Hanako. Después de encontrar a la princesa y regresarla a su institutris el general me pide que me quede en su presencia, al verlo es como si estuviera en una situación muy incomoda por un momento pensé que no diría nada asta que desvía la mirada asía el jardín. -estuve hablando con el emperador y me hizo un pedido qué tiene que ver con su persona. Al escuchar eso me pongo nerviosa pero hago lo mejor que puedo para ocultarlo y le doy una sonrisa leve, vuelve a verme con una mira fría qué me produce más miedo de sus palabras. -iras conmigo al imperio del fénix. El tono de la voz del general es tan amenazante qué no puedo pronunciar palabra alguna así que solo hago una reverencia como respuesta mientras el general se va sin decirme nada, me quedo así unos minutos con la mente en blanco procesando lo que imprican esas palabras, no sé donde queda el imperio del fénix ni mucho cuantos días serán de vieja y tampoco sé si seremos solo nosotros dos además jamás he ido a una fiesta i
Hanako.Hoy será el día que viajemos al imperio del fénix me coloco uno de los kimonos qué me a regalado el general para no arrugar el qué me pondré para la fiesta, es temprano y ya estoy esperando al general en la puerta del pabellón ya que tengo prohibido salir de esta lugar sin la compañía del dueño del pabellón por fin miro al general que abre la puerta y me ase una seña de que lo siga, lo sigo asta llegar al jardín principal del palacio donde ya están tres carruajes imperiales listos, el general camina asta uno donde abre la puerta y me extiende la mano para que suba lo hago el general también sube y se sienta frente a mi con su seriedad de siempre, el carruaje se comienza a mover y por fin veo las puertas del palacio abrirse, no ouedo evitar mirar por la ventanilla la cuidad pero el general cierra la cortina sorprendiendo me.-los pretextos no deben de verte.Supongo que es alguna regla del palacio como todos piensas que soy una concubina qué fue rebajada de puesto, me acomodo m
Hanako.Por fin llegamos al imperio del fénix cuando el sol comienza ocultarse, mi cuerpo se siente muy adolorido por estar sentada por tantas horas, miro de forma discreta por la ventanilla los puestos qué están a los lados del camino y me percato de que aquí también hay lámparas de color rojo, llegamos al palacio del imperio y por fin podemos bajar del carruaje, por protocolo el general baja primero y me extiende la mano para ayudarme a bajar, hay barrios soldados que nos reciben y el general me entrega un abanico, lo miro sin saber que representa.-para que no te vean.El general me habla en un susurro y comprendo que quiere que haga con él, lo abro y lo coloco frente a mi rostro solo dejando ver mis ojos, una mujer se nos acerca y ase una reverencia qué correspondemos.-el emperador esta muy feliz por su visita y los espera en el salón principal, síganme por favor.Seguimos a la mujer que por sus ropas se nota que sirve a alguien de alto rango, este palacio tiene un color diferent
Hanako.Me lento temprano por la voz de la sirvienta que me despierta y me llevan de nuevo al baño pero esta vez el agua a sido perfumada con flores de jazmín, después de bañarme la sirvienta me seca el cabello con cuidado para ayudarme a colocarme el kimono y se me ase un poco extraño ya que siempre me coloco sola los kimono tuve que aprender hacerlo ya que no siempre abra alguien que te ayudé.-¿ como desea qué la peine mi señora ?Me siento un poco extraña por que me traten con tanto respeto pero se muy bien que todos piensan que soy alguien de una familia acomodada, me miro al espejo y recuerdo lo que me dijo mi madre que los peinados semirecojidos me favorecen.-podrías recoger la mitad del cabello y sujetarlo con esta croquilla por favor.Le entrego una de las orquídeas qué me regalo el general Takashi qué combina con el kimono qué visto mientras la chica ase eso me quería comenzar a maquillar pero me percate de que no puedo maquillarme como se hacerlo ya que si lo hago todos se
