Renata abre despacio sus ojos, se levanta con ganas de venganza, desquitarse de todo lo que le está haciendo Thiago, en el suelo hay unas gotas de agua; ella las sigue hasta llegar a la recámara de huéspedes donde está solo Thiago. Ella ve que hay una tina inmensa la cual nunca antes había visto, en ella tal parece que hay cubos de hielo lo que hace que el agua sea completamente helada. Thiago se mete adentro y aunque su cuerpo está temblando, no realiza ni el mínimo intento por salir, Renata acomoda su oído para escuchar, él no deja de hablar solo. —Tengo que aguantar, soy un canalla que le está haciendo daño —Thiago grita, pero como todo el espacio está desocupado, su voz se transforma en eco todo hasta desaparecer.Ella no aguanta más y entra, él la mira, pero continúa concentrado en lo suyo.—Yo sabía que estabas loco, ¿pero tanto Thiago? Mírate estás pálido, tus labios están tornándose más morados con cada minuto que pasa —ella habla y él continúa, Thiago está tomando aire co
Renata se viste con lo más informal que alcanzo a conseguir, ella aprovecho la oportunidad al escuchar que Thiago está en la ducha, sin hacer sonar la puerta sale.Le da una tranquilidad saber que pudo llegar a la cita que Gael le puso.Renata al verlo le da una sonrisa sincera, hoy es uno de esos días en los que ella más necesita un abrazo, una palabra o algo que le ayude a salir de este momento de confusión, algo que le dé ánimos para no lanzar la toalla a lo más lejos, sobre todo por el compromiso tan grande que por supuesto si desea vivir.Gael la observaba de lejos, él pasó saliva. No podía dejar de admirar su belleza y su indiscutible manera en la que lo atrae. Sus ojos la escanean de arriba a abajo y sin duda alguna eso es lo que mejor le sale, admirarla e idolatrarla.Gael tiene muy claro que en algún momento ella será suya, que por fin se la quitará de las manos a su hermano y sobre todo, ella lo amará, solo tiene que ubicarla para que continúen teniendo la misma visión que R
En el preciso instante que Renata se despega de los labios de Thiago, él cae en cuenta de muchas cosas que precisamente ya mismo va a aclarar, es un cambio algo sospechoso el de ella.—¿Tú dónde estabas metida? Porque hasta donde recuerdo, votabas chispa de la rabia que tenías. —Thiago la mira a los ojos, pero ganas de dejar todo así le dan al notar que ella está insegura, la demora era que él hablara para que Renata comenzara a tambalear.—Salí a comprar todo esto, no me vayas a negar que esto no es un gran avance; además estuviste a poco de irte para la empresa ¿No comprendo por qué te regresaste? —ella le pregunta, ya que si la sigue interrogando puede equivocarse, su lengua solo debe estar atada para no soltar la verdad, aunque busque estar más suelta.—Sí, describe las ganas que tienes de que todo salga adelante, eso me alivia el corazón, por otro lado, mi cabeza no funciona si lo nuestro está mal. Por eso busco desechar todo lo malo que tengo, pero salen más defectos. —Las ansia
Renata está caminando hasta que Gael se le acomoda al lado, sin ganas de moverse evidentemente de ahí; ella tiene tanta rabia por verlo con otra mujer que aun cuando sabe que es casada le parece que es una falla que la acaba de hacer él. —No sabía que te estabas tomando el trabajo tan en serio, la idea era que no fueras tan directa, un poco de discreción no sobraba para nada, sobre todo por mí que me estas partiendo el corazón. —Gael tiene sus brazos cruzados, desde lejos se puede deducir los reclamos que está haciendo.—Obviamente lo tengo que hacer así, acaso olvidas que soy una mujer casada, se supone que el amor es el que está flotando en mí así que tengo que demostrarlo como sea; aunque alcance a confundirme en unas cosas, porque él hace lo posible por cautivarme y eso no estaba puesto en mi estrategia. —Renata levantó una de sus cejas, él le regresó la misma expresión, pero con ironía.—Por si no sabes, existen mujeres simples, de hecho, tienes el ejemplo en tu propia casa, Bár
