Pero, y si Farit no la hubiera visto allí. ¿Cómo él le habría respondido a Eliza? Esa idea no podía salir de su mente, la torturaba una y otra vez pensando en la respuesta y negó.No, su novio no podía hacerle eso estaba segura, pero ¿lo estaba? Joder, sentía que jamás podría confiar de nuevo en él, y eso era un verdadero problema. Maldición, odiaba a Eliza. Ella estaba haciendo que dudara de Farit y no quería. Tal vez ese había sido su principal objetivo y al parecer lo estaba logrando—¿No te das cuenta de la situación o simplemente prefieres ignorarla? —Luna dijo de manera irritable y se cruzó de brazos, mirando seria a su novio. De verdad quería entender su postura.Montalvo conocía la razón de su molestia, simplemente se le hacía más fácil evadirlo con Luna, pues pensaba que Eliza simplemente estaba jugando y quería darle una oportunidad de redimirse.Había hecho lo imposible para solucionarlo, sin embargo, cada vez que hablaba con la peli naranja sobre su actitud, ella parecía
—No lo estoy, no exageres mujer. —El señor Sandoval rio y miró a su hija extraño por la actitud de su esposa.No era habitual en ella sentirse tan preocupada por el estado de salud de su esposo, jamás lo hacía y no creía que de pronto lo empezara a hacer. Acaso ¿Algo estaba tramando? —Luna, debes dejar descansar a tu padre. Mañana podrás verlo de nuevo y platicar con él todas esas cosas que platican. Además... —Miró su reloj y abrió sus ojos en demasía, Luna hizo lo mismo, observando el horario, ella creyó que no era tan tarde. Lo realmente cierto es que su mamá estaba actuando extraño—. Es tardísimo, no vas a regresar a casa con Farit. La chica asintió, no le quedaba de otra, no quería que sospecharan que había problemas en su relación, que casi todo se estaba desmoronando en pedazos y menos que su padre se preocupara por su culpa, o que su mamá estuviera metiéndose en su vida.La conocía muy bien, apenas se enterara de sus problemas, Camil le diría muchas veces que se lo dijo. Sab
David frunció el ceño al ver como a Luna le costaba trabajo creer que Farit fuera capaz de hacer algo como eso, algo que claramente él si creía y demasiado.¿Por qué lo dudaba? ¿Desde cuándo le tenía tanta consideración? Eso definitivamente no le había gustado en lo absoluto.Así que trató de convencerla un poco más. Tenía que hacerlo si quería que ella volviera a su lado.—Solo piénsalo pequeña, a nadie más le beneficiaba mi muerte y mi detención como lo hacía a él. Tú quedarías libre y él estaría ahí para ti, para consolarte, para ganar tu confianza, para engatusarte, para que le creyeras todo porque eso era lo que él quería... —David dijo.Incluso David escuchó sus propias palabras, cayendo en cuenta en lo que ahora estaba diciendo y lo juntó con el hecho de que Luna no creyera mucho en su palabra, ella no era la de antes.Era como si la hubiera perdido, pero eso no podía ser posible, llegando a una sola conclusión revelando la verdad.Sus miedos se habían hecho realidad, más que e
La idea de que Farit fuera un mentiroso y manipulador la estaba matando por dentro, es que realmente no podía creerlo, por más que lo pensaba para ella era imposible.No, su Farit no, porque aunque no le creyera por completo, necesitaba escucharlo de su propia boca, necesitaba que le dijera que no había hecho nada de eso mientras la miraba a los ojos, eso necesitaba.Entonces abrazó fuertemente a David, más de lo que ya lo hacía, no sabía por qué razón lo hizo, solo quería que la consolara en ese momento.Él era el único ahí, junto a ella y recordó cómo era estar a su lado, podía confiar en él, el calor que le regalaba y esa tranquilidad que le transmitía, se sentía bien.Una paz que no había experimentado con nadie y eso era lo que quería, aunque muy dentro de ella sabía que estaba actuando mal porque todo se podría malinterpretar.—Te extrañé mucho. —David musitó.Estaba feliz de tener a Luna de nuevo entre sus brazos, aunque de una manera diferente. No la soltaría, estaría para ell
