Dicen que la tensión de energías se siente y en mi vida he estado en momentos tensionante. Pero este momento va a quedar en mi recuerdo como la más palpable, y era de parte de la señora Antonella, aquí se armará la tercera guerra mundial si ella llega a hablar, y debo cuidarla, mi amigo me lo pidió en el mensaje.Cuando recibí el mensaje de Jabir, de que estaban en el parqueadero, ingresé a la habitación para ponerla sobre aviso y desde entonces no me dejó salir. Por eso me senté al lado de Onely. Sus hijos ya estaban arreglados. Ella gestionó todo para que le dieran salida hoy mismo y lo logró.—Viajan con nosotros. —comentó en voz baja Onely. Nos miramos.Mierda era una mujer de armas tomar, siempre lo hemos sabido. Y el momento crucial se presentó cuando los dos Montoya ingresaron al cuarto. La señora Antonella corrió a abrazar a su hijo, se le salieron las lágrimas, pero no determinó a su marido.—Deberíamos salir.Onely y yo nos levantamos, pero la voz firme de la señora nos detu
Quisiera decirle tantas cosas, pero debía llevarlo a que sea él quien acabe con la Araña. Esa fue la instrucción de Yaro. Nos quedaremos vigilantes para evitar daños colaterales, pero ellos debían matarse. Y ya que Emilio se adelantó debía orillarlo.Y como me escribió Yasar, el padre de mi mujer debe estar disfrazado en alguna parte de la clínica, por eso sugirieron el hablarle sin tapujos para que la Araña se enterara de varias verdades.Esperé a mi padre. Me detuve a mitad de pasillo y lo encaré. Le entregué las fotos. No me miraba a la cara.—Al menos dame la cara. —Se mantuvo callado—. Esto no tiene nada que ver con mi problema en Colombia y del proteger a Onely del narcotráfico. Es un tema pasional, alguien te ha guardado un puto resentimiento.—Hijo…—No me llames así ahora. No cuando por años te vi como un ejemplo a seguir, la imagen perfecta, mi héroe. Todas mis palabras para el mundo de buenos consejos recibidos por mi padre, su rectitud y sabiduría… ¡¿Dónde quedaron?! Como
Supimos por boca de Jabir todo lo ocurrido, ya se encontraban en el aeropuerto, hizo lo que le sugerí respecto a hablar afuera de la habitación, para se enterara Emilio de las verdades y se maten entre ellos. Sonó el celular de nuevo. Era Jabir.—¿Pasó algo?—Yaro, dile a José que lleve el helicóptero a la agencia.—¿Por qué hablas en susurro?—Puede haber arañas en todos lados. Si estás de acuerdo mi familia se puede quedar donde nos enamoramos. Es el mejor lugar.—Y si tu padre…—Mi mamá se encuentra de por medio. Sí, él lo llega a saber, también nos cuidará. Con José envía a la gente que deseas tener lejos para lo que se viene.—Onely…—La convenceré, pero José deberá permanecer con ellos.—Podemos rotarnos, déjame y lo organizo. Ahora ando al pendiente de la pequeña operación en la que esta Gamal y José. De aquí a tu llegada mañana espero se haya solucionado.—¿Saldrá la información de Ramón?—Así es, mañana será noticia nacional en la emisión de la noche. Saldrá el rostro de Emil
La enfermera inició su ronda, la miraba desde lejos, me enviaron los resultados. Y decía que la mujer era auxiliar de enfermería, de contaduría, de odontología, de mecánica. Para esa corta edad sabía mucho de muchas cosas, con respecto a la otra foto, no había nada, era como si no existiera. Cuando iba a hablar con la enfermera en jefe, la susodicha iba a ingresar a la última habitación de ese pasillo y era donde se encontraba Rosa.—Disculpa, a esa habitación tienes el paso restringido, es una paciente de la cárcel y solo puedes ingresar con el enfermero...Y ahí todo cambió, le avisé a José que se necesitaba en la recepción del piso. La mujer asesina sacó su arma, le apuntó a la enfermera desde la recepción. De mi parte alcé las manos y caminé en dirección a ella. Mis armas estaban a mi espalda y por el otro pasillo llevaba José simulando ser un enfermero nada más.—Papito vos no te metas que no quiero matar a un doctor. Solo tengo que hacer algo y no ha pasado nada.Para ser una as
