—Embarazada… —se dice Dione a sí misma viendo la prueba de embarazo sobre el lavabo.
Sube la mirada y se observa en el espejo, detalla su rostro mientras intenta pensar. Es una chica no muy alta, piel trigueña, grandes senos, cuerpo de reloj de arena, aunque no tienes muchas nalgas, nariz de botón, labio superior fino y el inferior grueso, un cabello castaño lacio en la raíz pero con ondas en las puntas. Ella se encontraba en el baño en la casa de su trabajo porque tenía días de retraso y para confirmar se hizo la prueba, y le ha salido positivo. Realmente, no sabía que pensar, se supone que ya debería estar lista para tener hijos, pero el bebé no había sido planeado últimamente, sobre todo porque las discusiones con su novio han estado fuertes y constantes. No sabía si está noticia podría calmar las aguas o alborotarlas, aún así, iba a ser positiva y le contaría, esperaba que esa noticia logrará dejar las peleas de lado y unirlos más como pareja. ¿Quién iba a pensar que después de todo ella en el fondo anhelaba tener un bebé? Se esperaba más de Arden quién siempre quiso formar una familia, pero desde que Dione se convirtió en la niñera de los hermanos de su novio, muchas cosas han cambiado, sobre todo la idea de tener hijos. Dione tiene 28 años y aún así no se sentía lista para tener hijos, ¿El por qué? Porque apenas estaba comenzado a vivir con Arden, llevan tres años de relación, pero todo fue a distancia y realmente no se disfrutaron solos como pareja, y también por el trabajo, en fin, no tenía mente para ello. Pero ahora con la prueba positiva frente a ella, ya es una situación con la que tiene que lidiar sobre la marcha junto con Arden. —Dione… —Tocan su puerta. Era Kay, el hermano menor de Arden. —¿Si? —El autobús escolar ya está aquí y bueno, ya nos tenemos que ir. —Ok, en un momento salgo. Dione guarda la prueba de embarazo en su cartera, baja el agua del inodoro para fingir que lo había usado, se lava las manos y sale encontrando a esos pequeños en fila, en sus rostros se mostraba preocupación. Habían 5 niños en total al cuidado de Dione, Kay es el mayor de ellos, tiene 16 años alto, piel trigueña, delgado, cabello castaño, ondulado y poco largo hacia arriba, ojos verdes, labios medianos y rosados, cejas semipobladas y nariz perfilada. Maya, tiene 14 años, su piel es trigueña, cabello castaño lacio y corto por arriba de los hombros, ojos marrones, cejas arqueadas, nariz fina y labios de corazón. Lena tiene 12 años, su tez es blanca, pero no tan pálida, cabello castaño lacio y largo con ondas en las puntas, labios finos y rosados, como sus mejillas, una nariz de botón y pequeña, ojos marrones y cejas arqueadas. Logan tiene 6 años, su piel es un poco pálida, nariz pequeña, labios finos, sus cejas no son tan marcadas, ojos azules, cabello castaño y corto. Y por último tenemos a Ollie, el pequeño de 4 años, su piel es pálida, sus mejillas siempre se marcan en rojo, sus labios son voluptuosas y de un color casi rojo, su nariz es pequeña, sus ojos grandes y marrones resaltan gracias a sus pestañas largas, su cabello es castaño y su peinado es estilo hongo. —¿Estás bien? —pregunta el pequeño Logan, un niño de 6 años. Dione los ve con ligera impresión y luego queda confundida. —Si, ¿Por qué? —Es que no saludaste cuando llegaste cuando es de costumbre —explica Maya. —Tuve una emergencia. —¿De que? —insiste Kay y ella lo ve sin poder creerlo. —Ay Dios, no tengo porque decirles todo —suelta una risa para que los pequeños no lo tomen. —Solo estamos preocupados, te hemos notado triste —dice Lena agachando su rostro. —A ver, su deber no es preocuparse, ahora deben ir