Amanda Dom se queda en silencio por unos segundos, baja la cabeza y la toma entre sus manos. —Si, pero dejame terminar de acuerdo. —Tienes razón, continúa —le doy pauta para seguir. —Como te decía, mi gente se dio cuenta de que un auto te seguía, eran dos tipos, de no muy buena pinta, por lo que describen. En ocasiones hasta dos autos, en el segundo iba una mujer, blanca, con pañoletas en el cabello, lentes oscuros, y el auto, un derby viejo color marrón, si pones atención, esa mujer no es otra más que... —Leila —decimos al mismo tiempo. Estoy en shock, las palabras se agolpan en mi garganta, pero ninguna es capaz de salir por mi boca. Pensé que no tendría noticias de ella en bastante tiempo, vaya que me he equivocado. Me levanto del sofá y empiezo a dar vueltas con las manos en los labios, un sudor frío empieza a correr por mi espalda. Mi cuerpo vibra, es que no puede ser posible, en verdad ¿que tiene esa mujer en la cabeza? Siento las manos de Dom, sobre mis hombros y peg
Dos días después La cena con nuestros padres fue cancelada, no hay manera alegre de decir que te vas a casar con el hombre de tu vida, si una loca está al asecho. Así que nos quedamos en casa viendo películas y comiendo helado, aunque a Dom, no le agrada mucho, dice que me gustan más los actores que el. Mi celostino hermoso, el caso es que ya estamos rumbo a la oficina, si, se quedó en mi casa y solo mando a traer ropa limpia. Por una parte fue bueno, estuvimos juntos recordando los viejos tiempos, donde pasábamos horas juntos en aquella casa del árbol. De nuestras travesuras, de nuestros momentos alegres, así como de los tristes, de como ninguno de los dos dijo nada sobre nuestro amor, y de como la vida siempre nos ha mantenido unidos. La manama llega, y con ella nuestra realidad, la burbuja de anécdotas quedó en las sábanas y ahora nos alistamos a seguir con los deberes, realidad, ruda realidad. De echo vamos en su auto, pareciera que estamos en una película de acción, me
Amanda.Mañana es el día, estoy más que emocionada, por fin mi compromiso con Josh, será un hecho.Será el evento del año, ya veo los titulares mañana : "La vice presidente de Sophistic, Amanda Roswellte, anuncia su fecha de boda, después de seis años de relación, con su amado novio, Josh Harper, dueño de Icónica ". Por fin se hará realidad poder formar nuestra propia familia, hoy le daré una sorpresa. Voy camino a su departamento, llevo puesta la lencería que vi en el desfile de la semana pasada.Un conjunto de encaje negro con corset, que espero le encante como a mi, además será nuestra primera vez, por suerte tengo las llaves, así que será una verdadera sorpresa. Bajo de mi auto y voy directo al ascensor, el portero intenta decirme algo, pero hoy no tengo tiempo de quedarme a charlar. Subo rapidísimo cerrando las puertas, marcó su piso, el camino es rápido, son solo siete niveles. Abro lentamente, haciendo el menor ruido posible. Estoy por retirar mis zapatillas, cuando escuch
Amanda.Estoy tan mareada y no sé si sea por el alcohol o la ola de placer que me invade justo ahora. Gustosa acepto sus dedos y los limpio con mi lengua, como si de una deliciosa paleta se tratara. Siento como me toma por los hombros, girando mi cuerpo y haciendo que me coloque de rodillas frente a él. Paso mis manos por su ombligo llevándolas hacia abajo, acariciando su gran longitud. Acerco mi rostro a su entrepierna y la recorro con mi lengua desde la base, hasta la punta. Lo introduzco en mi boca, pero es imposible llegar más allá de la mitad, y por segunda vez, no puedo evitar compararlo. Sacudo disimuladamente la cabeza, retirando cualquier pensamiento tonto, me concentro en sus roncos jadeos, disfrutando del momento. Varios minutos después siento como se derrama en mi garganta, intenta retirarse pero lo sujeto por el trasero impidiendo qué lo haga. Puede que con Josh, haya hecho esto, pero de ninguna forma es ligeramente similar.Lo sé, lo sé, no debería acordarme de l
