Luna parecía realmente afligida, estaba frustrada de tratar de seducir a Farit y este no le hiciera caso, incluso estaba creyendo que tal vez no le gustaba físicamente, haciéndola sentir muy mal.Así que soltó un puchero viendo a su amiga.Jessy alzó ambas cejas, curiosa. Eso sí, no se lo esperaba, pero tratándose de hombres tal vez no era tan sorpresivo. Al sexo opuesto a veces se les dificultaba entender indirectas, lo cual era muy frustrante, por suerte ella no tenía que lidiar con eso.—Quisiera que él tuviera la iniciativa, sin embargo, solo me dice cosas calientes y juguetonas, dejándome sumamente dispuesta ante la expectativa y nada… no hace nada. —Luna dijo de forma frustrante, mientras se cruzaba de brazos sobre su asiento—. ¿Crees que ya no le guste? —La rubia mordió su labio mirando a Jessy de forma preocupada. Ese era su más grande miedo. —No, claro que no. —La azabache dijo enseguida, eso ni de chiste—. Mira, pueda que Farit te esté dando tu tiempo, tal vez piense que aú
Ambos se entregarían por completo, sin ataduras, sus labios se unieron de nuevo, quería contemplarla y adorarla, que ese momento durara para siempre.—Te amo Farit. —Luna dijo y como si esas palabras fueran mágicas, hicieron extender una gran felicidad sobre el pecho del aludido. ¿Podía ser más feliz en ese momento?—Yo también te amo Luna. —Acarició su rostro con tanta ternura mientras iba meneando sus caderas, enterrándose lentamente en su interior, recordando que esa sería su primera vez.Luna cerró sus ojos al sentirse extraña, pero no pidió que se detuviera, tomó fuerte los brazos de Farit, clavando un poco sus uñas por el poco dolor que sintió. Nada que no pudiera soportar.Farit no dejaba de besar su rostro mientras reprimía sus fuerzas, no quería lastimarla, quería ser lo más cuidadoso posible y cuando se adentró por completo la miró.Luna soltó una pequeña lágrima de felicidad, al fin, al fin era totalmente de él y no podía pensar en otra cosa que no fuera en lo dichosa que s
Confiaba en él, pero no en ella y sabía que en cualquier momento haría algo para volver a seducirlo.Miró su reloj, eran las 12 de la mañana. Farit no respondía sus mensajes y el último que había recibido solo decía que llegaría tarde, los celos eran un mal aliado en ese momento.—Cálmate Luna, él debe estar trabajando… mientras Eliza trata de seducirlo con el corto vestido que se puso esa mañana. —Apretó sus puños al recordar la clase de ropa provocativa que usaba la peli naranja.Se paró sobresaltada y tomó su bolso decidida, no haría nada malo, solo iría hasta la oficina de Farit con la escusa de querer darle una sorpresa.Suspiró decaída, a la 12 de la mañana, no sonaba nada creíble, pero tenía que hacerlo o se volvería loca. Con prisa tomó su auto y condujo hasta su destino, el tráfico era casi inexistente a esas horas, por lo que en tiempo récord llegó al lugar, bajó del vehículo y se adentró al edificio donde únicamente se encontró con un guardia de seguridad.Le mostró su cre
Sin embargo, el rostro de la rubia no era el mismo, apenas Farit la miró, Luna desvió la mirada tratando de ocultar sus ojos hinchados, por tanto llorar.Ella no esperaba la presencia de su novio en ese momento y menos estaba feliz de que lo hiciera.—Amor. —Farit se paró enseguida viendo ese terrible detalle en sus ojos, él no quería que sufriera por una estupidez.El mismo se sentía culpable de todo. Debió de detener esa situación cuando pudo, pero ahora era demasiado tarde y no sabía cómo remediarlo.Luna le dio la espalda, no quería saber nada de él, pero tampoco quería dirigirle la palabra para pedirle que saliera de su habitación, así que simplemente lo ignoró, pensando que se cansaría.Luna se acercó a su tocador para mirarse sobre el espejo mientras esperaba que él se fuera.—Te juro por mi vida que te amo, lo que viste solo fue un accidente. —Farit empezó hablar, no quería perder tiempo y trató de escudarse de todo lo que había pasado. Luna cerró los ojos, no quería llorar m