a la escuela. Dione le coloca la mano en la espalda a Kay y lo empuja levemente para que comiencen a caminar. —Eso es más triste todavía —se queja Logan y hace reír a Dione. Ollie y Logan se hacen a un lado, pero Lena, Maya y Kay salen de la casa, aunque Kay se voltea y ve a Dione. —¿Segura que estás bien? —pregunta él. ¿Quién iba a pensar el joven más rebelde sería quién comprendería más a Dione? —Si Kay, gracias, ahora sube el bus, tienes examen a primera hora, me preocuparía que no lo pasarás, pero sé que lo lograrás porque eres un muchacho muy inteligente. —Toma sus mejillas y besa su frente. —No te voy a decepcionar. —Le sonríe. —Nunca lo has hecho. Se despiden y Kay se va corriendo para subirse al bus, aunque ya estaba en edad de manejar e ir solo a la escuela, sus padres no le tenían suficiente confianza como para dejarlo manejar, y por un tiempo estaba rebelde, aunque Dione lo supo manejar. —Logan, vamos a llevarte a la escuela —anuncia ella viendo su reloj. Logan no se iba en autobús porque sus padres los sobre protegían mucho, pero Logan deseaba irse por el hecho de que así se sentiría más grande, de igual forma, él estudia en otra escuela diferente a la de sus hermanos mayores. Ollie y Logan caminan hacia el auto de Dione, está cierra la puerta de la casa y se dirige al auto para hacer que Logan y Ollie entren en los asientos traseros, les coloca el cinturón de seguridad y luego se sube de piloto. Enciende el auto y lleva a Logan a su escuela, y antes de que esté se vaya, saca un carrito de juguete color rojo. —Toma Dione —Se lo ofrece y ella se extraña. —¿Qué? —Quiero que lo tengas. —¿Por qué? Es tu carrito favorito. —Y quiero que lo tengas. —¿Por qué? —Porque estás triste y bueno, cuando yo estoy triste juego con él y se me quita la tristeza, sé que eres una niña, pero podrías intentarlo, estoy dispuesto a prestártelo solo si así te alegrará el día. Dione recibe el auto de juguete y Logan la abraza. —Espero que funcione, porque no me gusta verte así. —Estoy segura de que funcionará y no solo porque sea un carro mágico, si no por la persona especial quien me lo esta dando. Ellos se separan del abrazo y Logan la ve con una sonrisa. —Te quiero mucho Dione. —Yo también te quiero muchísimo Logan. Se dan otro abrazo y Logan sale corriendo hacia su escuela recibido por maestras. Dione vuelve al auto y ve a Ollie por el retrovisor, luego ve la escuela de Logan y por último ve el carrito de juguete en sus manos. Esboza una sonrisa por la inocencia de Logan al pensar que Dione podría animarse jugando con su carrito, el cariño que esos niños le han tomado a ella es increíble y lo aprecia demasiado. Antes de conducir a casa, saca su celular y le escribe a su novio. [7:05] Dione: ¿Estarás muy ocupado hoy? Quisiera que almorcemos juntos. Deja el teléfono en la guantera y se marcha de es la escuela de Logan, directo a casa. Dejarle aquel mensaje a su novio la pone nerviosa, pero no lo suficiente como para desconcentrarse en el camino, llevaba un pequeño consigo y claro que sería cuidadosa.Al llegar a casa, ayuda a Ollie a bajarse y luego se adentran al hogar, el pequeño sale corriendo a su habitación para jugar y Dione revisa su teléfono mientras se dirige a la cocina, había un mensaje de Arden donde solo estaba la dirección y la hora para ir a almorzar.Su respuesta tan seca hacia ella la hizo sentir tan mal, decide no responder y sube a la habitación donde estaba Ollie para estar al tanto de él.—¿Quieres jugar? —le ofrece Ollie.—Si claro —responde con una sonrisa.Dione se sienta junto a él y saca el carrito de Logan.—Ese es el carrito de mi manito —dice enojado.—Lo sé, él me lo prestó —explica Dione con una risa.—¿Y por qué no me lo presta a mi? —se pone triste.—No le digas a nadie —susurra Dione—, pero este carrito es mágico y funciona con personas que están tristes, se dice que quién juegue con él, su día será maravilloso.—¿Y tú ya te sientes mejor? —ladea su cabeza.—Por supuesto, así que creo que será tu turno —le ofrece el carrito.Ollie está
