Quería quitarse las sondas. Iván le hablaba y ella negaba, a mí me había visto y su mirada era diferente. —¡Piensa en tu bebé! —Le dijo el doctor—. Necesito que te calmes Onely, de ti depende todo, el control lo tienes tú. Escucha, ese es el latido de tu hijo. Poco a poco se fue calmando, salían lágrimas de sus ojos. El doctor me miró. Tenía mucho miedo de que me odiara, cuando le dio su ataque su mirada era de enojo por haberle mentido. Pero fue la decisión de Gustavo. —Hola, amor. —No me miraba—. Onely, ¿quieres que me vaya? Debes recuperarte, quiero que mi hijo se encuentre bien, si mi presencia te incomoda me voy. —Sus ojos se conectaron conmigo—. Responde, si deseas que me vaya, lo haré, no me verás. ¿Quieres eso? —comenzó a llorar más, me acerqué—. Dime amor, ¿quieres que me retire? —No. La llené de besos en todo su rostro e hice un fuerte esfuerzo para no llorar. Iván siguió mirando el monitor. —Depende de ti, el que no volverte a dormir. Pero piensa en ese sonido. —Ella p
Miraba a mi mujer suplicando con la mirada el saber todo. Pero era un riesgo en su estado. —Tocaron a la puerta. Al abrir era Yasar, ingresó con mi maletín donde tenía mis juguetes, la memoria de Gustavo y la carta. —Hola, Onely. No puedo estar más de un minuto. Lía y Amira por lo ocurrido debieron irse de la clínica y estarán en Las Nubes. —Su corazón se alteró—. Estaré cuidándolos. —Gracias. —Salí con Yasar. —¿Situación? —Vinieron por tu familia, los contrató la Araña. En la agencia cambiarán de números de celular. Van en camino con Gamal. El general ya se encuentra interrogando a los policías que dejaron pasar la furgoneta. —¿Cómo se dieron cuenta? —Porque Gamal estaba en el parqueadero. Le pareció sospechosa la furgoneta. Te estaré cuidando amigo. Mañana llega Yaro. Nos estamos escribiendo. —Sabes que el celular lo tengo apagado. Lo encenderé, pero lo dejaré lejos de Onely. Gracias, amigo. —Te mandaré mensajes. Mantente alerta. Al poner el maletín en una esquina saqué la c
Llegamos a Las Nubes desde el mediodía, Lía se la había pasado con Gibran. Mientras mi hermanito no se despega de mi lado. Ahora nos veíamos una película, supuestamente yo lo acompañaba. No obstante, mi mente no dejaba de pensar en lo que podía pasar con esos dos capos enfrentándose. Con las muertes causadas por ellos. Le dije a papá que no regresara aún. Siento que esto en vez de ir terminando aumentaba o tal vez ya estábamos en la cúspide donde salen y salen más cosas, para luego ver el golpe final y de ahí en adelante, todo puede ser paz y armonía.Pomelo se había puesto en medio de mi hermano y yo sobre la cama. Al mirar a mi hermano se encontraba profundo. No estaba Yasar para que lo llevara a su habitación por eso se quedará a dormir conmigo. Salí de la cama para ponerme pijama, pero mi estómago sonó.—¡Vea pues!, vaya hora en la que te dio hambre.Llegué a la cocina, preparaba un sándwich cuando escuché el llanto de alguien. Y luego dejó de llorar. Me preparé una bebida achocol
Llegamos a Colombia, a Salomé se le nota los estragos de los últimos días, sus ojeras eran evidentes, aunque las ha ocultado con sus gafas.—¿Quieres descansar, amor?—Quisiera, pero es imposible. Vamos directo a la clínica, soy la única que no ha visto a Onely. Papá, Lía y Amira se encuentran protegidas. Mi pequeña hermana es quien está vulnerable.—Se encuentra Gamal, Yasar y Jabir cuidándola. —Le dije con una sonrisa—. ¿Tú la protegerás mejor?—Ya entendí y no me vas a mandar a Las Nubes, lo siento no me iré sin One.—Tienes que ver lo que dejó tu madre.—He vivido por siete años ignorante de ello, puedo vivir unos días más.—Cuando te pones en el papel de terca… —La muy descara antes de subir al taxi se puso frente a mí con su mano en la cintura—. Me jodes por completo.Tenía mi maletín con las armas, a menudo era lo que más se demoraba por entregar. Tomamos el taxi. Les escribí a mis amigos que ya iba para la clínica. Respondieron que todo se encontraba en orden. —Debo encargarm
