— ¿Ella se enamoró de nosotros sin siquiera conocernos? — dijo sin dar crédito a aquello el brujo.— Yo si los conocía. — la voz de Chloe los hizo girar, estaban tan inmersos en la conversación que no se dieron cuenta que ella estaba al pie de las escaleras. — Sé que a Kek no le gustan las verduras, que a pesar de que puede ver e ingresar en los sueños de los demás él no puede soñar, porque cuando duerme solo tiene premoniciones, y es el único que siempre se preocupó por estar en armonía con su lado brujo y animal, para poder convertirse en un gran Alpha, muchas veces soñé con encontrarte en un bosque, aunque te imaginaba con el cabello más largo. — Kek veía a su luna, mientras batallaba con su lobo que trataba de salir y reclamar lo que era suyo.— Se lo corto hace unos años, no metí, cuando te conté como era, tenía el cabello hasta debajo de su trasero. – dijo Pol y Chloe sonrió, porque hacía mucho que se había obligado dejar de soñar con cosas imposible.— Y yo mi vida, ¿no soñabas
Estaba despierta, pero me negaba a abrir los ojos, no quería, no lo deseaba, quería seguir en ese maravilloso sueño… no, no fue un sueño, era la verdad, era mi vida real, ¡lo es! yo los conocía, desde hace mucho, desde que era una niña, ¿en verdad los amaba? Respire profundo y aprete aún más mis parpados, no los pienso abrir, no aun, quiero recordar, eso que tanto me obligué a olvidar.— En las películas los vampiros siempre matan a todos, y los hombres lobos asustan a las personas y huelen feo, llenan todo con su baba y los brujos, esos son los peores, en todos los cuentos de hadas las brujas hacen cosas malas. No puedo evitar que una sonrisa se expanda por mis labios, no puedo creer que le dijera eso a Pol, pero en mi defensa, solo era una niña.— No siempre son así, en la vida real, un vampiro pasa toda su existencia buscando su vida, ese es el nombre que tienen sus compañeras, puede ser que algunos sean malhumorados, pero se debe a su soledad, otros como… uno que conozco, que es
Los ojos de Chloe se abren como dos persianas que muestran un día soleado, con un cielo azul y despejado, mientras mis manos retiran su pantalón de algodón, maldición, tiene unas bragas diminutas que lo único que provocan es que mi pecho vibre en aprobación, llevo mi nariz a la pequeña tela y aspiro su aroma, mandarinas y un poco de lavanda, me enloquece, más cuando toma mi cabello entre sus manos y lo jala para qué la mire.— Yo… nunca… — la veo con confusión, ¿ella nunca qué?— Nunca permite que… nunca tuve sexo oral. — podría aullar en este momento, pero me contengo, no puedo creer que Vito no lo hiciera.— Yo no te hare sexo oral mi luna. — mi voz sale distorsionada, estoy en modo Alpha, pero aun así sé que no la reclamare, no aún.— ¿A no? — su rostro denota desilusión y muerdo mi labio para no reír se ve tan dulce y es toda mía… nuestra.— Yo te hare el amor, con mi pene, con mis manos, con mi boca, con todo mi ser. — puedo escuchar como su corazón se acelera con cada palabra qu
Veo a Vito deambular por la sala, acomodando uno que otro cojín, como si no fuera capaz de escuchar los gemidos de placer de nuestra compañera, ¿Cómo logra estar tan tranquilo?— Incendiaras la casa si tu cabello sigue en llamas. — hay cierta burla en su voz y eso me enfada aún más.— Desearía despertar mi lado vampiro solo para estar tan tranquilo y frio como tú. — le suelto casi en un grito y mi primo al fin me ve.— ¿Frio y tranquilo? Ja. — la falsa carcajada flota en el aire al tiempo que Vito acomoda su pene entre sus pantalones. — Sí muy frio y tranquilo. — dice con molestia.— Esto será difícil. — digo y veo al techo, que no es más que el piso de la habitación donde mi media alma está haciendo el amor con Kek, mi primo.— Podrás manejarlo mejor una vez
