Un breve silencio se apoderó del ambiente. La información revelada por el anciano había llegado clara a los oídos de los jóvenes, pero estos no lograron asimilarla por completo debido a lo inesperado e ilógico que parecía sonar. Solo logró crear más que confusión en sus limitados entendimientos.—Eso no puede ser—dijo Tarek con extrañeza en su expresión—Nadie pudo haber tocado a Kayla—.La joven mujer sujetó el brazo de su hermano, acercándose más a él y viendo con seriedad al anciano, en un gesto de dar su fiel apoyo al argumento que Tarek expresaba.Viendo que la información había dejado confundidos a los chicos, el anciano intentó devolverles la confianza expresando una sonrisa y explicando mejor su hipótesis: —No es como ustedes lo imaginan. No es necesario tocar a la persona para poder extraer sus células madre. Ya les había dicho que anteriormente se usaba únicamente el cordón umbilical para esa operación—concluyó.—¿Cómo así? ¿Cómo sucede?—preguntó confundido Tarek.—Se generan
La conmemoración a la persona difunta había iniciado. Tarek y Kayla se sentaron sobre el suelo pedroso, al lado de aquel frasco metálico donde se suponía guardar los restos de Novah Lundgren, mientras que el anciano aguardaba su turno a un lado para posteriormente tener una charla más privada.Tomados de la mano y guardando la compostura por el evento, los hermanos fueron compartiendo con su abuela todas las sucesos que les había tocado vivir desde sus partida del refugio, desde el evento más bueno hasta el peor de los casos. Añadiendo también, palabras y confesiones que omitieron decir en su tiempo y que siempre quisieron expresar delante de ella.Todo marchaba como la situación lo ameritaba, con la seriedad y la melancolía como principios de respeto hacia la persona desaparecida, pero, de pronto, tras una breve risa que no pudo contener Kayla al contar una situación evidentemente divertida acerca de su hermano, el ambiente empezó a tomar una dirección más informal no propia de una s
Minutos después y mientras el anciano hacia cumplir su turno para charlar con "mamá". Los chicos esperaban pacientemente unos metros más allá, sentados en el suelo y con las espaldas apoyadas sobre el muro curvo del túnel.—No entiendo ¿Quién te dio el nombre? ¿A quién te refieres con "mamá"?—preguntó Tarek confundido.—Sabes a quien me refiero—expresó con el ceño fruncido la niña. —¿Por qué se les hace muy difícil creerme?—pregunto observando a su familia con ligera decepción.—Es que no es normal. Esas cosas no suceden—respondió Kayla intentando ser comprensible.—Pues, yo la ví—dijo apartando su atención de los "hermanos", con clara molestia.Producto de la desconfianza que había surgido ante la incredulidad de los "hermanos" con respecto al acontecimiento que la niña decía haber vivido, se generaron sensaciones hirientes en el tierno corazón de la pequeña, quien sentía que sus apoderados la veían como una vil mentirosa.Sin terminar de creer lo comentado, Tarek y Kayla se observar
Cerca de una hora después, Kayla y Novah se encontraba sentada sobre el banquillo del paradero de la carroza que los trajo. Había podido salir del búnker con ayuda del anciano y juraron no volver al sitio si no era mediante un aviso previo a la misma persona. El viejo hombre les otorgó una dirección en donde los chicos podían acercarse a recibir ayuda y este se encontraba fuera del pueblo de "Nueva Esperanza". Además de eso, había prometido mover sus influencias para llevar a cabo el plan de la pequeña Novah, el cual era visitar la "gran ciudad".Justo antes de salir del antiguo refugio, el anciano otorgó a los jóvenes una caja fuerte perteneciente a su abuela Novah. En ella, prometió que encontrarían respuestas a varias cuestiones acerca de su pasado y, quizá también, objetos de valor.No perdiendo el tiempo, Kayla tenía la caja sobre sus piernas y pretendía abrirla haciendo palanca con un fierro que encontró en el camino.—Mamá. Esa es una caja fuerte y, como dice su nombre, es fue
