Josh. Entro con una sonrisa en los labios, pues las ansias me comen por estar con Amanda, mi dulce y tierna prometida. Todo se ve normal hasta que noto que la puerta de nuestra habitación está abierta, y por lo que recuerdo, yo la dejé cerrada. Avanzo despacio tratando de no hacer ruido, termino de abrir la puerta y vaya, mi pequeña Amanda, no está. La rabia me invade, siento la cara arder, todo me da vueltas y me dejo caer en el piso, termino con la espalda en este, hago mis manos puños y lo golpeo sin descanso. Todo se acaba de ir al caño, me arrebataron cualquier posibilidad de salir de este maldito hoyo, me la quitaron a ella. ¿Como lo descubrieron? ¿Quien fue? Se supone que cuide venir por donde no hay cámaras de vigilancia. Ni siquiera alcance hacer que firmara los documentos de sucesión, no tengo nada, el tiempo se termina y mi vida con el. En dos días no alcanzo a juntar todo lo que les debo, ni vendiendo todo lo que tengo alcanzo a cubrir el cincuenta por ciento d
Eleva su rostro y me ve con sorpresa, sus labios se abren y cierran pero no puede decir nada. —Jura que no mientes. —Lo juro, hablo muy enserio. —Esto... Esto... Significa que no solo seremos marido y mujer, también seremos dueños de nuestra propia empresa. Se aleja de mi y empieza dar vueltas como loca, gritando que al fin le ganó a Amanda. Dios, lo que tengo que hacer por no perder la cabeza, y todo por calenturiento, terminé con el peor postor. Dominic. Me estoy quedando dormido, llevo varias horas cuidando el sueño de Mandy, pero mis ojos ya no aguantan la espera. —A.. Gua. Escucho a lo lejos la voz de mi pequeña, y de inmediato me levanto, al fin ha despertado. Corro por un vaso y lo lleno del líquido vital, me acerco, le ayudo a beber con el apoyo de una pajilla. —Gracias —dice con dificultad y continua bebiendo. Termina de beber y la acomodo para que se pueda sentar, se ve algo pálida y unas horribles ojeras cubren sus cuencas. Por el momento me invade
DominicLos veo charlando, ambos giran a verme por mi forma tan abrupta de entrar, creo que debí llamar a la puerta. Bien dicen que los malos hábitos son los primeros en aprender, y lo acabo de comprobar.—Disculpen la intromisión —me disculpo bastante apenado.—No te preocupes ¿Ya despertó Amanda? —pregunta Roman.—Si ya ha despertado... —me quedo en silencio, no sé cómo pedir su ayuda. —¿Qué te dijo? Por la cara que traes, imagino que es grave.Pregunta Roman, a lo que Pietro se acomoda en su silla y presta atención a lo que diré. Me adentro a la oficina después de que Pietro, me hiciera una señal con la cabeza. Tomo asiento a lado de mi amigo, hago una respiración profunda y procedo a contarles todo. —Bien, dame una hora y tendré toda la información con respecto a sus acreedores, creo tengo una idea. Dice el hombre tatuado, mientras levanta la bocina de su escritorio, me pide el apellido de Josh, lo entrega y cuelga. No se que se le haya ocurrido pero me dice que no me preoc
—Y ahí es donde entramos, nadie sabe que nuestra relación es laboral, así que Pietro, se presentará como el salvador, ese idiota creerá que somos una empresa que le inyectará capital a su fracaso, lo haremos crecer, lo dejaremos soñar, pero con cada paso que de, estará más hundido.Me quedo en silencio tratando de entender lo que me está explicando Roman.Sin embargo, no me cabe en la cabeza como es que lo vamos a salvar, se supone que lo que busco es hacerlo pagar, no premiar su estupidez.AmandaDespués de contarle todo lo que pasó a Dom, la verdad es que quedé exhausta, y el sueño me ganó.Sea lo que me haya puesto, fue demasiado fuerte para mí, creo que me merezco unas buenas vacaciones.Y si, después de terminar con el cara de burro de Josh, hay no, que culpa tienen los burritos.Bueno con don ese, le diré a Dom, que nos vayamos de vacaciones a un crucero por el caribe.Tal vez, viajar a Cancún, México, o mejor ir a las islas griegas, o, o, o mejor vamos a Ibiza, hay no sé, el ca
