Capítulo 35. Sin mi guisante
Narrado por Abby.
Me tomé unos días libres, en el trabajo. Bueno, más bien, me obligaron a tomarme unos días libres. Mi hermano y mi padre estaba preocupados por mí, incluso Jenni lo estaba. No había vuelto a ser la misma, no desde que abandoné el hospital aquella misma semana.
No podía dejar de pensar en mi guisante, en esa vida que había estado creciendo dentro de mí. Y mi cuerpo estaba débil, había perdido mucha sangre y estaba tardando más de la cuenta en recuperarme del todo.
Mi hermano llamaba todos los días al doctor para preguntarle si mi estado de ánimo era normal, pues yo era un verdadero desastre, apenas comía, y no dejaba de llorar a cada rato.
Emma me escribió para preguntarme si estaba bien, al tercer día de mi aislamiento, al parecer alguien
Capítulo 36. La guerra de las bandas.Narrado por Daniel.¿Os he contado ya lo mucho que adoro la música? Pues es cierto, la adoro, eso y el deporte es lo único que llena mi vida.Me preparaba en el camerino, afinando mi guitarra de los conciertos, mientras Ron cogía sus palillos, James la guitarra eléctrica y David su piano. Sólo faltaba Sonia, la voz del grupo, pero ¿dónde coño estaba? Estábamos a punto de salir y la zorra aún no daba señales de vida.La puerta se abrió, y apareció mi prima, con el pase que le había dejado para ella y Jay, aunque de ese no había ni rastro.Hola chicos – nos saludó, entrando, al mismo tiempo que James cogía el teléfono y atendía la llamada de Sonia.Hola – le dije, con una sonrisa en el
Capítulo 37. Un beso por error.Narrado por Dulce.No podía dejar de reír, sentir tanta adrenalina en mi interior después de haber cantado esa preciosa canción, tan sólo quería cantar y cantar, sin mirar atrás. Nunca había cantado delante de tanta gente, y tengo que admitir que asustaba, sí, pero me encantaba. Lo que me hacía sentir el escenario, toda esa gente esperando por mí, sentir la música en mi corazón, mientras dejaba que mi voz saliese y completase la canción.Abracé a Dan con fuerza, sin poder creer que aquel sueño maravilloso fuese real.¡Dios! No sabía que tuvieses esa voz – decía James – Dan no mintió cuando dijo que cantabas realmente bien.Daniel – le llamé, con una sonrisa en los labios, sin poder de
Capítulo 38. Despejar la mente. Narrado por Abby. Odiaba terriblemente a mi hermano, ¿os lo he dicho ya? Había obligado a Emma a venir por mí para que me llevase a la fiesta de Cameron. Yo no tenía ganas de divertirme, tan sólo quería encerrarme en la habitación y seguir llorando, porque había perdido a mi pequeño guisante y a su padre en tan sólo un día. Ya no me quedaba nada. ¿Por qué había tenido que marcharse así sin más? Cameron estaba espectacular aquella noche, llevaba un vestido de leopardo ajustado y unas botas altas. Abby – comenzó Dulce, tan pronto como nos topamos con ella y con Shay. Pero ¿cómo se atrevía a hablarme después de haber estado ignorando todos mis mensajes? Voy a ir a por una cerveza – comenzó Em, a mi lado - ¿quieres que te traiga una coca-cola? – asentí, observando como ella se marchaba a por las bebidas. Ab
Capítulo 39. Un baile puede cambiarlo todo.Narrado por Daniel.Y allí estábamos ella y yo, bebiendo cerveza, hablando con otras personas, intentando evitarnos, pero era imposible, por más que ambos lo intentábamos siempre acabábamos poniendo los ojos en el otro.Oh, me encantaba esa canción, era su favorita, de un famoso grupo coreano, la miré y supe enseguida que era en lo que estaba pensando. Ignoré las palabras de Jason, donde me hablaba sobre si había vuelto a tirarme a Aby, y sobre un famoso rumor que decía que “Abby había sufrido un aborto”. En aquel momento me importaba una mierda Aby. Y caminé hacia la pista, observando como ella lo hacía también, encontrándonos en el centro.La agarré de la cintura y la pegué a mí, mientras bailábamos aquella hermosa canció
Capítulo 40. Reculando. Narrado por Dulce.Él era un encanto, siempre cuidando de mí. Se quedó conmigo, hasta que se quedó dormido, era realmente divertido, que él se quedase dormido antes que yo. Rodé por la cama, dejándole a mis espaldas, y comencé a pensar en aquello, en lo que él me hacía sentir. Era mucho más que deseo por tirármelo, eso lo sabía bien, pero no sabía exactamente lo que era, porque nunca antes me había pasado algo así, sólo sabía que nunca antes lo había sentido, nunca antes había encajado tan bien con alguien. Y me encantaba aquella sensación. Aunque, tenía mucho que perder si lo intentaba, si seguía dejándome llevar por lo que sentía, dejaríamos de ser primos, y sabía que él no era un buen tío con las chicas
Capítulo 41. Una paliza al billar. Narrado por Daniel.Eran como las 7:15 y aún no había rastro de Dulce, era más que obvio que no iba a venir, y me sentía como un estúpido al haber pensado que lo haría.¿por qué no llamas a Cameron? – preguntó David – igual ella pueda interpretar las canciones de Sonia y …Siento llegar tarde – comenzó una voz, justo detrás de nosotros. Lucía fatigada, parecía que había venido corriendo hasta allí. Llevaba un suéter en color crema, el cabello alborotado y unos jeans – Estuve todo el día liada con la tesis y …Ya pensábamos que no venías – se quejaba James, para luego ponerse en posición.Vamos a
Capítulo 42. Una canción y una charla. Narrado por Dulce.El tal Sam era de lo más divertido, se le veía a leguas que estaba ligando conmigo, descaradamente, intentando hacerme cambiar de idea sobre el amor. Por supuesto que no creía en el amor, ¿cómo podría creer en él cuando mi madre engañó a mi padre con otro hombre? ¿cómo podría yo, si mi padre me había echado a un lado tan pronto como se enteró de que yo no era de su sangre? ¿El amor? No existía en mi mundo. Tan sólo era algo pasajero, un encaprichamiento que dura un poco, pero que te cansas en cuanto encuentras algo mejor. Eso era lo sentía que era para mí el amor.Y sí, él tenía razón, yo nunca me había enamorado. Me fijé en Roger hace mucho, sí, es cierto, pero nunca sentí
Capítulo 43. Aún pienso en lo que no fue y pudo haber sido.Narrado por Jay.Estaba en casa, cabreado, porque el partido acababa de suspenderse por culpa de la lluvia. Necesitaba aquel partido, ya contaba con ello, con descargar toda mi frustración en él, y ahora no tenía absolutamente nada.Pensé en ella, en la última vez que la vi en aquella fiesta, en cuando todo terminó entre nosotros, en el hospital, frente a su familia.Cogí el teléfono, llevaba varias semanas sin hablarle, me sentía frustrado, dolido, abandonado, y no quería molestarla, sobre todo era eso.Yo.“¿Estás bien? Sigo estando aquí si necesitas cualquier cosa, a pesar de que nuestro guisante ya no esté yo…”Ella no contestó, aunque si lo leyó, al menos eso me