Amanda Bajo la mirada hacia sus manos. Se tragó las palabras de desesperación para hacerle entrar en razón.
Samuel se iba a casar, y a pesar de todo, se veía muy feliz con la idea de su boda. —¿Amanda?— pregunto Samuel con el ceño fruncido mientras miraba preocupado a la mujer. — Espero tengas la decencia de invitarme a la boda.— dijo Amanda subiendo la mirada mostrando su mejor sonrisa. Ella no suplicaría ni lloraría, mucho menos se rebajaría. No era ese tipo de mujer. —Realmente espero que todo salga bien.— dijo Samuel, dejando a un lado los papeles y recostándose a su silla. —¿Problemas?— pregunto la castaña. —Alía Parece Odiarme mucho más en estos momentos— dijo Samuel Cerrando con una tristeza sus ojos, y suspirando fuertemente. Parecía muy afligido y desanimado. —no me parece extraño Samuel. Prácticamente, la están obligando a casarse sin ella haber dado el sí.— dijo Amanda Mientras lo miraba con reproche. — Lo sé, pero…— Samuel la miro afligido. —Voy a darle todo aun si ella no me lo pide.— Amanda sonrió para sí. Así que era eso. —Ese es el problema Samuel, los lujos, y el estatus no lo es todo, el desamor no es algo bueno, por lo que vivir, la están obligando sin tener en cuenta sus pensamientos y sentimientos.— dijo Amanda mientras le daba un apretón de manos. —Sé que eres un buen hombre y ejemplar, eres un Hombre distinto a todos, eso es lo que ella… eso es lo que Alía tiene que ver.- —¿Cómo?— Pregunto samuel —Tienes que darle tiempo a conocerte, demuéstrale la clase de hombre que eres, no solo por ser amigo y socio de sus padres… enséñale en la convivencia lo buen hombre que eres. Enamórala, consiéntala, hazle saber que no se va a arrepentir de haberte elegido—. Ambos se quedaron en silencio por unos segundo, cada uno sumido en sus pensamientos. Samuel por querer conquistar y enamorar a su pequeña. Amanda dándole fin a su primer amor. —Bueno, me voy, Anthony tiene que hablar contigo.— dijo Amanda recogiendo sus cosas para levantarse. —No lo olvides, quiero mi invitación en una hermosa letra dorada.— —La tendrás— dijo Samuel soltando una carcajada. La castaña tomó sus pertenencias y se encaminó a la salida, y antes de abrir la puerta. —También quiero que me digas cómo fue que te enamoraste de ella.— Antes de que Samuel pudiera decir algo, Amanda salió en la oficina, sentía que su cabeza le daba muchas vueltas, se sentía muy nerviosa, todo le daba vueltas, su respiración era muy rápida. Sonrió ante lo masoquista que era. —¿Amanda, te encuentras bien.?— pregunto Anthony que venía por el pasillo hacia la oficina. —¡Oh! Todo está bien, jefe, gracias.— El hombre solo la quedo mirando extraño mientras la veía alejarse. —qué raro…— dijo mientras alzaba los hombros. Mujeres, difíciles de entender. Sin más, se encaminó hacia la oficina de Samuel. —Amigo toma asiento.— Samuel le dijo a Anthony mientras lo veía extrañado, lo veía muy pensativo. — No es necesario Samuel, esto será muy rápido.— Anthony le entrego la información que le había llegado de unos enemigos en el campo laboral estaban haciendo, para hacerse tanto como sus negocios y socios. Plan del que ellos ya estaban siendo informados. — ¿Que es eso? Pregunto Anthony Samuel tenía una mirada emocionada. —El modelo de la invitación.