Luego del almuerzo, Arden se despide de Dione con un beso en los labios, aunque ella sintiera que solo lo hizo porque le había reclamado hace un rato y no porque realmente quería hacerlo, por otro lado Arden solo quería reparar su error.Dione lleva a casa a los pequeños y al llegar se encuentra con los otros que estaban a su cuidado.—Han llegado temprano, ¿Sucedió algo? —se extraña Dione.—Yo los saqué porque tengo una noticia muy importante —dice Melissa saliendo de la cocina con una sonrisa.Melissa es la madre de esos 5 niños y la madrastra de Arden.—Mamá no se esperó a que llegáramos a casa —Maya rueda sus ojos.—Su padre también vendrá, así que no, no podía esperar.—¿Y Arden? —pregunta Lena.—Si le avisé, pero dijo que estaba ocupado.—Como siempre —murmura Kay.Aún no se lograba que estos dos hermanos se llevarán bien.—¿Cómo te fue en el examen? —Dione intenta cambiar de tema.—Excelente, respondí todo y estoy seguro de que lo hice bien —responde muy animado.—
—¿Y por qué tendríamos que cuidarlo? Dione es su madre, que se encargué —dice Maya no muy feliz.—Pues porque ella nos cuido.—Le pagan por hacerlo Logan, no lo hizo porque nos quiera.—Aun así nos cuida y si ella necesita ayuda en algún momento, nosotros podemos ofrecernos, porque la queremos y porque se lo debemos —Logan levanta su dedo como si fuese una lección.—Pues no cuenten conmigo. —Maya se cruza de brazos y luego se va.—No le hagas caso Dione, está rebelde porque te quiere y no lo quiere admitir —dice Lena dando media sonrisa.—Hablaré con ella —ofrece Kay, pero Dione lo detiene.—Permíteme.Le da media sonrisa y sube a la habitación de Maya, toca la puerta y está se abre por el ligero golpe, Dione toma el atreví de entrar y la ve en su cama con las piernas recogidas.—La puerta estaba abierta, así que no he roto las reglas —se acerca con delicadeza.—Solo vete, ya tienes a alguien a quien cuidar, alguien a quien aconsejar, peinar y ser su madre. —sollozaba.Dion
—¿Todo bien amor? —Arden se extraña.Ha notado que la pierna de su novia se mueve con intranquilidad.—Si bebé.¿Por qué estaba tan nerviosa? Es lo normal, ¿no? La respuesta de Dione no fue suficiente para Arden, así que insistió.—De acuerdo nena, no es que me guste estos detalles, pero estás actuando muy rara.Dione se levanta de la mesa, se arrodilla ante Arden y saca una caja de su cartera.—¿Me pedirás matrimonio? —Arden se sorprende.Él pensaba pedírselo en un futuro cercano. Dione lo ve con ojos de amor, esta muy enamorada de ese hombre.—Arden Jacob King. Es inexplicable para Arden, pero que su novia le pidiera matrimonio lo hacía sentir muy emocionado.—Vamos a ser padres —dice feliz abriendo la caja y mostrando la prueba de embarazo.A su novio se le borra la sonrisa de inmediato y Dione queda confundida. Arden respira hondo y cubre su rostro, Dione intenta descubrirlo, pero él aleja su mano con brusquedad, estaba enojado.—No me toques —dice como si le diera