Amanda.La chica del servicio habré la puerta y ambas caminamos hacia los dos hombres que están frente a nosotras.Dom, gira su rostro y en cuanto me ve se levanta preocupado, mi pobre Hades, prometo recompensar tu dolor amor mio.—Amor, se supone que deberías descansar —se acerca y me ayuda a llegar a la silla.—Estoy mejor ¿De que hablan? Me parecía escuchar el nombre de la garrapata esa —yo no tengo la culpa de que estos niños hablen tan fuerte. —No es nada —me responde Dom. —Si pasa, y ya que has despertado, creo que lo mejor es que lo sepas —interrumpe el güerito, que ahora ya me cae muy bien. Dom le hace señas con los ojos como de que guarde silencio, pero mi antiguo rival de amores, no le hace caso y se va de largo con la lengua. Me explica el plan que tienen, pero la verdad a mi no me agrada, yo quiero sangre, su cabeza en bandeja de plata, que sufra como yo lo hice, es lo menos que merezco como pago. —Me agrada la idea de comprar su deuda, pero no quiero que se le ayude
Se escucha un gruñido, que no es otro mas que Dom, a lo que él otro guapo responde juguetón. —Tranquila fiera, mi tío ya tiene compromiso, solo deseamos ayudar. Yo los acompaño, también tengo hambre. Y así con ayuda de estas dos hermosuras hechas a mano, salgo en dirección de la cocina. Salimos de la oficina a paso de tortuga veloz, lo que le permite a Dom, alcanzarnos. —Yo la llevo, gracias —Dice con cara de puchero, y se ve tan tierno. El italiano levanta las manos y da un paso a un lado, Dom, se acerca y me eleva entre sus brazos. Pego mi cabeza a su pecho, acarició con mi mano su barbilla y le dejo un pequeño beso en la mejilla. —No te pongas celoso mi vida —le susurro al oído. —No estoy celoso —Responde con el ceño fruncido y los labios en pico. —Dile eso a tu cara, pero no me importa, así te ves más guapo. Trata de no sonreír por mi piropo, disimula que le ha gustado mi cumplido y continúa nuestro cortó camino. Me ayuda a sentarme en un taburete alto frente a la barra
Amanda Me levanto de mi asiento y lo abrazo, por suerte esta cerca y no me tuve que mover mucho. Reparto besos por su rostro y ambos reímos, lo amo, lo amo, es el hombre de los sueños de toda mujer. Comprensivo, atento, cariñoso, amable, lindo, guapo, y sobre muchas otras cosas, excelente amante. Oh si, mi cabecita ya tiene las mil y un formas de compensar todo lo que está haciendo, lo vamos a gozar a lo grande. Me disculpo con los chicos y le pido a Dom, que me lleve a la recamara qué me fue asignada, de inmediato se coloca en pie y me levanta cual princesa. A pesar de haber dormido tanto, aún me siento cansada, así que lo mejor será recuperar energía, nos espera una larga, muy larga faena. Por lo menos, antes de que hable con el delicioso italiano, ya sé, ya sé, el que vea el menú, no significa que tengo hambre, solo que pues los ojos son para ver. Pero para ser sincera, mi Dios del inframundo, no le pide nada al italiano, Dom, es algo... No se ni como describirlo, pero es
A la mañana siguiente.Despierto de lo más tranquila, estiró mi cuerpo sobre la cama, verificando que ya no me duele tanto moverme. Abro los ojos y Dom, ya no está conmigo, me extraña eso, sin embargo, no le presto demasiada atención. Hay un conjunto deportivo a lado mio, así que decido que es tiempo de una ducha, verifico mi olor, y por Dios, vaya que necesito el baño. Paso unos minutos bajo el agua, al salir, mi hermoso novio, ya me espera con el desayuno. Después de una hora aproximadamente, salimos y vamos directo a la oficina del italiano.—Buen día Amanda, bienvenida, tomen asiento, ya tenemos todo lo que necesitamos. —Gracias, y dime ¿De que se trata? —pregunto,realmente interesada. —Pues bien, la gente que le hizo el préstamo, es gente mía. —responde el tatuado de los más tranquilo. —No es verdad, esto no podía salir mejor Enserio que no puedo creer mi suerte, al final del camino, Josh, no supo ni donde se fue a meter.Y ahora que lo pienso ¿Quien es este señor? Porque