—Tu eres el que quiere mudarse conmigo, renuncia a tu trabajo y ven a vivir conmigo —contesta algo alterada.—¿O sea que tu no quieres vivir conmigo? —Arquea una ceja ofendido y ella se queda callada—. Por lo visto, este amor no es tan fuerte como para arriesgarnos a perder nuestra vida acostumbrada.—No digas eso, claro que nos amamos y por supuesto que quiero vivir contigo, ¿pero por qué insistes tanto en que yo lo haga? ¿Acaso lo machista no te permite venir a vivir conmigo? —Ella se cruza de brazos.—¿Machista? ¿Qué? No, ¿de que hablas? —La ve confundido.—Claro, porque la mujer debe dejar todo por el hombre, pero él no puede dejar nada por la mujer porque siente que está perdiendo su hombría, ¿no? Dejar el trabajo o vivir en casa de ella… —Él la interrumpe.—¿Entonces me echarías en cara de que vivo en tu casa? —Ella le iba a responder, pero él siguió hablando—. Pues estás errada, este apartamento quedaría cerrado y nos compraríamos algo juntos para que no sientas que no apo
Si Dione le encontrara el trabajo, Arden estaría dispuesto a dejar el acuerdo con su padre para estar con Dione, no le importaría trabajar de otra cosa que no sea para heredar sus bienes.[17:16] Dione: Me parece justo y razonable.Los dos solían ser muy competitivos, era divertido y gracioso, a ninguno les gusta perder, pero saben aceptar su derrota.[17:18] Arden: Te amo, te aviso cuando llegue.[17:18] Dione: Buen viaje, te amo.Ella deja su celular en la mesita de noche y termina de limpiar lo que alguna vez empezó, Arden siempre la ayudaba, pero está vez no tenían tiempo, pues tenían todo el día comiéndose entre ellos.Entre tanto coqueteo y provocaciones, no faltaba las ganas de follar, algunas veces estaban tranquilos y de repente comenzaban los toqueteos sin resistirse.No solo el sexo era bueno, sino también la clase de persona que son para el otro. Dione y Arden se conocieron en un evento de recaudación, quién debía asistir era el padre de Arden, pero este estaba ta
Dione desplaza dos dedos por sus labios y los acaricias mientras estos comienzan a sudar.—Mmm cómo me encanta que te portes mal, eso me pone tan duro —dice con lujuria—. Eres una nena desobediente y para eso estoy yo, para castigarte, así que no te vayas a correr hasta que yo diga. —Como digas papi. —Ella cierra sus ojos para imaginarse la escena.—Quiero que me mires. —Se venga con una sonrisa y ella lo ve frustrada—. Te tomo por los tobillos y te llevo al borde de la cama, acerco mi punta a tu entrada, pero aún no te hago nada.—Pues yo quiero que me penetres de golpe haciendo que jadee, que sientas mi calor acogiendo tu falo. Dione enciende su lámpara, se quita el pantalón junto con bragas, abre las piernas y le muestra su masturbación al novio.—Mierda… Deja sus labios ligeramente abiertos para respirar por la boca, lo había provocado mucho.—Eres tan estrecha que debo hacer más esfuerzo para adentrarme a ti, me muevo de adelante y atrás en un vaivén dilatando tu orifi
—No tengo tiempo, el trabajo, visitar a Dione… —Su padre lo interrumpe.—La hermosa Dione, ¿cómo está? ¿Cuándo nos visita? Mira que aún nos debe la cita en familia —le recuerda.—No lo sé padre, esto se vuelve cada vez más complicado. —Hace una mueca.—¿Tienen problemas? —Lo ve intrigado.—Siempre los hay, pero ahora están afectando más que antes, imagínate que mi chica ahora tiene inseguridades, ella no era así, se desanima —le comenta y se detiene en la entrada.—A lo mejor le vendrá sus días, todo estará bien, su amor es tan fuerte como para que renuncien a tres años de esfuerzos, sea lo que sea, sé que lo resolverán. —Palmea el hombro de su hijo.—Estamos intentado vivir juntos, ¿sabes de alguien que quiera contratar a una psicóloga? Su padre se alarma y lo ve con impresión.—¿Está desempleada? —No papá, solo que no quiere renunciar antes de no tener algo seguro, ella también está haciendo lo mismo por mí —le informa.—¿Planeas