¿Tengo miedo? Claro que tengo miedo, estoy aterrada, ¿cómo puede ser que a la diosa luna se le ocurra que puedo tener sexo con los tres a la vez? ¿acaso piensas que soy una mujer deseosa de sexo? Aunque pensando en ello… Dios solo te pido un poco de misericordia, o a ti diosa luna, por lo que más quieran que ninguno de ellos tenga el poder de entrar en mi mente… estoy perdiendo la cordura.— ¿Qué es ese ruido? — no alcanzo a levantarme de la cama cuando Vito está sujetando mis brazos.— Cazadores vida, son cazadores. — mi cuerpo tiembla, mi corazón se acelera, no soy capaz de decir nada, el miedo es más fuerte que cualquier cosa.— ¡Llévala al refugio! — solo cuando Dante grita soy consciente que estamos en la sala, Vito es rápido, muy rápido.— No la sacare de aquí, no me arriesgare…— Vito nuestro deber es proteger el pueblo, y ella debe estar segura. — soy un estorbo, estoy dificultando su deber, que es proteger a todos.Vito asiente y al abrir la puerta quedo en un shock aun mayor
— ¿Que paso? ¡¿Quién la lastimo?! — Dante tenia a Kek contra una de las paredes sanas del bunker, sus garras estaban lastimando los brazos del brujo, pero aun así el peliblanco no lo libero, mientras Clara, que sostenía la cabeza de Chloe, fue quien contesto.— Fue un accidente Vito, el brujo quiso llevársela y por lo que dicen las lobas, el bebé libero su aroma a cazador…— ¡¿Quién ataco a mi Luna?! — la voz de Kek no era humana, tampoco animal, era la mezcla justa de ambas, era el Alpha y las lobas comenzaron a gimotear, las estaba torturando, aun en sus mentes, por más que Dante tratara de refrenarlo, el lobo de Kek no cedió.— Ella la salvo Alpha, ¡nuestra luna la salvo! — grito una vampira, ya que su especia no estaba bajo la tortura de Kek.— Es así Kek. — Matilde se atrevió a hablar, aun con el mido corriendo por sus venas. — La loba la ataco aun sin quererlo, fue su instinto de supervivencia, aun así, la luna lo comprendio y cuando el brujo la ataco, Chloe intervino para salva
Nuriel tuvo que bajar su cabeza para pasar el umbral de la puerta, Kek, y Dante no bajaron la guardia, sin embargo, Vito casi se había olvidado de él, toda su concentración estaba en Chloe, por lo que la atención de Nuriel también estaba en ellos. Observo como Vito en menos de diez minutos ayudo a Chloe a cambiarse, con al amor que la cargaba, porque así era, el vampiro no dejo que Chloe estuviera de pie ni un segundo desde que la había tomado en brazos en el prado, ahora la estaba colocando en un sofá, pero lo que más lo estresaba era el amor con el que le hablaba a Habichuela.— Sé que eres inteligente habichuela, por eso te pido que no trates de proteger más a mamá de ese modo, no solo los pondrás en peligro, también puede que te haga mal, por favor, deja que nosotros nos ocupemos.Nuriel se removió incomodo en el asiento que estaba ocupando, mientras Vito hablaba con miel en su voz, Chloe tenía los ojos fijos en él. La humana no podía creer que ese hombre fuera real, era un gigant
Chloe daba vueltas en su cama, era cómoda, grande y de sabanas suabes, entonces ¿Por qué no podía dormir? Sabia la respuesta a eso, y le daba una enorme vergüenza así sea pensarlo, pero no podía evitarlo. Estaba a punto de llorar, cuando unos golpes en la puerta la hicieron girar una vez más en la gran cama.— Chloe, ¿puedo pasar? — la voz de Dante la hizo vibrar y tenía ganas de gritar por ello.— Si. — susurro y luego se aclaró la garganta. — Sí, puedes pasar.— ¿Necesitas algo? — la pregunta que lanzo el peliblanco apenas ingreso en el cuarto la hizo sonreír, te necesito a ti, quería decirle, pero no podía porque… ¿Por qué no podía decirlo? A si, pudor, vergüenza y prejuicios que solo estaban en su cabeza.— ¿Chloe? — cada paso que Dante daba hacia ella su corazón palpitaba con mayor fuerza, y la humedad crecía de manera desmedida entre sus piernas.— Maldición. — dijo con frustración al tiempo que se sentaba en la cama, una que era demasiado grande para ella sola.— ¿Que te sucede