Gael seguía dando vueltas, algo debía ocurrirle, necesitaba quitarse su camino a Thiago y debía ser pronto de lo contrario no iba aguantar más ver a Renata junto a él, ya que algunas cosas son imposibles de asimilar.La quería solo para él y estaba dispuesto a todo con tal de tenerla completamente disponible, así que no iba a perder más el tiempo, el cual valía oro cada segundo que pasaba, algunos se convertían en una eternidad.Gael paso sus manos por su cabeza ya tenía una idea en su mano la cual llevaría a cabo en cuestión de tiempo, solo una simple perdida, él ya se imaginaba llorando en un funeral, para luego terminar riéndose como si nada a escondidas de los pocos presentes.Salió del apartamento y condujo hasta donde quien le podía ayudar, él sabía que podía confiar, uno de los hombres más bajos para hacer dichos trabajos, el cual no le corre sangre por las venas, para Gael ese tipo es como su hermano Thiago insensible.Llegó hasta el mecánico de confianza de Thiago, pues sabía
Hoy Samara se puso bella, quería que lucir bella, y por ello salió temprano al dónde la diseñadora, desde luego echaría andará sus planes, subió a su auto de niña rica, en la mente de Samara estaba la firme idea que ella lo merecía todo, incluido todo lo de su prima Renata, siempre la envidiado, pero ahora la odiaba y con mucha más fuerza, bajo del auto tan pronto llegó a la mansión, bajo dejando ver su resplandeciente cabello el cual brillaba, al igual que ella, se sentía una diosa y como tal le gustaba ser tratada.Al entrar a la casa vio que su prima Renata hablaba amenamente con Luciano, tenso su mandíbula, pues ella nunca tuvo la atención de nadie, siempre todas las atenciones, los abrazos siempre se las llevaba Renata.—Hola prima no pensé encontrarte aquí, pensé que estabas con tu esposo, ya es muy raro verte aquí, que rápido te olvidas de nosotros —dijo Samara con bastante sarcasmo, pero para Renata era normal, ver actuar a su prima de esa forma era algo ya cotidiano.—Sabes
Aun cuando Gael termino exhausto, Bárbara solo pensaba en que quería tener otra ronda, Gael resultó siendo muy bueno en todos los sentidos, algo demasiado complaciente para una mujer la cual saciarse no es nada sencillo, ella siente que salió por unas cuantas horas de la ineptitud de su marido.Luciano desde hace unos años ha bajado rotundamente el nivel, ya no funciona como lo debería hacer para responderle a una mujer, ahora solo acaba lo que prácticamente no inicia en cuestión de segundos.Bárbara solo puede suspirar y a la misma vez analiza a Gael, él con su rostro tan serio que tal parece estar pensando. Ella no sabe como explicarle que evidentemente quedó con más ganas, esas que apenas tenga la oportunidad de probar a Thiago se le quitarán por Gael.—¿Qué tanto piensas? —dice Bárbara, mientras observa el rostro de Gael.—Porque no te acomodas tú de frente, no entiendes que me incómodas estando con ese par de ojos sobre mí, definitivamente las mujeres sí que me fastidian en mi vi
Thiago abre sus ojos, a duras penas puede tambalear sus pestañas por el dolor tan inmenso que siente; no comprende en qué instante le sucedió todo eso únicamente sabe que su vida terminó manteniendo equilibrio en una cuerda que lo traicionó aflojando completamente. Él solo observa al médico que está colocando todos los medicamentos inyectados por sus venas sin compasión. —Déjeme decirle señor Santos que usted es un milagro, algo muy trágico y salir prácticamente con unos rasguños —el médico dice, y por cada cosa que termina por hacerle a Thiago, él solo grita. —Pues no tengo como agradecer supongo que ni todo el dinero del mundo es suficiente, sin embargo, me incomoda estar aquí preferiría irme de una vez. —Thiago tiene una ansiedad incontrolable, sobre todo por tener tan lejos a Renata y no estar informado de cada movimiento que ella haga. —Le informó que no está de más verse frágil, usted solo debe estar pendiente de su salud, evidentemente es lo que menos le preocupa —el médico