—Todo lo que te digo es verdad, te juro que lo es, únicamente déjame demostrarte que no miento y lo podrás comprobar por ti misma. —David la miró serio.Quería que le creyera y que le dejara demostrarle que no mentía, Luna asintió rápidamente sacudiendo su cabeza al escuchar su celular sonar, sacándola de su ensimismada mente.No sabía que creer o que pensar, se sentía atrapada y confundida con todo. Vio la pantalla y su corazón se estrujó más al ver el remitente, era Farit, no quería contestarle, no ahora que estaba con David.No era muy buena disimulando y él podría saber que algo más pasaba, así que volvió a guardar el móvil, no podía hablar con él en ese momento y menos en las condiciones en las que se encontraba.Tenía que tranquilizarse y pensar en cómo abordaría el tema, tenía que tratar esto lo más objetiva posible .—Debo irme. —Luna dio un paso hacia atrás y se alejó de David, necesitaba espacio, mucho al decir verdad—. Te veré luego.—Luna... —Trató de detenerla, no se podí
Farit tomó con fuerza la manija de la puerta del auto de su novia al sobresaltarse con la velocidad con la que estaba manejando.Estaba sorprendido, ¿cómo podía manejar de esa manera? La miró de reojo, no podía verla de otra manera cuando también veía hacia en frente, verificando que no fuera a chocar contra algo o alguien.Cuando la miró se dio cuenta de que su rostro estaba en encrucijada, sin desviar su atención del camino, al menos, con sus manos tomando fuertemente el volante. Podía notar el enojo en sus movimientos y su semblante, algo le decía que estaba jodido.—Luna ¿podemos hablar? —Farit dijo con la esperanza de que eso pudiera calmar un poco su estado y así bajara la velocidad, sin embargo, no tuvo respuesta.Era evidente que estaba molesta. Lo que no entendía era cómo ese enojo en vez de apaciguarse durante el día se había intensificado con el trascurso de las horas. No lo entendía.Luna siguió sin responder, sin embargo, aumentó más la velocidad con cada palabra que esc
—Dime, bebé. —Farit sonrió mientras ella trataba de analizar su expresión...Se quedó callada, tenía miedo, claro que lo tenía y estaba tratando de tomar valor para decirle lo que pensaba. Le aterraba que en el fondo todo lo que le había dicho David fuera verdad, no quería, sin embargo, tenía que saberlo de una buena vez por todas, aunque doliera, entendía que sería mejor así.—¿Me amas? —Luna preguntó con su voz suave y sin dejar de mirarlo a los ojos.A Farit le pareció extraña la pregunta, más cuando diariamente le decía lo mucho que la amaba. No tuvo problemas con responderla y se la repetiría las veces que fueran necesarias.—Con toda mi alma. —Farit dijo.Sin embargo, su sonrisa desapareció. No le pareció normal que lo estuviera cuestionando por eso, algo más había en todo lo que estaba preguntando, algo oculto.—¿Tanto me amas como para comprarme con mi mamá y hacer que ella me obligara a casarme contigo? —Luna lo soltó, así sin más, era ahora o nunca y entonces se atrevió.
—Perdón. —Luna se disculpó, sintiendo se culpable por haber dudado de él.Farit negó mientras sonrió sereno y limpiaba su rostro lleno de lágrimas, no tenía nada que perdonarle, sin embargo...—No puedo creer que después de todo aún dudes de mí. —El azabache musitó mirándola directo a los ojos, para que viera que no estaba mintiendo y que nunca lo hizo—. Yo jamás haría algo que te dañara.»Te amo y nunca voy a cansarme de repetírtelo. No sé qué haría si tu algún día me dejaras, mi universo eres tú, tú por completo. —Farit esperaba que no hubiera duda en su mente de hoy en adelante.Luna asintió, estaba feliz porque todo hubiera sido una confusión, ¿cómo había podido olvidar esa noche?Tenía tantas cosas en su mente que olvidó ese detalle que tal vez le hubiera costado su relación, se sintió una tonta.Farit descubrió todo sobre la boda esa noche, ambos fueron víctimas de las circunstancias. Aunque no del todo, su madre tenía mucho protagonismo en todo esto, a la que realmente debería