Unos minutos después, Novah hacia saber a su madre algo que se veía venir: —mamá, siento que puedo dormirme ahora—dijo con una sonrisa y con los ojos entrecerrados producto del sueño.Kayla la observó con una tierna sonrisa y luego una idea saltó a su cabeza. Giró hacia Tarek y planteó: —Podemos pasar la noche aquí o quizá hasta que nos recuperemos ¿Te parece?—.Tarek observó a su hermana ligeramente sorprendido, pues está era una manera extrema de acostarse y las locuras no eran cosas que Kayla se animara a hacer habitualmente. Entonces, antes de dar su opinión, Tarek se puso de pie y observó a sus alrededores, buscando peligros en la zona y, al no sentir amenazas, aceptó la propuesta de su "hermana".Las féminas respondieron con una sonrisa la aprobación de Tarek, aunque lo harían de todas maneras si es que se negaba el muchacho.Entonces, el joven empezó a hacer un hueco al lado izquierdo de donde se hallaba Novah, con mucha rapidez, pero, de pronto, Kayla salió de su "entierro" y
Los jóvenes dormían a gusto enterrados bajo el cobijo de la arena. La sensación cálida, la suavidad de la misma y la leve presión que se ejercía sobre cada parte de sus cuerpos, otorgaban un placer único y gratificante seguridad. Pero no todo era color rosa. El ambiente se iba haciendo más frío con el pasar de los minutos y sus congeladas narices ya lo demostraban. Kayla y Tarek empezaban a moquear pero sin perder el buen descanso que habían conseguido. De pronto, a las 2 horas después de haber pegado los parpados, unos gritos se iban acercando a lo lejos llamando al joven por su nombre: —¡Tarek! ¡Amigo! ¡¿Dónde estás?!—. Entre sueños, Tarek podía oirlo, pero no hacía caso y continuaba con su descanso placentero. —¡Tarek!—se oyó seguido, pero esta vez con una voz femenina. El sonido de un motor se fue aproximando de a pocos y ésto despertó a Kayla, quien si estaba pendiente de la llegada de la carroza. De inmediato, la mujer se puso de pie y observó hacia la dirección desde
Dentro del vehículo en marcha y surcando el desierto con dirección desconocida, la familia y sus amigos partían al lugar prometido.Debido a las malas noticias, Tarek y su "hermana" se mostraban escasos de ánimos, con ligera preocupación por novah y evidente nostalgia al saber que no volverían a casa. La incomodidad también era parte de las sensaciones nacientes, pues, la idea de vivir en un hogar ajeno no suponía tranquilidad.Por su parte, la pequeña Novah, sentada en el regazo de Tarek, llevaba formulando ideas en su cabeza. Aún le quedaba pendiente por cumplir el plan de visitar la "Ciudad Principal" y calculaba con frialdad los pasos y preparativos que debía tener listo para poder iniciar su expedición.Tarek se había ofrecido a acompañarla en su misión con anterioridad y debido a eso, la niña alzaba la mirada para observarlo en todo momento. Calculaba si el joven era lo suficientemente apto para guiarla y quizá, protegerla, ya que ahora, supuestamente, estaban siendo buscados po
Los chicos continuaron su recorrido cruzando con el motorizado a través del frío desierto, pero no de la forma tranquila con la que partieron. A última hora, un mensaje recibido por el comunicador del vehículo, los hizo cambiar de dirección, debido a que querían evitar todo rastro de vida que pudiera significar una amenaza.Para lograr esto, Gaby tenía preparado un equipo especial que monitoreaba la posición de su vehículo mientras hacía el recorrido de vuelta a casa. Estas instrucciones se activaron debido a la cercanía con la base y pretendían colaborar con la seguridad de los chicos. A pesar de las buenas intenciones del sistema organizado por la pelirroja, estas solo afectaban de manera desventajosa, pues, solo lograba que el vehículo dé vueltas sin sentido en el mismo círculo, debido a problemas técnicos y la inexperiencia del emisor y receptor.Gaby seguía las instrucciones al pié de la letra, tal y cual decía en el manual del producto que adquirió. Supuso que era asi de simple