Amanda. Siento todo mi cuerpo dolorido, lo peor del caso es que no sé donde quedó mi ropa.Me levanto con todo el dolor de mis músculos y busco en la habitación algo que pueda ocupar para salir de aquí.Me dirijo al baño y me encuentro con una tina de hidromasaje, sin pensarlo mucho la pongo a llenar.Me duelen hasta las pestañas, pero la enorme sonrisa que llevo en los labios nadie me la quita.¡Oh mi Dios del inframundo! Claro que soy tu Perséfone de ahora en adelante, en verdad que estoy loca.Ayer llorando por un pobre, muy pobre diablo, y hoy queriendo volver a ver a mi glorioso Hades.Con su recuerdo en mente, me meto a la tina y disfruto de las burbujas que me ayudan a relajar mis músculos.Cuando me siento mejor, salgo más que dispuesta a irme, me pongo la bata y tomo mis pocas cosas regadas en el suelo.Creo que pasó mucho tiempo, pues al salir todo está apagado y solo están unas pocas personas limpiando el lugar.La chica del antifaz se me acerca y me lleva al apartado dond
Dominic.Abro los ojos como plato, no me puede hacer esto, no cuando me acaba de decir que su novio la engañó. Me debe estar tomando el pelo, si, eso es lo más probable, a Mandy, le encanta hacer este tipo de bromas.Aclaro mi garganta y sacudo mi cabeza mientras que mi mano afloja la corbata en mi cuello, que parece se acaba de ajustar a este.La veo fijamente a los ojos tratando de encontrar ese deje de comedia en su expresión, pero no hay nada.—Mandy, no juegues conmigo, esto es una locura.—¿Por qué una locura?—¿No lo ves?—Escucha Dom, esto nos podría ayudar a ambos, tú —dice apuntando con su índice mi pecho —le callaras la boca a tu padre y yo le haría ver a ese cretino que no lo necesito, que no dependo de él para ser feliz.Me levanto de mi asiento y empiezo a dar vueltas por la oficina, no quiero lastimarla, en verdad que no.Aunque tiene razón, pero de que modo explicaríamos esta repentina relación, es una locura.Siento como me toma por el brazo, haciendo que detenga mi
Amanda.Después de sellar nuestro trato con un apretón de manos, me despedí saliendo de su oficina.Tenía que darme prisa, primero llamé a la coordinadora del evento, me tengo que asegurar de que tenga listas las imágenes.Llamada telefónica.—Hola ¿Kamill?—Hola corazón, acabo de recibir tu correo ¿Estás segura de esto?—Por completo, esos dos, ya pasaron su límite conmigo, además tengo un plan, llegaré alrededor de cuarenta minutos tarde, si el innombrable te pregunta por mi, tú no sabes nada.—De acuerdo, yo tendré todo listo, gracias al cielo que te hizo abrir los ojos, y perdón que te lo diga, pero... Te lo dije. Esa supuesta amiga tuya, se le notaba a kilómetros su envidia, y tu ex prometido, es otro que no cae nada bien, llevo mucho tiempo en esto, se de que hablo, he visto desfilar muchas veces la misma historia.—Lo sé, fui demasiado ciega al no querer ver. Te agradezco mucho por tu apoyo, nos vemos en la noche.–Cuidate cariño, y recuerda, en esta vieja siempre puedes encont
DominicEstamos solo nosotros en la pista, disfrutando de nuestra canción favorita, esa que cuando adolescentes nos hizo soñar.Sin embargo, no puedo continuar con los recuerdos porque el troglodita de Josh, llega a interrumpir nuestro momento. —Creo que con quien deberías estar bailando es conmigo, amor.Dice después de aclarar su garganta y mordiendo la última palabra. Infeliz, por algún motivo aprieto más mi agarre a su cintura. Ella eleva su vista a mis ojos y me regala una sonrisa, que no se como definir, mientras acaricia la solapa del saco. —No hagas un espectáculo, y déjame terminar la pieza con Dom. En un momento estaré contigo. El tipo se queda con el coraje atorado en la garganta, gira a ver a los invitados y les dedica una sonrisa nerviosa. Le lanza un beso con la mano a Mandy, y se gira regresando a la mesa de los novios, donde se encuentran los padres de ambos. Sin más contratiempos, seguimos bailando hasta que termina la canción. La giro y nos en caminamos tomados