El brillo de los ojos de Renata está regresando, puesto que, aunque sabe que creer en ese milagro es una bobada no deja de soñar ni un solo segundo, aun cuando Thiago la observa ya que explota de la rabia solo que él la expresa por medio de su incontrolable risa nerviosa. —¿Pensé qué yo te podía hacer soñar, pero para amar? Ya veo que no, eres una mujer masoquista, sin embargo, no me interesa yo me seguiré atreviendo ¿y tú que piensas, cuéntame? te cambie los planes ya que te toca continuar cumpliendo con ese maldito deber que solo te la pasas ignorando —Thiago no deja de gritar, su voz por más de que trata de explicarle que estará con los brazos bien abiertos para ella, solo le expresan que como sea es su esposa todo con prepotencia. —Sé que debo cumplir, no se da cuenta que tanta repetidera ya me está cansando… Mejor debería bajarles a esos malditos humos que tiene, recuerde que debe mejorarse —ella le dice y él solo sonríe, intenta molestarse, pero del todo no puede ella lo manej
Thiago está completamente quieto, sus ojos no están ni parpadeando; el médico entra justamente a revisarlo y le alumbra con una intensa luz intentando que él tenga reflejos, pero de nada funciona. De repente el doctor decide darle la espalda, Thiago aprovecha la oportunidad para jalarlo hacia él, para terminar con sus manos más rústicas que antes apretando su cuello, la rabia que lo está consumiendo lo hace apretarlo más intentando tenerlo destruido; Thiago lo suelta dejándole cada dedo plasmado allí.—¿Qué le pasa bruto? Eso es lo que termina siendo usted —el doctor grita con el poco aire que le quedó, Thiago entiende de inmediato que hizo mal, puesto que solo siendo agresivo puede llegar a calmarse. —Lo siento —Thiago habla muy bajo, constantemente minutos después cae en cuenta de lo que hace, su bipolaridad ya lo está volviendo más maniático que antes. —Ni siquiera es capaz de hablar como una persona que recapacito, definitivamente con esto compruebo que usted necesita con urgenc
Gael no deja de mirar de reojo a Renata, ella no está del todo cómoda, sin embargo, quiere arriesgarse, aunque sabe lo mal que le puede terminar por ir, dejar de parecer ser una mujer frágil y tragarse todas las lágrimas para que ni una sola se atreva a salir. —Sabes que eres una mujer incomparable, tú no debes actuar como una desconocida para mí ya que algo de lo que más me transmites es seguridad, el destino nos tenía preparado precisamente este instante para conocernos mucho más; ya basta de dejar pasar toda esta bella oportunidad —Gael habla convencido, ella sin entender continúa con su atención dispersa.—Gael no quiero hablar, por favor llévame a mi casa ya mismo —Renata habla muy fuerte, no obstante, para Gael eso es inaceptable ya que no dejará su orgullo tan bajo por una mujer.—No me digas esas locuras que ni tú misma sientes, deja de fingir estando conmigo, sabes que puedes ser tú sin tener un solo tapujo, odio tanto cuando te incluyes entre las cosas de Thiago, en realida
Se supone que Renata se debe sentir elevada sobre las nubes, sin embargo, nada de eso sucede antes la situación se le está haciendo tormentosa; sobre todo al saber que será la culpable de dañar a Thiago, ella está sintiendo como los labios de Gael desean devorar completamente su cuello; pero es una ausencia que entra en su corazón y no la deja poder entregarse del todo.Gael se queda quieto, por él jamás dejaría de besarla ya que lo tiene mal, no obstante, lo único que percibe es que está derrotado ante esas curvas que le están siendo prohibidas. —¿Pasa algo, que yo no sepa Renata? —Gael pregunta de una manera golpeada, está cansado de consentirse a solas ya que ni las demás mujeres pueden dejarlo satisfecho, todo es porque está desesperado solo por tener a Renata. —No, Gael estas malinterpretando todo… Yo la verdad creí que sería una noche mágica, pero terminaste sin disimular las ganas que tienes estancadas, si constantemente me vas a buscar para esto, mejor desaparécete de mi vid