Capítulo 31. Soy una furcia.
Narrado por Dulce.
Cuando salí de trabajar aquella mañana, Daniel estaba allí, con mi moto, para llevarme de vuelta a casa, ya había abusado de su hospitalidad demasiado, y sabía que mi tía me descubriría si seguía allí escondida.
Llevaba varias semanas fuera de casa, y notaba a mi mejor amiga súper rara, llevaba toda la semana dándome largas sobre la fiesta de Cameron.
Subí a mi habitación, puse el móvil a cargar y abrí la aplicación de los mensajes mientras cargaba, admirando, sorprendida que tenía algunos mensajes de mi amiga. Al fin daba señales de vida.
“Siento no haberme dado cuenta antes, siento no haber estado ahí para apoyarte. Pero ahora lo estaré, cuenta conmigo para lo que necesites.” “Si el cabrón de tu padre no quiere volver a saber nada más de ti, anda y que le den. Nosotros estamos aquí para lo que necesites, Dulce. Roger, Jenny y yo” – ese segundo mensaje me pareció de lo más raro. ¿conocía yo si quiera a su hermana pequeña lo suficiente como para que la incluyese así? – “Hoy hablé con Charlie, ya sabes, papá, y me dijo que, si quieres, podrías venir a casa a comer este fin de semana, y así os conocéis y … Sé que es un poco precipitado. Pero Roger y yo pensamos que es lo mejor” – ese mensaje me ralló aún más “¿papá?” ¿y qué era eso de que fuese a su casa para conocernos mejor? No entendía nada – “Quiero que pienses en mí como tu hermana, ya lo éramos antes de todo esto, pero ahora más. Te quiero, hermana”
¿Hermana? ¿pero de qué coño estaba hablando?
Comencé a escribirle un texto, preguntándole por sus mensajes, porque era obvio que no entendía una m****a, cuando me detuve al pensar en algo. ¿Cómo se había ella enterado de que mi padre no quería volver a saber nada más de mí? ¿sabría ella también que mi padre no era mi padre? Y entonces me fijé en su “papá” ¡Oh no! ¡Oh, m****a! ¡Por favor, que no sea lo que estoy pensando!
Me levanté de un salto y bajé las escaleras, encontrando a mamá en la cocina, preparando el desayuno, mientras mi hermano comprobaba su F******k, sin mucho interés.
Capítulo 32. Una desgracia. Narrado por Jay.Cuando llegué al hospital ella estaba tendida en la cama, con la expresión triste, mientras su hermana pequeña sujetaba su mano. No tenía ni idea de qué había sucedido, pero tras recibir un mensaje de texto de ella diciéndome que estaba en el hospital todo había quedado claro. Algo le había pasado a nuestro guisante.Abby – la llamé, tan pronto como entré en la habitación, haciendo que ella dejase de mirar hacia ninguna parte y se fijase en mí. Sus ojos se llenaron pronto de lágrimas, y me miró, horrorizada. Ni siquiera necesité preguntar qué era lo que había ocurrido, lo supe en ese justo instante: ella había perdido al bebé. Mis lágrimas salieron en ese instante, y ella rompió a llorar, mientras su hermana intent
Capítulo 33. Ella sigue siendo mi prima.Narrado por Daniel.Corría lo más rápido que me lo permitían mis piernas, calle abajo, hacia la casa de Dulce, pues mi primo acababa de llamarme para contarme que su hermana necesitaba el apoyo de alguien. Ella acababa de enterarse de aquella terrible verdad.La abracé con fuerza, tan pronto como entré en su casa, y la vi allí, llorando a moco tendido frente a su madre, y ella tan sólo se aferró a aquel abrazo.Su madre se marchó y su hermano también, para darnos un poco de intimidad, mientras yo besaba su mejilla y acariciaba su cabeza, intentando calmarla.Es mi hermano, Daniel – aseguró, abrazándome con aún más fuerza, entre sollozos – Roger Watson es mi hermano.Mierda, odiaba verla así de mal.
