Controlé la sensación de sentarme a llorar.—Gracias, pensé que me odiaban.—Jamás, reconozco que no me gustaba lo indiferente que era con la señora y ahora que sabemos todo lo comprendemos. Necesito las llaves, señor. —afirmé.Me dirigí a la biblioteca para sacar el llavero donde tenía cada una de las llaves de cada puerta del apartamento, se las entregué. Dichas mujeres eran rápidas, Yamile apoderada de la cocina, era una mujer rellenita, está con nosotros desde hace siete años, Carmen hace seis y la más nueva era Socorro, una joven morena.—¡Señora Carmen!Llamó Socorro, salí del despacho que ya estaba impecable y donde cené, del resto no me dejan estar en ningún otro lado. Pero ante el grito de Socorro quise mirar lo que pasaba.» La habitación se encuentra con llave.—Espera y miramos cuál llave es la correcta.—Es la que tiene un punto rojo. Esa era la del cuarto de Alejandro.—¿Él vivió con usted?—Sí, luego siguió viviendo aquí hasta que se casó.Era raro que se encontrara cer
Han pasado quince días desde que Socorro le entregó la notificación de divorcio a César, el próximo martes era el cumpleaños de Samuel, ya cumple cuatro años el ocho de junio. Por más que no quiera, debía invitar a César, era su padre, aunque no quiera hacer una fiesta, no puedo pasar por alto una comida con la familia y compartir la torta con mi loquito. Tres toques en la puerta de mi despacho me trajeron a la realidad.—Adelante.Socorro ingresó vestida de manera ejecutiva. Estaba feliz de ejercer su carrera, aún le faltan unos meses para graduarse. Me llenaba de alegría ver que la gente se supere.—Señora Maju, ya no tiene más citas, pero el señor Gustavo quiere hablar con usted.—Claro, hazlo pasar. —Mi secretaria salió, a los segundos ingresó el marido de Regina.—Hola, María… Maju. —Le sonreí, he hablado en otras ocasiones con él, era un gran muchacho—. Perdón por molestarte tanto, ha pasado un mes y Regina sigue sin querer verme.—Ella ya sabe todo, no te he llamado, porque aho
Guardé en el nochero los dibujos de mi hijo. Al bajar las escaleras Regina salía de la mano de Gustavo, fue evidente lo mucho que lloró. Al mirarnos supimos que las dos habíamos llorado.—Gracias, deberías darte una oportunidad tú también. —No dije nada solo sonreí.—Gracias, Maju. Gracias por estar ahí para Regina. —Gustavo me abrazó.—¿Se arreglaron? ¿Volverán? —Regina me mostró su mano izquierda y en ella tenía un anillo de compromiso—. ¡Felicidades!Qué alegría, ahora solo me quedaba Santos, ese joven se ha encerrado en su mundo, «¿a quién se parece?»—Voy a ir a visitar a mi mamá, ella es la que siempre ha venido acá.—Me parece muy bien.—Maju, voy a regresar a la casa con mis padres.—Voy a extrañarte. —No tenía nada más que decir, extendí mis brazos. Me alegraba por ella.—Mientras consiga trabajo…—Nada de eso, ya hablamos, esperarás a que seas la directora del colegio que piensan hacer todos ellos. Puedes estudiar algo relacionado con la dirección o gerencia, lo que desees
Miraba por la ventana de la sala de juntas, espero a que lleguen Alejandro y Fernanda, en dos semanas empieza la construcción del condómino en Medellín, una de las licitaciones que nos ganamos a principio de año, ya tenemos los permisos.Deberé viajar de modo constante a verificar el trabajo, no era mi obligación, pero necesitaba poner más trabajo de por medio, estaba al borde de tirar todo e irrumpir en la casa y hablar con mi esposa.Tres de mis mejores ingenieros se radicarán el tiempo que tarde la construcción. La reunión también trataremos los avances que tenemos para licitar en el exterior, Deacon está muy emocionado con el proyecto, la compañía ya era oficial y tendremos teleconferencia con él.Alejo nos presentará los adelantos, nos queda un año por delante y él ya estaba terminando el proyecto, en enero era la convocatoria y debía reconocer, se necesitaba palanca en ese gremio, era una ficha clave el prestigio que da Deacon Katsaros.Me he sumergido tanto en el trabajo con ta
