Después de un rato aproveché lo relajada de nuestra charla para tantear a ver qué impresión le había provocado Sergio.

-I: Estoy sorprendida con lo bien que se ven los invitados en esta reunión-  instintivamente volteó a mirar en dirección de Sergio y suspiró.

-AM: tienes razón se ven muy bien, aunque para mí el más guapo es mi nanito-  la jugada me salió al revés, porque al escucharla sin controlarme contesté con un suspirado “Si”.

Anahí voltea a verme con una sonrisa pícara que posteriormente se transformó en una leve risa, cuando me puse roja de vergüenza por lo que hice. Tratando de desviar la atención le pregunté por Sergio.

-I: Y Sergio ¿Qué te parece?-  en ese momento su risa se congeló, ahora era ella la que estaba colorada.

-AM: ¡pues es muy gu