Esperábamos para subimos al helicóptero. Jabir no se desprendía de su mujer. Instalaban la camilla y eso era lo que nos había tardado en acondicionar, era importante dejarla bien amarrada. Luego de que los paramédicos dejaran los equipos médicos organizadas para darnos aval al vuelo. Yasar por su parte, guardaba maletines llenos de armas. Nos habíamos encargado días previos en enviar armamento, pero Jabir nos dijo algo que nos dejó pensando referente a su padre y era mejor estar preparados. Mientras todo eso pasaba llamé a mi mujer. —Hola, Lía. —Cielo. ¿Cómo va todo? —Ni te imaginas, pero en Las Nubes te cuento los detalles. Vamos de regreso con Onely, por favor dile a Daniela que iríamos con ella, viaja sedada. —¿Cómo qué con Onely? Salomé iba para la clínica. Nos llamó. —En efecto. Nos atacaron de nuevo. Los pormenores te los cuento en unas tres horas. Pregúntale a Daniela en que parte de la Villa se puede instalar One, acondicionen el lugar para tener una camilla clínica con e
Llegamos a Las Nubes. La recepción fue de todos menos Onely, pero fui a ver a mi hermana. Se veía más rozagante, aunque sus ojos estuvieran muy tristes e hinchados. Y eso me agradaba. Iván la iba a revisar para que esté presente con la observación de las memorias dejadas por mi madre. Les contamos a todos lo que había pasado.—Jabir, ¿cómo se sintió ante el sepelio de Gustavo?—No ha dejado de llorar, pero su corazón se escucha muy fuerte. Hasta tiene color en las mejillas.—De eso me di cuenta.—¿Vamos a escuchar lo que hay en las memorias con ella?—Amelia, ya la conoces, si no está presente se resentirá. La única manera que dejemos a Onely por fuera será si Iván nos dice algo.—Yaro, debo curarte. —Le dijo su hermana. Ambos se fueron, la señora Antonella llegó a mi lado.—¿Me permites a mí estar en la lectura de esas memorias?, por favor, Salomé. Mis hijos menores no estarán. Pero yo necesito saber quién era Juan Carlos.—Claro, la demora es que Iván nos dé el aval de que One se en
Solo quedaba la memoria que Yaro tenía en la mano. Mi corazón estaba a mil por hora, debe ser la verdad de mi madre y por lo más sagrado estaba a nada de orinarme por los nervios.—Necesito un segundo.Salí de la habitación y fui directo al baño de mi recámara. Una vez terminé mi necesidad causada por los nervios, me lavé manos y todo el rostro. Al mirarme al espejo, la mujer reflejada se veía aplastada. —tocaron a la puerta.—¿Salomé?—Ya salgo.Al hacerlo me refugié en los brazos de mi marido. Este muro de concreto me abrazó de manera fuerte.—Estaré a tu lado, mujer bonita.—Tengo mucho miedo escuchar de su boca todo lo que hizo.—Tal vez eso sea lo mejor. Aceptar, ya no se puede hacer nada, no reclamarle. Pero es una realidad que puedes asimilar, porque eres valiente. Salí a buscar a don Francisco y la señora Carmenza porque es un video, y si va a confesar debe estar las personas que le hizo daño. —Entonces a enfrentarnos con la verdad.Una cosa era decirlo y otra vivirlo. Al ll
La señora Antonella llegó de nuevo con una bandeja de pasabocas y la señora Carmenza con una jarra de jugo bien frío. Ea, Ave maría, ¡pues! Si esa mujer compitiera como villana en una novela se gana todos los galardones. Era una hija de puta y menos mal se encuentra muerta, de lo contrario tengo la certeza de que la señora Antonella la devuelve al cementerio luego de dejarla despellejada. Se evidenciaba los ojos rojos. Jabir tuvo razón, su madre salió a llorar lo que necesitaba. Era admirable la señora. —Yasar me entregó el vaso con jugo y me dio un beso en la frente—. Hace un momento le comenté que en sí todas nosotras de alguna manera nos vimos envueltas en las tretas de esos imbéciles. El único ileso hasta el momento y espero siga de ese modo era él. Rosa fue manipulada por su obsesión, pero en si nada malo les ha pasado a sus abuelitos, con quien habla muy seguido. Gamal fue atacado y su exmujer asesinada. Yaro perdió a su esposa e hijos sin mencionar los daños a la casa de su mad