mas fuerte de todos ahí no era algo que debía hacer felices a todos. Igualmente una mujer
Lo primero que el joven delta vio cuando abrió su ojo fue una brillante y blanca luz sobre él, obligándole a parpadear un par de veces antes de poder acostumbrarse al brillo. Sus fosas nasales se inundaron casi de inmediato con el aroma de los químicos de una enfermería, igualmente el molesto sonido de un pitido le hizo conectar los puntos. Kiyan debió haberlo llevado a una enfermería de aquel edificio. Podía sentir algo sobre su brazo y estando más consciente sintió como la parte superior de su ropa había sido retirada, reemplazada por una venda que atravesaba su torso. Y finalmente se dio cuenta de la cabeza que estaba descansado a su lado en la cama, su mano aun sobre la propia. Aunque lo quisiera, no lograba conectar todo lo que estaba ocurriendo, No podía entender que es lo que Kiyan estaba haciendo ahí, o mas bien, que es lo que seguía haciendo ahí. Y mas aun, que estaba haciendo sujetando su mano de esa forma y dormía tan tranquilo a su lado. ¿Acaso el lazo lo había hecho queda
Una vez el alfa estuvo fuera de la habitación camino sin rumbo por el edificio, su cabeza era un mar de dudas, no podía formular ninguna respuesta coherente a esas dudas. No podía entender la razón por la que el beso del delta se había sentido tan bien, tampoco podía entender porque había deseado mas o incluso porque su cuerpo había reaccionado de la forma en que lo hizo. El mismo había sido quien dijo que deseaba llevarle con el para poder desestresarse con su cuerpo, sin embargo, no estaba pensando en que en el proceso terminarían besándose. No sabía cómo podría terminar eso y ahora que lo había experimentado, había algo que no lograba entender y era el extraño pero familiar sentimiento que albergaba su pecho en ese momento, y ese pensamiento es lo que en ese momento le hacia tener tantas dudas. ¿Era posible que el delta tuviera razón y en efecto Ryoichi le hubiera engañado? ¿Era posible que todo lo que el delta le contaba era verdad? ¿Todo eso eran parte de los recuerdos que había