Llegamos a la agencia con todos los protocolos requeridos. Solo debíamos de esperar a Jabir con su familia para que emigraran a tierras cordobesas. En la agencia me esperaba Gamal, quien a mi llegada pasó el informe y luego se quedaría con su hijo para despedirse. Me entregó la copia de la declaración de Rosa, eso fue a nuestro historial, luego se fue a hablar con el pequeño. Por mi parte ingresé al búnker donde Rosa estará por dos semanas, hasta que la fiscalía determiné a donde enviarla.—Hola, Rosa.—Yaro.Se encontraba acostada, la enfermera era la única que podía ingresar y uno de los agentes del día. Arresté la silla y me senté frente a ella, mientras llega Jabir podemos hablar un buen rato.» Ya di mi declaración.—Lo sé. Vine por dos cosas. Una, para saber qué te pasó, por qué razón tienes ese odio contra Yasar.—No contra él. Con las mujeres que lo tocan.—Pero, estuvieron dos años separados. Ya no había nada y tú te fuiste con otro. ¿De dónde sale ese odio para con él?—Lo
Llegué ante el llamado de Yaro, el señor Francisco también llegó. Nos sentamos en donde nos pidió para poder hablar.—Acabo de hablar con Rosa y me dijo que no vio a donde la llevaron, pero es una casa roja con bordes amarillos, muy bonita según sus palabras.—Sí, eso lo ha dicho, que hay mucha vegetación y la carretera eran trochas.—En efecto. Pero me dijo un dato donde podemos trabajar, el que nos dará la dirección exacta podría ser Yasar o Jabir también nos superan en eso. Ellos manejan las coordenadas con más precisión. Lo único certero es que desde el aeropuerto hasta la finca tardó cuarenta y siete minutos exactos. —Se puede trabajar con esa información.—¿Cómo pueden hacer eso? —intervino don Francisco.—Se mide tiempo y kilómetros, se hace una regla de tres y luego del punto de salida que es el aeropuerto se demarca un radio y debemos buscar las fincas en esa circunferencia. Es tedioso.—Los avances de la tecnología. —sonriamos.—Señor Francisco. —habló Yaro—. Rosa escuchó
Había acabado de hablar con Yasar y a esto le temía. A un golpe silencioso de los que tú no los ves venir, pero eran los que más impactaban y de manera nefasta.—Yaro, ¿qué pasa?—Onely… —fueron unos cinco segundos lo que tardé en reaccionar—. ¡Iván! ¡Daniela! —estaban en la oficina de al lado.—¿Qué pasa? —todos llegaron ante mis gritos.—Debemos ir a su clínica, la Araña le entregó la evidencia de la situación de Gustavo a Onely, ahora van en una ambulancia. José quedas a cargo de todo.—Si señor.—Gamal ve en moto con Iván y Daniela te vienes conmigo.No tenemos ni veinte minutos de haber recibido la llamada de las chicas informando que en el mismo vuelo viajó Emilio y lo sacaron por la huella biométrica de su rostro. Viajó el muy hijo de puta disfrazado de mujer. De quien no sabemos nada es de Sabueso y eso también me aterraba.Corrimos hasta llegar al parqueadero subterráneo, desde ese lugar tomamos lo que necesitábamos en un depósito para agentes, cada cubículo tenía su nombre d
Me encontraba viajando a Armenia, mi personal de seguridad conducía, por un par de días estaré encerrado en la finca. Debía poner mucha vigilancia a la finca que conoce mi hermano y Juan Carlos.Sabueso no se va a quedar quieto… el problema fue que si ya le quité la venda de los ojos a Antonella… una de las pocas mujeres hermosas que no cayó en mi red. —En eso Sabueso tuvo razón—, tal vez me apresuré, él ahora podía hacer lo que sé diera la gana.—Patrón debe mirar esto.—¿Qué sabes de Rosa?—Señor, ayer se formó un gran revuelo ante la muerte de un paciente. Pero no nos dieron más información. La policía, medicina legal, estuvo movido en la clínica donde fue trasladada.—Eso son buenas noticias.En un rato debo ingresar a la red de la Araña para ver quién de los dos la mató. Tomé la Tablet que me entregó uno de los hombres que trabajaban para el maricón de Ramón. Al visualizar se veían mis disfraces, habían sido revelados.Vi la orden de captura para mis fachadas y también mi verdade