30. Dolores que no se quitan

No podía respirar , un nudo se me había formado en la gargante impidiendo que respirara , hasta tal punto que podía notar como si mis pulmones ardieran , como si se quisieran rebelar por todo el daño que había ocasionado, por todo el dolor que había generado , por todas las lágrimas que había provocado ...

-Todo esto es culpa mía - dije en apenas un susurro- Me merezco este dolor , me merezco que me duela el corazón como si cientos de cristales se encontraran en él , merezco sentir ese vacío que tanto odio, el que me recuerda que todo está en la mierda , merezco su odio , lo merezco.

- No es culpa tuya...

- sí lo es..., pero ¿ sabes qué? Me estoy acostumbrando a ser tan desgraciada.

-Norah - lo interrumpí.

-Tenía que haberlo amado como se merecía , Axel...- las lágrimas habían empezado a brotar y no había manera de detenerlas , no había manera de obligarlas a parar .No había manera de que de dejara de doler. 

- Ven aquí, pequeña... - me dijo

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