Capítulo 34. Momentos que atesorar.Narrado por Dulce.Por dios santo. Me moría por acostarme con él, era cierto, me moría por acostarme con mi primo Daniel. Pero aquello era mucho más que lo que sentía por el resto de los otros chicos, incluso mucho mayor que el tonteo que tenía con el idiota de Roger, él me gustaba de verdad. Me había gustado desde que tenía doce años, sólo que no quería verlo.Él era la única persona que me conocía mejor que yo misma, el único que siempre había estado ahí para mí, en lo bueno y en lo malo.Pero era una locura, en aquel caos que era mi vida últimamente, era una locura que ya no fuésemos primos nunca más, era una locura, que me estuviese volviendo loca en aquel momento por ser tomada por él.Debería dorm
Capítulo 35. Sin mi guisanteNarrado por Abby.Me tomé unos días libres, en el trabajo. Bueno, más bien, me obligaron a tomarme unos días libres. Mi hermano y mi padre estaba preocupados por mí, incluso Jenni lo estaba. No había vuelto a ser la misma, no desde que abandoné el hospital aquella misma semana.No podía dejar de pensar en mi guisante, en esa vida que había estado creciendo dentro de mí. Y mi cuerpo estaba débil, había perdido mucha sangre y estaba tardando más de la cuenta en recuperarme del todo.Mi hermano llamaba todos los días al doctor para preguntarle si mi estado de ánimo era normal, pues yo era un verdadero desastre, apenas comía, y no dejaba de llorar a cada rato.Emma me escribió para preguntarme si estaba bien, al tercer día de mi aislamiento, al parecer alguien
Capítulo 36. La guerra de las bandas.Narrado por Daniel.¿Os he contado ya lo mucho que adoro la música? Pues es cierto, la adoro, eso y el deporte es lo único que llena mi vida.Me preparaba en el camerino, afinando mi guitarra de los conciertos, mientras Ron cogía sus palillos, James la guitarra eléctrica y David su piano. Sólo faltaba Sonia, la voz del grupo, pero ¿dónde coño estaba? Estábamos a punto de salir y la zorra aún no daba señales de vida.La puerta se abrió, y apareció mi prima, con el pase que le había dejado para ella y Jay, aunque de ese no había ni rastro.Hola chicos – nos saludó, entrando, al mismo tiempo que James cogía el teléfono y atendía la llamada de Sonia.Hola – le dije, con una sonrisa en el
Capítulo 37. Un beso por error.Narrado por Dulce.No podía dejar de reír, sentir tanta adrenalina en mi interior después de haber cantado esa preciosa canción, tan sólo quería cantar y cantar, sin mirar atrás. Nunca había cantado delante de tanta gente, y tengo que admitir que asustaba, sí, pero me encantaba. Lo que me hacía sentir el escenario, toda esa gente esperando por mí, sentir la música en mi corazón, mientras dejaba que mi voz saliese y completase la canción.Abracé a Dan con fuerza, sin poder creer que aquel sueño maravilloso fuese real.¡Dios! No sabía que tuvieses esa voz – decía James – Dan no mintió cuando dijo que cantabas realmente bien.Daniel – le llamé, con una sonrisa en los labios, sin poder de
Capítulo 38. Despejar la mente. Narrado por Abby. Odiaba terriblemente a mi hermano, ¿os lo he dicho ya? Había obligado a Emma a venir por mí para que me llevase a la fiesta de Cameron. Yo no tenía ganas de divertirme, tan sólo quería encerrarme en la habitación y seguir llorando, porque había perdido a mi pequeño guisante y a su padre en tan sólo un día. Ya no me quedaba nada. ¿Por qué había tenido que marcharse así sin más? Cameron estaba espectacular aquella noche, llevaba un vestido de leopardo ajustado y unas botas altas. Abby – comenzó Dulce, tan pronto como nos topamos con ella y con Shay. Pero ¿cómo se atrevía a hablarme después de haber estado ignorando todos mis mensajes? Voy a ir a por una cerveza – comenzó Em, a mi lado - ¿quieres que te traiga una coca-cola? – asentí, observando como ella se marchaba a por las bebidas. Ab
Capítulo 39. Un baile puede cambiarlo todo.Narrado por Daniel.Y allí estábamos ella y yo, bebiendo cerveza, hablando con otras personas, intentando evitarnos, pero era imposible, por más que ambos lo intentábamos siempre acabábamos poniendo los ojos en el otro.Oh, me encantaba esa canción, era su favorita, de un famoso grupo coreano, la miré y supe enseguida que era en lo que estaba pensando. Ignoré las palabras de Jason, donde me hablaba sobre si había vuelto a tirarme a Aby, y sobre un famoso rumor que decía que “Abby había sufrido un aborto”. En aquel momento me importaba una mierda Aby. Y caminé hacia la pista, observando como ella lo hacía también, encontrándonos en el centro.La agarré de la cintura y la pegué a mí, mientras bailábamos aquella hermosa canció