— Anthony estaba muy feliz y orgulloso. — en dos semanas se casarán. …❤️🔥…Lejos de lo que todos pensaban, Samuel Anderson nunca fue un hombre de poder y prestigio. Cuando era joven vivía en la miseria y carecía de fuerza y salud. En el barrio donde vivía, tuvo que sufrir de bullying, golpes, sus amigos se reían de él. Siempre fue humillado. Cuando Anthony Klau sufrió aquel atentado junto con su familia, Samuel, aun estando débil y con un fuerte dolor en su cuerpo hizo todo por ayudarlos, se quedó con la pequeña Alía escondidos mientras llamaba a la policía. Eso fue lo que más lo lleno de orgulloso, después de un tiempo Anthony fue por él, quiso criarlo como un hijo, pero el joven ya era mucho mayor, aun así lo ayudo con estudios y sacándolo de esos barrios marginales donde el joven vivía. Así fue como se vio rodeado de la gente de estatus, nunca pensó en su vida tener esta vida, pero es algo que ahora le gusta. Tenía la mirada puesta en Alía, durante años, creció creyendo que era una mala idea, que no podía enamorar a la hija de su amigo. Pero
Toda la casa estaba siendo decorada en extremo cuidado. La boda se realizará en menos de dos semanas. —¿Estás Bien Alía?.— le pregunto Sofía Michel, su mejor amiga. —¿En serio me preguntas eso?— Alía Tenía Ganas de gruñirle a todo el mundo —Esto es una m****a. —Tranquila.— La morena le sonrió no sabiendo que más decir —samuel es… —Basta Con Eso.— paro Alía A Sofía —En los últimos días solo he escuchado halagos para el gran y valeroso Samuel Anderson. Alía Más Que cabreada estaba eufórica. De verdad quería morir, y estaba contemplando la distancia del balcón, para ver si a esa distancia… —Alía,.— Hablo su madre —Samuel te espera en la sala. Alía se hundió en el sofá. —Dile que ayer fue mi entierro. Sofía Comenzó a reír al oír su patética excusa. Alía— su madre la regaño con verdadero disgusto. Sin más nada que hacer, respiro Hondo y se levantó del sofá. Sofía se las pagaría por no evitar esa tragedia. —Buenos días, Alía— Samuel la miro con una gran sonrisa, hoy su pequeña
Alía estaba furiosa, aun sabiendo que aunque no quería ese matrimonio, era lo mejor, quería llorar. Su carrera de actriz estaba en su mejor etapa y aunque sabía que Samuel no le impedirá que deje de lado su profesión, aún sabía que tenía que ser una esposa trofeo. Trato de hablar con su padre y su madre y aunque no llegó a ningún acuerdo, sentía que el mundo se le iba. —¡He! Alía querida, esta es la nueva novela que vas a protagonizar, se trata de una mujer que creer haber perdido el amor de su vida por su hermanastra viciosa— dijo Talía, su mánager. Alía solo asintió perdida en otro mundo. Estaba recordando la última vez que vio a Samuel, ese porte tranquilo y relajado que siempre muestra a su lado, la sonrisa tierna y resplandeciente que tiene cuando la ve. No podía pensar que haya actuado de esa manera, sonrojándose y perdiéndose en esa mirada azul que tiene. —¿Alía estás bien?— dijo preocupada Talía al verla que se puso muy roja —no me pasa nada, todo está bien, no pi
NOTICIAS: Hoy se casa el multimillonario Samuel Anderson Con La Hija De Su Socio Anthony Klau, La Actriz Del Momento Alía Klau. Eso era lo que se veía en todos los periódicos, por más que quiera llorar y huir no podía dar un paso hacia atrás. Sabía que este era mi destinó. —¿Alía mi pequeña ya estás lista?— entro mamá, se veía muy hermosa, era una mujer entrada en sus 49 años, parecía más joven, estaba llena de vida. —Mama… ¿Por qué tengo que hacer esto? Era lo que me preguntaba desde qué me dieron la noticia, es que acaso yo no tenía derecho a vivir mi vida, a enamorarme de la persona que yo quería. —Nena, ahora no lo entiendes, pero pronto te darás cuenta de que los padres no le hacemos un mal a nuestros hijos—. Vaya, bien hay esta la típica escusa. ¿Por qué todos los padres tenían que decir eso? —No te desanimes amor, conoces muy bien a Samuel, sabes que nunca te faltará el respeto ni hará algo indebido para perjudicarte. Solo puse suspirar y asentir con un remolin