Me contó por qué tenía el ojo morado, me puse en los zapatos de él, y más culpable me sentí, comprendí lo egoísta que he sido, cuando falté a mi matrimonio solo pensaba en mí, en vengarme de María Joaquina, jamás pensé en mis hijos.Le ofrecí un supuesto matrimonio estable y ese era el mundo de mi hijo, así internamente estuviéramos quebrados, ante los ojos de mis hijos éramos su soporte. Supongo que era así en todos los matrimonios que tienen hijos. Ellos crecen con la base que nosotros le damos y en este momento le estamos quitando los cimientos.—A mi mamá le tocó firmar un compromiso que no volveré a agredir a un compañero. Me siento mal, mi mamá no ha dejado de llorar, ha pasado mirando unos papeles y cuando se durmió fui a la mesa de noche, eran cuatro dibujos de Samuel.» Mi hermanito tampoco está de acuerdo con que se separen. ¡Esta situación no me gusta! Te entiendo papi, y entiendo a mi mami. Y mientras ustedes se arreglan, ¿Samuel y yo qué hacemos? Le dije a mi mamá que tú
No me acerqué a César, a él se le notaban las ganas de acercarse. Mis suegros me recriminaban con la mirada, mi hermana estaba que me mataba y mi madre solo negaba. La cena transcurrió, todo iba perfecto, maravilloso, mi bebé estaba feliz.Miraba a su padre y luego a mí, he ignorado las veces que siento su mirada y espero que no se dé cuenta cuando yo hago lo mismo, se veía más delgado, tenía un vaso de whisky en la mano, hablaba con Alejo, Carlos, Benjamín, Santos, Gustavo y el padre.Aurelio se fue a Villavicencio y Vladímir de viaje en Grecia. Del resto todas las personas que aprecio se encontraban aquí. Ya eran las ocho de la noche, los niños jugaban en el patio de la casa. Fernanda estaba preciosa con su barrigota. La única que faltaba era Sandra y ya sabía el motivo de su destierro por parte de Fernanda.—¿No piensas hacer nada por tu matrimonio? —cerré mis ojos.—Patricia, no empieces.—No pensé que fueras tan cobarde, no te imaginas por todo lo que ha sufrido César, ¿te cuesta
—Confesaste intimidades las cuales les compete a ti y a tu marido, arruinaste la imagen que unos padres tenían de su hijo. Engañaste a una hermana, la cual se sentía como una de tus mejores amigas, y dejaste mal parados a un par de padres; a uno en que no supieron criar a un hijo y a tus padres al ver que su hija se convirtió en una persona diferente. Tenías todo el derecho de decir la verdad, la intimidad no es una verdad para todo el mundo, nunca olvides que Cesar es el padre de tus hijos y eso jamás lo podrás cambiar.—Y lo que viví…—Fue un mal episodio Maju, algo que debía pasar, lo que hiciste ahora fue dejarte ganar por la rabia, porque no has sabido canalizarla.—¡Quería y quiero estar sola! Y nadie lo entiende.—Pues creo que eso ya lo lograste. Todos tienen derecho a desahogarse, Maju responde, ¿te sientes feliz y contenta con lo que acabas de hacer?, si la respuesta es sí, entonces está bien, pero si tu alma, mente y corazón no se encuentran alineados en la tranquilidad, an
—Perdónenme. —Mi mamá se acercó, me tomó de la mano, acarició mi mejilla.—Lo hecho, hecho está, solo puede sacar un aprendizaje de lo ocurrido. Ahora asumir como varones, dale tiempo y si quieres volver con ella debes comprometerte a muchas cosas. Una de ella es confiar, con ello me refiero a, confía en Dios, en ti y en ella, lo siguiente es serle fiel mientras quieras luchar por recuperarla, por último, continuar trabajando porque la vida sigue, con o sin Maju debes continuar, tienes dos retoños.—Perdón por decepcionarlos.—Al levantarte, nos estás dando una oportunidad para enorgullecernos, te amo hijo.Otro latigazo al alma. Le besé la frente. Dios, tan ciego, estuve por la rabia que no solo olvidé el daño a mis hijos, sino a mis padres, unos que nos han criado con amor, justicia y respeto.—En la tarde llego a hablar con mi padre, gracias, mami por venir. —La abracé, aunque no lloré, ganas no me faltaron.Habia, pasado más de una semana, Socorro debe llegar el lunes, le hice cas