Semanas antes…Arden estaba extasiado probando el coño de su novia Dione, siempre creyó que era lo más delicioso que había probado y la veía como una diosa. Dione estaba en la cama acostada boca arriba con las piernas flexionadas y bien abiertas disfrutando del sexo oral que le daba su novio.Él estaba un poco desesperado, pues solo tenía dos horas antes de que su vuelo despegara, pero como siempre, las ganas que se tienen los ha consumido que no pudieron aguantarse hasta el otro fin de semana o quien sabe cuándo.—Mmm —gruñe Arden lamiendo los fluidos de Dione.Con solo pensarse a sí mismo probando a su novia se le pone duro. Arden mete dos de sus largos dedos penetrándola mientras lame y chupa su clítoris. La espalda de Dione se arquea y emana más fluidos de ella, su cueva era tan estrecha que Arden pudo sentir como sus paredes se contraían, por eso aleja su cara de su tentadora humedad, saca sus dedos y se monta sobre ella, toma su falo entre su mano y se adentra en ella penetr
—Tu eres el que quiere mudarse conmigo, renuncia a tu trabajo y ven a vivir conmigo —contesta algo alterada.—¿O sea que tu no quieres vivir conmigo? —Arquea una ceja ofendido y ella se queda callada—. Por lo visto, este amor no es tan fuerte como para arriesgarnos a perder nuestra vida acostumbrada.—No digas eso, claro que nos amamos y por supuesto que quiero vivir contigo, ¿pero por qué insistes tanto en que yo lo haga? ¿Acaso lo machista no te permite venir a vivir conmigo? —Ella se cruza de brazos.—¿Machista? ¿Qué? No, ¿de que hablas? —La ve confundido.—Claro, porque la mujer debe dejar todo por el hombre, pero él no puede dejar nada por la mujer porque siente que está perdiendo su hombría, ¿no? Dejar el trabajo o vivir en casa de ella… —Él la interrumpe.—¿Entonces me echarías en cara de que vivo en tu casa? —Ella le iba a responder, pero él siguió hablando—. Pues estás errada, este apartamento quedaría cerrado y nos compraríamos algo juntos para que no sientas que no apo
Si Dione le encontrara el trabajo, Arden estaría dispuesto a dejar el acuerdo con su padre para estar con Dione, no le importaría trabajar de otra cosa que no sea para heredar sus bienes.[17:16] Dione: Me parece justo y razonable.Los dos solían ser muy competitivos, era divertido y gracioso, a ninguno les gusta perder, pero saben aceptar su derrota.[17:18] Arden: Te amo, te aviso cuando llegue.[17:18] Dione: Buen viaje, te amo.Ella deja su celular en la mesita de noche y termina de limpiar lo que alguna vez empezó, Arden siempre la ayudaba, pero está vez no tenían tiempo, pues tenían todo el día comiéndose entre ellos.Entre tanto coqueteo y provocaciones, no faltaba las ganas de follar, algunas veces estaban tranquilos y de repente comenzaban los toqueteos sin resistirse.No solo el sexo era bueno, sino también la clase de persona que son para el otro. Dione y Arden se conocieron en un evento de recaudación, quién debía asistir era el padre de Arden, pero este estaba ta
Dione desplaza dos dedos por sus labios y los acaricias mientras estos comienzan a sudar.—Mmm cómo me encanta que te portes mal, eso me pone tan duro —dice con lujuria—. Eres una nena desobediente y para eso estoy yo, para castigarte, así que no te vayas a correr hasta que yo diga. —Como digas papi. —Ella cierra sus ojos para imaginarse la escena.—Quiero que me mires. —Se venga con una sonrisa y ella lo ve frustrada—. Te tomo por los tobillos y te llevo al borde de la cama, acerco mi punta a tu entrada, pero aún no te hago nada.—Pues yo quiero que me penetres de golpe haciendo que jadee, que sientas mi calor acogiendo tu falo. Dione enciende su lámpara, se quita el pantalón junto con bragas, abre las piernas y le muestra su masturbación al novio.—Mierda… Deja sus labios ligeramente abiertos para respirar por la boca, lo había provocado mucho.—Eres tan estrecha que debo hacer más esfuerzo para adentrarme a ti, me muevo de adelante y atrás en un vaivén dilatando tu orifi