El cuerpo de Renata comenzó a temblar, sus brazos y piernas están completamente erizados; cada vez los vientos que tropiezan contra ellos son mucho más fuertes. —Espero que esto no se convierta en una mala experiencia, me pesaría demasiado, tienes bastante frío yo te puedo brindar un poco de calor —Thiago dice, ella le mira los brazos.—¿No tengo otra opción diferente a recostarme en tu pecho? —Las mejillas de Renata están sonrojadas. —Que curioso saber que me entendiste eso, aunque no sería mala idea… Renata se me hace que eso es lo que desea tu subconsciente, ya me imagino todas las noches que soñaras haciendo el amor conmigo. —Thiago se ríe, al notar como ella se acalora en su rostro como si tuviera candela. —¿No era así verdad? —Ella está en medio de sus angustias, cada vez se escuchan más cosas.—Yo siempre te voy a proteger, así no me dejes tocarte lo estoy haciendo, ¿es mi impresión o estás muy asustada? Vente para acá lo último que haré será morder, a duras penas no dejaría
Los tacones de Renata se están torciendo por el hecho de que sus piernas no dejan de temblar, Thiago grita con angustia, ella está bastante impulsiva, ella da una vuelta y le lanza un puñado de ramas que encuentra, todo sobre el rostro de él, sabe muy bien que esa actitud son bastantes infantiles, pero a nadie tiene que comprobarle nada.—¿Qué te pasa? ¡Estás loca! Simplemente mi paciencia ya no está dando para más, estás siendo una mujer insoportable y lo peor de todo es por las injusticias que tú misma te inventaras, porque me he comportado lo mejor posible, estoy en un cambio rotundamente por agradarte, pero puta vida más mal me ves si es que lo haces —él se está desahogando, se queda quieto esperando que ella se detenga por sí sola. No deja de alargar sus pasos Renata, Thiago intenta que le dé igual pero no puede, ella es una mujer vulnerable que hasta ahora está intentando salir del capullo, que le construyeron sus padres.—No más Thiago cada uno debe buscar su camino, porque tú
Thiago ya está irritado, la cantaleta que encuentra cada vez en Renata es prácticamente interminable, los dos entran en la casa y ella no para, entra a la recámara donde él está queriendo estar solo.—Acaso no te das cuenta que estoy en un momento de privacidad, donde tú no me haces para nada bien. —Thiago trata de ser amable, aun cuando anhela destruir todo lo que ve.—Pues cuanto lo siento porque este espacio es de los dos, por lo tanto, aquí me he quedo; si son tantas ansias por escapar yo no te voy a detener —ella está empezando a discutir, Renata creía que sus comentarios esta vez serían como siempre. —Esa es una excelente noticia, ya que tengo que exigir una explicación de alguien. —Thiago se coloca de pie, ella le coge el brazo intentando hacerle sacar sensibilidad, para que se quede a su lado.—Entonces llévame contigo, soy tu esposa y tengo que siempre estar ahí. —Renata tiene un montón de presentimientos.—No, existen bastantes cosas que cada uno tiene que hacer por aparte,
Gael está buscando unas bolsas, su mente más criminal y cruel se acaba de activar, todo después de compartir tiempo con Thiago y darse cuenta lo ingenuo que es su hermano.—Perdonar vidas no está mal, antes eso habla demasiado bien de ti ¡Gael me estás escuchando! —grita Julia, él le retuerce sus ojos.—Eres una maleducada, ¿Acaso no te das cuenta que estoy ocupado? —Gael continúa pensando que va a hacer con ella, todo es muy extremista y si él hace el trabajo lo descubrieran, todo por no tener experiencia.—No me importa serlo, pero me estás asustando. Hasta te perdono de una vez Gael si me dices que esto es una broma, yo entenderé que los Santos se pasan en todo. —Ella está bastante melancólica.—¿Crees que le importas a alguien? Porque me parece que no, en todas las horas que llevas aquí absolutamente nadie ha llamado a tu teléfono. Alcanzó a pensar que le hago un favor al mundo. —Gael no tiene con quién más sulfurarse, así que la que pagará por sus desgracias será Julia, en vez de