CAPITULO 54

Ezra Lennox

La brisa nocturna congela mis mejillas, el sol apenas se ha ocultado y mi reloj de pulsera indica que faltan veinticinco minutos para las ocho de la noche. Nunca me caracterice por ser romántico con las damas, lo mío era más de pasión y salvajismo porque estaba de moda ser el chico malo de la historia; pero desde que me enamore de mi esposa, muchas cosas en mi cambiaron y creo que para bien.

Traer a Blair a la casa del lago ha sido una jugada arriesgada de mi parte, dado el pasado que se vincula a este hermoso lugar; sin embargo, he decidido reconciliarme con este sitio y reescribir sobre los viejos recuerdos, unos más agradables y duraderos junto a la mujer que amo.

Blair está de pie junto al auto, su rostro parece serio y contrariado y casi puedo jurar que sus pensamientos la han llevado al pasado; bordeo el auto y rápido me encuentro frente a su cuerpo, ella parpadea cuando tomo sus manos y las llevo cerca de mis labios.

—Se lo que estás pensando, chiflada