O tal vez ya era hora de trabajar independiente, solo que no sabía por dónde empezar, reconoce eso también es mucho papeleo para no tener problemas o si aun le faltaba años de experiencia, tendría que investigar y dedicarse a ello.Ella llega a su departamento algo cansada, solo mentalmente, pues no tuvo que hacer nada hoy, apenas llego, se regreso porque claramente la han despedido, ahora ella tenía que planearse lo que haría en su tiempo libre restante.Camina hacía su habitación, se desviste y se tumba en la cama boca abajo, tal vez dormiría un poco.—¿Dormir? No puedo creer que mi vida sea tan aburrida que solo me entornaba a mi trabajo —se queja Dione disgustada.Ella tenía una vida normal, ¿qué más podía hacer? Tal vez le faltaba compañía, pero no tenía pensado tener hijos ahora. Dione se voltea y se levanta con pereza, está fuera de su profesionalidad actuar de esa manera, pero es consciente que no se puede auto medicarse.Se levanta, busca su celular en su cartera y regre
Sea como sea, él no la iba a convencer, sabía que solo era una estrategia para aceptarlo, Dione nunca rechaza cuando ya todo está hecho, él la conoce bastante bien. Ella se levanta de la cama y tal vez piensa ignorar lo que su novio dijo, había poca probabilidad de que hiciera esa locura de llegar a su casa por la obvia razón de que tiene un trabajo que atender.***El apartamento de Dione es tocado con desesperación y esta sale de la ducha para atender, no era adecuado, pero no le quedaba de otra que recibir a quien sea que esté tocando en toalla. Llega a su puerta con éxito, ya que tenía miedo de resbalarse, cuando abre la puerta se muerde la lengua, era Arden.—Nena, recoge tus cosas, nos vamos, ya tengo todo listo. Dione queda sin palabras, no debió confiarse, Arden deja de mirar su rostro y pasea su mirada por su cuerpo, ahora tiene una mirada muy tentadora.—Me encanta la forma en la me recibes nena, de verdad que sí. —Se muerde el labio y la ve con delicia—. Pero nos
—Trabajaremos los dos y también cuidaremos del bebé —le asegura acariciando su mejilla—. Pero falta mucho para eso, preocupémonos por el tema de ahora, ¿Qué quieres hacer? Perdona por sonar autoritario hace un rato, no fue la manera adecuada sin antes preguntarte si realmente querías esto. —Le sonríe estando bien con eso.Dione se lo piensa, no era mala idea, un trabajo temporal mientras busca de su profesión, pareciera que no quería vivir con él, pero si quiere, lo que pasa es que psicológicamente en algunas personas, normalmente cuando somos pequeños, si nos dicen de forma obligatoria lo que tenemos que hacer, no nos animamos, siempre hay que dejar que decidan y que esto tenga un límite, así sin pedirlo, conseguirás lo que quieres.Si Arden fuera despedido, no lo pensaría dos veces en mudarse con Dione, sin ella pedírselo, eso le nacía a Arden desde el corazón, la amaba, haría cualquier cosa por ella.—¿Qué piensa Melissa sobre eso? O sea, ¿ya estoy contratada o como? —pregunta l
—¿Me estás castigando? —intenta preguntar con su aliento acelerado.—¿Acaso crees que hacerte acabar es un castigo? —pregunta divertido y la hace callar—. No sabes cuánto placer me produces al verte así.Era difícil, pero intenta con una mano desabrochar sus pantalones y liberar a su bestia de aquella celda de tela, cuando ya la ha liberado, la toma con su mano libre y comienza a masturbarse viendo como su novia está siendo complacida por unos juguetes.—Fóllame, ahora —suplica y Arden la ve ligeramente con los labios abiertos.Lo estaba volviendo loco, él se detuvo y apagó el huevo, se lo sacó y lo dejó en la mesita de noche. Se levantó y se preparó entre las piernas de Dione, se introdujo en ella y comenzó a arremeterla sin piedad, quería seguir usando el aparato de succionar su vagina, pero lo dejo a lado en la cama lejos de ellos y poder disfrutarse entre ellos, ella enrolla sus piernas en su cintura y le da más comodidad entre sus piernas.***—Mie