Takashi. Al ver como se ve Hanako vestida de esa forma y maquillada de forma sutil pero muy hermosa me doy cuenta de que llamara la atención de todos los hombres de la fiesta y como lo pensé me doy cuenta de que llama mucho la atención y más de ese miserable de Yean qué se aprovecha de su estatus para pedir la compañía de Hanako qué se nota que está incomoda en su presencia, los sigo de cerca y al ver que este mal nacido de Yean la toma de la mano y la quiere llevar a la fuerza a los baños me apresuro y lo tomo del cuello de su camisa para jalarlo asía atrás y hacer que suelte a Hanako lo comienzo a golpear en él suelo con el puño asta que comienza a sangran pero Hanako me toma del brazo y me detiene. -por favor detenga se. La miro directamente al rostro y me desgarra ver como sus mejillas están manchadas por el maquillaje qué se a corrido, suelto a este mal viviente para concentrarme en Hanako qué esta temblando a mi lado. -eres un idiota. ¿ como defiendes a una cualquiera como
Hanako.Después de que una de las chicas de servicio me trajera algo de comer me sentí más mal, el general esta tan molesto conmigo que no siquiera me quiere ver a la cara, miro por mi ventana como el sol se comienza a ocultar y las luces de las calles son encendidas una por una, doy un largo suspiro y solo miro como las parejas y familias recorren las calles y los puerta de comidas qué vuelen realmente bien, escucho que alguien toca la puerta y al dar el paso una de las chicas de servicio trae una caja de madera de color rojo que me extiende.-¿ que es eso ?-es un presente qué mando el señor Takashi.Abro la caja y puedo ver un hermosos kimono de color azul oscuro con decoraciones plateadas en forma de peces y un obi de color verde claro.-el señor desea verla para cenar.Quisiera que el general me pidiera eso en persona y no mandara sirvientas pero que más puedo hacer, me coloco el kimono y reacomodo mi peinado para salir de mi habitación y dirigirme a la recepción donde ya me esta
Hanako. Con la salida del sol lo asemos nosotros también de la posada, al camino es largo y no me puedo quedar mucho tiempo despierte ya que la noche anterior no pudo conciliar el sueño por estar pensando tanto en lo que pasó con el general. Abro los ojos cuando siento que el carruaje se detiene un poco y me percató de que estoy recargada en el hombro del general como si fuéramos una pareja de ase tiempo, me enderezó con rapidez y mucha pena para después hacer una reverencia en forma de disculpa por mi forma de actuar. -lo siento mucho general Takashi. -no te disculpes yo me senté deliberadamente a tu lado cuando mire que te dormiste y te comentaste a mover de un lado a otro, temí qué te cayeras. -muchas gracias. No importa que él lo allá echo para evitar que me cayera esto es lo más penoso qué he echo en mi vida, miro de reojo por la ventanilla qué ya hemos llegado al imperio, por fin nos detenemos en el jardín del palacio donde nos abren la puerta del carruaje y el general sale
Hanako. El dulce beso que me dio el general Takashi me robo el sueño y apezar de todo lo que me enseño mi madre de tener cuidado con ese tipo de efectos de los hombres ya que si alguien más ve ese inocente acto mi reputación caería en picada pero pensándolo bien no estoy viviendo en la casa de geishas si no en el palacio imperial donde todos creen que soy una concubina del emperador qué fue rechazada por ser tartamuda, por que el general Takashi no fue el emperador, doy un suspiro cansado para levantarme de mi cama y prepararme para ir a levantar a la princesa, al abrir la puerta de mi habitación miro en el suelo un jarrón con un ramo de hermosas flores de jazmín, una sonrisa aparece en mi rostro al tomarlas para poder admirarlas más de cerca, quien me abra dejado este hermoso presente, a mi mente viene la imagen del general Takashi y mi pulso se acelera mucho, dejo las flores sobre la mesita que está al lado de mí cama para salir a ver a la princesa, al llegar la miro sentada en la