Pero, y si Farit no la hubiera visto allí. ¿Cómo él le habría respondido a Eliza? Esa idea no podía salir de su mente, la torturaba una y otra vez pensando en la respuesta y negó.No, su novio no podía hacerle eso estaba segura, pero ¿lo estaba? Joder, sentía que jamás podría confiar de nuevo en él, y eso era un verdadero problema. Maldición, odiaba a Eliza. Ella estaba haciendo que dudara de Farit y no quería. Tal vez ese había sido su principal objetivo y al parecer lo estaba logrando—¿No te das cuenta de la situación o simplemente prefieres ignorarla? —Luna dijo de manera irritable y se cruzó de brazos, mirando seria a su novio. De verdad quería entender su postura.Montalvo conocía la razón de su molestia, simplemente se le hacía más fácil evadirlo con Luna, pues pensaba que Eliza simplemente estaba jugando y quería darle una oportunidad de redimirse.Había hecho lo imposible para solucionarlo, sin embargo, cada vez que hablaba con la peli naranja sobre su actitud, ella parecía
—No lo estoy, no exageres mujer. —El señor Sandoval rio y miró a su hija extraño por la actitud de su esposa.No era habitual en ella sentirse tan preocupada por el estado de salud de su esposo, jamás lo hacía y no creía que de pronto lo empezara a hacer. Acaso ¿Algo estaba tramando? —Luna, debes dejar descansar a tu padre. Mañana podrás verlo de nuevo y platicar con él todas esas cosas que platican. Además... —Miró su reloj y abrió sus ojos en demasía, Luna hizo lo mismo, observando el horario, ella creyó que no era tan tarde. Lo realmente cierto es que su mamá estaba actuando extraño—. Es tardísimo, no vas a regresar a casa con Farit. La chica asintió, no le quedaba de otra, no quería que sospecharan que había problemas en su relación, que casi todo se estaba desmoronando en pedazos y menos que su padre se preocupara por su culpa, o que su mamá estuviera metiéndose en su vida.La conocía muy bien, apenas se enterara de sus problemas, Camil le diría muchas veces que se lo dijo. Sab
David frunció el ceño al ver como a Luna le costaba trabajo creer que Farit fuera capaz de hacer algo como eso, algo que claramente él si creía y demasiado.¿Por qué lo dudaba? ¿Desde cuándo le tenía tanta consideración? Eso definitivamente no le había gustado en lo absoluto.Así que trató de convencerla un poco más. Tenía que hacerlo si quería que ella volviera a su lado.—Solo piénsalo pequeña, a nadie más le beneficiaba mi muerte y mi detención como lo hacía a él. Tú quedarías libre y él estaría ahí para ti, para consolarte, para ganar tu confianza, para engatusarte, para que le creyeras todo porque eso era lo que él quería... —David dijo.Incluso David escuchó sus propias palabras, cayendo en cuenta en lo que ahora estaba diciendo y lo juntó con el hecho de que Luna no creyera mucho en su palabra, ella no era la de antes.Era como si la hubiera perdido, pero eso no podía ser posible, llegando a una sola conclusión revelando la verdad.Sus miedos se habían hecho realidad, más que e
La idea de que Farit fuera un mentiroso y manipulador la estaba matando por dentro, es que realmente no podía creerlo, por más que lo pensaba para ella era imposible.No, su Farit no, porque aunque no le creyera por completo, necesitaba escucharlo de su propia boca, necesitaba que le dijera que no había hecho nada de eso mientras la miraba a los ojos, eso necesitaba.Entonces abrazó fuertemente a David, más de lo que ya lo hacía, no sabía por qué razón lo hizo, solo quería que la consolara en ese momento.Él era el único ahí, junto a ella y recordó cómo era estar a su lado, podía confiar en él, el calor que le regalaba y esa tranquilidad que le transmitía, se sentía bien.Una paz que no había experimentado con nadie y eso era lo que quería, aunque muy dentro de ella sabía que estaba actuando mal porque todo se podría malinterpretar.—Te extrañé mucho. —David musitó.Estaba feliz de tener a Luna de nuevo entre sus brazos, aunque de una manera diferente. No la soltaría, estaría para ell