Tau se encontraba intentando escalar ese muro con metales sobresalientes. Los músculos de sus brazos suplicaban por un descanso, mientras sus piernas la ayudaban a impulsarse aún más arriba.
<<Vamos Tau. Tu puedes>> repetía como un mantra cuando miró hacia arriba y se dió cuenta que solo iba a mitad de camino. Esos jodidos Alfas realmente eran fuertes. Ella casi no podía más mientras que ellos escalaban con relativa facilidad.
-¡García detente! - una voz de mando proveniente del suelo, a unos 6 metros de donde ella estaba, la hizo encogerse voluntariamente y soltar uno de los agarres de sus brazos. El otro brazo no aguantaría mucho, ni tampoco la podría volver a colocar en su lugar. Solo le quedaba caer.
-¡García!¡Mi abuela tiene mejor puntería que usted!¡Y eso que está muerta la anciana de mierda! - el grito de Xumac provocó algunas suaves risas en los reclutas y un murmullo de fastidio en la rubia que se encontraba acostada sobre su abdomen apuntando a un blanco que se encontraba a cincuenta metros de distancia.Al lado del rubio Anwar se removió incómodo por la manera en la que le gritaba a la mujer. El hombre no había dejado de marcarle cada pequeño error y él estaba al límite de su tolerancia. En cualquier momento lo golpearía con fuerza en su estúpida cara. Del otro lado del rubio, Mark comía tranquilamente unas pequeñas almendras. Su sonrisa dejaba ver el buen momento que estaba pasando.-¡Anderson si vuelv
La reunión parecía interminable. El Comandante quería saber los avances del grupo y estaba llevando demasiado tiempo explicar todo lo trabajado estas últimas semanas. Dicho pedido, detallado y urgente, encendió algo de sospechas en los entrenadores, pero no dirían nada, no iban a cuestionar a su superior. Aún quedaba un mes y medio más de entrenamiento. Sólo los que finalizaran satisfactoriamente esta etapa se podrían unir al Servicio. De los treinta que comenzaron quedaban veintiuno, no era un mal número pero bajaría en los próximos días.-Señor - Xumac llamó al Comandante cuando estaba por finalizar la reunión.-Si - fue la corta respuesta del enorme hombre. - Hola Niko - dijo ella muy temprano en la mañana mientras ingresaba a la cocina donde el pelirrojo se encontraba evidentemente distraído.- ¡Ey rubia! - exclamó él -. No te había visto - explicó mientras le pasaba su batido.- Me he dado cuenta. ¿Qué pasa contigo que no apareces en el mostrador hace varios días? - el muchacho respondió con un gesto de desagrado, indicando que no tenía ganas de hablar sobre aquello, pero Tau no pensaba quedarse callada -. Si me vas a hacer adivinar te puedo asegurar que soy capaz de armar historias muy locas - le advirtió mientras lo señalaba. El hombre sonrió.- Ok. Pero no hagas preguntas - la condicionó y ella asintió -. HCapítulo 12
- ¡Y aquí tenemos nuevamente a la Omega estrella! - Vivian era un hermosa Omega de mapache.- Hola Vivian - respondió ella sentándose en una silla alta mientras depositaba su bandeja de desayuno en el gran mesón de acero inoxidable -. Hola Juan - saludó al pequeño Omega de gato montés que se encontraba de espalda a ella.- Hola linda - respondió él sin girarse ni dejar de trabajar.- ¿Y por qué tenemos el honor de que hoy comas en nuestra humilde cocina? - presionó Vivian bastante divertida, sabiendo que Tau solo iba allí cuando los Alfas se ponían demasiado intensos con ella.- Nahila - gruñó y todo
Las indicaciones estaban dadas y Anwar no terminaba de procesar lo sensual que se veía la rubia en su uniforme de asalto. Los pantalones cargo se apretaban en sus glúteos y cintura. El chaleco antibalas le daba una aire peligroso que lo comenzaba a volver loco y ese arma que empuñaba la hacían lucir increíblemente ardiente.-Vaya Anwar. Diría que la calidad de tus estudiantes ha bajado pero esa Omega... - Massimo estaba devorando con sus ojos a la rubia y él se encontraba con un gran ánimo para romperle la cara.-Esperemos que la Omega dé el talle - ese era Carson, un pelirrojo de cabello sumamente corto.-No te preocupes. Lo hará - contestó él mientras terminaba de ajustar su chaleco al tors
- Oye Niko… Oh lo siento.Tau había entrado descuidadamente a la cocina, como lo hacía desde que llegó a la base hace tres meses. Ella nunca esperó ver a su amigo en los brazos de Mark, a una distancia que claramente indicaba que ellos se habían besado. Además la mirada avergonzada del pelirrojo no le dejaba dudas.- ¿Necesita algo García? - ese era Mark que no dejaba a Niko apartarse de su lado. Era evidente la lucha que estaban manteniendo ambos, uno quería alejarse y el otro lo impedía.- Solo… solo vengo por agua - se excusó ella señalando el grifo.- Bueno, busque - le indicó Mark apretando los brazos alrede
Los entrenamientos ya no ocupaban tanto tiempo, por lo que los reclutas podían relajarse un poco en estos últimos días que le quedaban. Así fue que Tau se encontraba en el gimnasio, levantando pesas con el mayor peso que su cuerpo le permitía. Parker la miraba de reojo, riendo por lo bajo al ver el excesivo esfuerzo que hacía la rubia. Se terminó cansando cuando notó que Tau estaba demasiado agotada y tal vez no podría volver a poner la pesa en su lugar. Con lentitud se paró frente a ella, cerca de su cabeza y listo para recibir la pesa.- Oye te vas a lastimar - le dijo en su tono serio.- Yo… - hacía un esfuerzo demasiado grande para levantar la pesa -... puedo…- y sintió las manos de Parker envolver la pesa para colocarla en su lugar.
- Aquí tiene, señor - el fastidio que se filtró con tanta claridad en la voz de Nahila casi lo hizo reír.- Gracias. Que tenga un buen regreso a casa y la espero el lunes - respondió Anwar con una seriedad fingida. No podía evitar sentirse el maldito más afortunado del mundo. En su habitación una bella Omega esperaba por él, lista para entregarle tanto placer como el que él deseaba que ella sintiera. Y no solo eso, se irían juntos a la casa de la muchacha y allí sí podrían hacer todo el ruido que quisieran.Caminó tratando de no sonreír, de mantener su expresión neutra a medida que recorría los pasillos que se le estaban antojando interminables.Último capítulo