Diez años después.
Harry estaba terminando de arreglar las cosas de su casa cuando sus hijos mayores entraron con cara de pocos amigos. Puso los ojos en blanco, era lo mismo de siempre con los padres del niño que vivía a su lado. Ellos deseaban tener una relación normal, y los padres no aceptaban que su hijo menor estuviera con estos dos cuatro.
— ¿Ahora qué pasó?
— Sus padres no lo quieren dejar salir —dijo Mason—. Lo vamos a secuestrar.
— ¿Qué harán qué?
— Lo llevaremos con nosotros a casa, con papá Liam —dijo Ethan, como si estuviese hablando de algo sencillo—. Él está de acuerdo.
<<— Harry ¿Has escuchado hablar acerca de BDSM? —le preguntó, alejando su plato de su alcance, y Harry imitó su acción ya que había comido menos de la mitad.— Sí, pero muy poco, ¿Por qué? —se animó a preguntar.— Porque a eso es que me dedico, para eso te indique que vieras esta noche aquí. Quiero experimentar algunas cosas contigo —Harry se levanta de la silla tan rápido haciendo que esta cayera al piso.— E-Eso no, se lo suplico —dijo alejándose de Liam cuando este comenzó a caminar hacia él.— Te dije que no me gusta que me nieguen las cosas, así que harás lo
Liam apoyó su mejilla en la palma de su mano, miró por la ventana del avión todo el paisaje. Luego observó como sus puños se volvían cada vez más arrugados por la edad. No había podido asimilar todo lo que Harry le comentó antes acerca de su familia. Ni siquiera creía en Dios y en ese momento su esposo pensaba traer de entre los muertos a dos personas que odiaba por darles esa vida tan miserable.En sus años buscando la respuesta a su origen, lo que más pensaba era en poder matarlos a todos y ahora su esposo pretendía traerlos a la vida.Sus hijos mayores ya debieron de haber llegado a la isla hace unas horas, por lo que de seguro estarían con su pareja. Ese chico… era alguien extraño por estar con cuatro sujetos al mismo tiempo.
<< Liam acababa de llegar a ese lugar después de años. Después de que toda su familia fue destruida por ese monstruo. En particular con la hija más querida de Desmond. Era su primer día siendo profesor en una escuela que para su desgracia era la más costosa.Sus amigos estaban a la espera de él para que les dijera en el momento justo que podrían ir. Llegó a la escuela media hora después, tocándose el puente de la nariz al ver a todos esos mocosos corriendo por el pasillo y quienes al verlo fueron huyendo hacia sus salones de clases.Entró a su aula correspondiente y se quedó mirando a todos esos mocosos engendros del diablo por unos segundos antes de reaccionar.— Buenos d
<< — Vamos grita. Grita como la perra que eres —decía esa voz que reconoció al instante.Des Hamilton. Estaba violando a su chico, a su niño de ojos marrones, a su bebé, a su novio.— ¡Ya déjalo! ¡Lo estás lastimando! —gritó Liam, mientras intentaba quitar las cuerdas de su brazos y pies.— Oh, mira quien despertó, saluda, Pequeña zorra —levantó la cabeza de William, que estaba enterrada en las sábanas.— Liam, ayúdame —susurró con dolor, mientras sentía como una de las embestidas de Des que acabó por destruirlo. La voluntad de KrosEra un mundo completamente cambiado, los híbridos estaban dominando el mundo a su uso y antojo y los humanos eran sus esclavos. Cada lugar era diferente, no era para nada comparado a los siglos anteriores en donde los humanos usaban a los híbridos como esclavos.¿Quiénes eran los esclavos? Los humanos, los mismos humanos que decían que los híbridos no eran más que algo sexual. Cómo cambian los papeles.Jean era ese humano rebelde que no se dejaba de nadie, pasó toda su vida huyendo de los híbridos, hasta que fue encontrado y llevado con alguien importante, quien tratará de dominar a ese humano que parecía ser el emperador y no él. *****JeanExtra.
Un chico de ojos verdes claros, estaba siendo embestido por alguien que nunca se imaginó que fuera capaz de hacer algo como eso con él. Sus pequeñas manos se aferraban lo más que podían al barandal que estaba en una de las ventanas de la última planta de la iglesia.El pequeño pueblo estaba iluminado por los grandes faroles que el demonio que estaba abusando de él había regalado.Todos pensaban que era un Dios, un Ángel mandado por los dioses o que simplemente era alguien que había llegado para ayudar a las personas sin ningún tipo de beneficio o de recompensa por hacerlo.El menor sabía qué clase de persona era, quien era el causante de su insomnio por las noches y que sus días fueran los más dolorosos qu
Harry tenía los ojos fuertemente cerrados, no deseaba abrirlos. Escuchaba a la persona que había ultrajado su cuerpo moverse por la habitación, sus mejillas estaban rojas de tanto llorar y eso que no apenas era un niño de no más de dieciséis años. Sus sueños y metas estaban en un alto.Lo único que deseaba era salir de ese lugar cuando terminara la escuela en año medio que aún le faltaba, todavía no podía creer lo que había pasado con su cuerpo, la forma en la cual lo tocó no fue algo que pudiese haber pasado.Debía de estar soñando, fue todo lo que se dijo. Lágrimas y más lágrimas seguían saliendo de sus ojos, se sentía tan sucio que ni los dioses lo habían salvado de esa desagradable escena.
Semanas después.Harry caminaba hacia la iglesia, con pasos cautelosos. Ni siquiera sabía cómo podía seguir caminando después de todos esas semanas en las que su verdugo entraba a su habitación y usaba su cuerpo a su uso y antojo. Había mantenido una distancia prudente entre su amigo y él, por orden de esa persona que por más que intentaba saber quién era, fracasaba.Se sentó lo más alejado posible, cuidando de que su trasero no saliera más jodido de lo que ya estaba, ver al padre Liam dar la misa había sido algo muy bueno para él, se sentía tranquilo al escucharlo, por lo que tal vez pensó que diciéndole lo que le estaba pasando podía tener un poco de paz.— Padre Liam —jal&