Aún no podía creer su suerte, cerré los ojos fuertemente al ver el lío en el que me había metido. Todo fue culpa de él. —Lo siento Alía, sé qué no querías y si hubieras dicho que no… Nada iba a cambiar. Dijo Samuel después de abrazarme tras haber dado el sí. Lo entiendo, él está tan ilusionado y enamorado de mí. Pero yo solo hasta el momento lo puedo ver como un amigo. Es guapo, rico, carismático, respetuoso. —Lo entiendo, lo hecho, hecho está, solo espero que si vamos a hacer que esto funciones me des mi tiempo y espacio. —lo haré pequeña, sabes, no haría nada para lastimarte—. Esa mirada que me dio, y los labios torcidos en una mueca fueron todo. Estábamos solos en el balcón de la casa mientras los invitados se relacionaban. Mi amiga Sofía estaba eufórica, ya que su Actor favorito, que es uno de mis amigos, estaba en la boda. Pobre… . Samuel tomó mi mano muy lentamente. Lo quedé mirando fijamente, todo parecía irreal, que esté guapo hombre, estuviera enamo
Samuel estaba listo para salir de su casa a Recoger a Alía. No había podido pegar sus ojos en toda la noche, o bueno, lo que restaba de ella. Estaba tan emocionado, se había casado con la mujer de sus sueños. —Señor ya va de salida— el ama de llaves muy serviciales le hablo, pues sabía lo emocionado que se encontraba Samuel. —si por favor que todo esté listo para cuando vuelva con Alía. —claro, como usted ordene, permiso señor. Con un asentimiento de cabeza, Samuel se despidió para ir a buscar a su pequeña . . Llegando a casa de sus suegros, tocó el timbre. —Samuel, hijo que bueno verte. Mía con la sonrisa que tenía, no podía ocultar su alegría. Sabía que su hija estaba en buenas manos, y aunque Alía Todavía no se da cuenta, Samuel también estaba en buenas manos con ella. Los dos era como ella dice: Una pareja echa del cielo. Aunque los dos no lo sepan, se complementan tan bien, y tienen tantas cosas en común, Alía con el pasar del tiempo obtuvo las mismas man
Samuel No podía creer su suerte, se había casado con la mujer que amaba y ahora los dos por fin podían vivir juntos. Después de que salió de casa al trabajo, solo pensaba en volver a almorzar con su ahora esposa, sabía que no estaba bien que su esposa estuviera sola. —Buenos días, señor—. saludó al guardia de la empresa, —Buenos días. Estaba tan distraído que no se dio cuenta cuando llegó. Solo tenía una junta con unos presidentes de otra empresa, pues esta vez tenía la oportunidad de crear unos de los hoteles más lujosos de Japón. —Buenos días, señor samuel, ya la sala de juntas está lista y el intérprete llegó hace unos momentos. —Gracias, dígale que voy en unos minutos. Entrando en su oficina, recogió unos documentos, le envío un mensaje a Amanda y espero la confirmación para ir hacia la sala de juntas. . . Alía, se encontraba muy emocionada, después de la sorpresa que encontró en su habitación. Las emociones estaban a flote, quería hacer algo por Samuel hasta que se l
Después de dos semanas, Samuel y Alía comenzaban a tratar más entre los dos.Alía A veces estaba tan ocupada estudiando su Guion y otra terminando de grabar la serie que tenía pendiente.Muchos de sus Fans estaban más que felices, pues muchos la encontraban en los sitios de rodaje de la serie.Alía estaba tan cariñosa y amorosa con sus fans que hasta había hecho una pequeña reunión con ellos en unos de los cafés cercanos.Samuel sabía todo lo que Alía hacía ya fuera porque ella le dijera o él se enterará con las noticias, pues sí, Samuel tenía un perfil oculto en su red social solo para ver a su preciosa esposa.Estaba muy orgulloso de ella y de la mujer en la que se estaba convirtiendo.No podemos decir que las cosas en la empresa de Samuel estuvieran bien, pues cada día estaba más preocupado.Muchos de los informes financieros estaban siendo saboteados.Ese Día Alía salió temprano del rodaje y se llevaba muy bien con la secretaria de Samuel, siempre le estaba preguntando si había co