Esperaba una respuesta de mi parte, amo esa mirada café, pero debía seguir firme en mi negativa de perdonarlo, pero su puedo usarlo.—No. —Hasta aquí llegaron mis ganas—. Yo quiero hacerte mío.—Ya lo soy.Presioné su intimidad contra mi erección. Un gemido se le escapó, le quité la levantadora, dejándola con esa sensual bata que era una pequeña porción de encaje y seda. Tenía que hacerle olvidar la idea del divorcio. Y esto era un juego de venganza de su parte, era consciente de ello, pero lo tomo.—Lamento poner en duda esas palabras.Su piel estaba erizada, me apoderé de uno de sus senos, mi lengua acarició su alrededor.—Entonces déjame demostrártelo.Le di la vuelta dejándola debajo de mi cuerpo y comencé a devorarle la boca. No me detuve ahí, me arrodillé ante ella, quería saborearla de nuevo como hace dos días, tomar una vez más ese río húmedo para beber.No salí de ese glorioso lugar hasta que no obtuve mi premio, verla por fin contorsionarse como tantas noches lo desee, cada
—Amor, yo adoro a tu padre.—Y yo a tu madre. —En ese instante me desmoroné al escuchar a César—. Tu madre me pegó hijo por haber tomado mucho, sabes que ella odia eso. Esa fue mi falla, además ya nos pedimos perdón. —César se sentó en la cama y Julián se les lanzó a los brazos—. Te juro hijo, que nunca más lo vuelvo a hacer.—¿Palabra de Abdala?Esa era la frase de mi suegro, la cual su hijo rompió. No me gustaba mentir, pero ¿cómo contradigo a César sin dañarle el corazón a mi hijo? No puedo.» Nana Carmen dijo que ustedes se van a una luna de miel, en el internet investigué y eso es para esposos recién casados.—Y enamorados. —dijo su padre—. Tus abuelos están en su undécima luna de miel.—¿Uno puede tener muchas lunas de mieles?—Siempre y cuando sea con tu esposa todas las que quieras.Me limpié las lágrimas, quiero enseñarle a mi hijo que el matrimonio se debe respetar hasta lo último, dejar en evidencia de hacer lo máximo mara salvarlo, de lo contrario para qué te casaste si an
No tengo idea cómo interpretar su mirada.—Ayúdame con la maleta, déjalas en esa esquina. Y arregla tu cama.Me quité la levantadora y me metí debajo del cubrelecho. Él cómo perrito regañado obedeció. Apagó la luz después de arreglar su improvisada cama y me tapé la mitad del rostro con la intención de ocultar la sonrisa, él se había quedado en bóxer mientras organizaba, el cuerpo de mi marido era delicioso.Las horas pasaron, me estaba muriendo de las ganas por acostarme a su lado, pero ¡no!, debes aguantar, ¡duérmete de una vez por todas!, fue en vano, esa cosquilla en el estómago de saber que se encontraba a pocos metros de mí… Escuché su resoplido, cerré mis ojos para hacerme la dormida.—Así me mandes mañana a la mierda, dormiré a tu lado, Bonita. —Escuché que recogía los cobertores y se metió debajo de las cobijas.» Punto a mi favor es que ni una bomba te levanta hasta que sean las cinco de la mañana.Me dio la vuelta y me puso sobre su pecho, acomodó mi brazo alrededor de su c
Su mirada suplicaba, necesitábamos hablar. En verdad cualquiera dudaría al ver dichas fotos.—Acepto.Todo para que veas el lindo y sensual vestido que me compré de seda, era una tentación, le hice caso a la loca de Fernanda, al parecer voy a matar a mi marido.» ¿Aclarado este tema?Le entregué las fotos, algo si debo de tener presente, Rocío fue una vil víbora de ligas mayores, espero no encontrármela nunca más en la vida.Los brazos de César me aferraron, me dolía todo el cuerpo, las intensas sesiones con el muñeco sexual, me han dejado exhausta. Cubrí mi rostro, Dios, esto era una deliciosa locura. Salí de la cama, me bañé, hoy teníamos invitación en la casa de mis suegros a almorzar. Después de arreglarme de manera descomplicada, pero atractiva.Quería dejar todo el derroche sensual para la noche, ahora que me vea normal, le puse su ropa en el mismo lugar, un jaen con su camiseta polo de rayas. Lo dejé dormido.Pero ahora parezco ninfómana, ¡claro!, a mis casi treinta años era qu
—César, sabes que no soy tan religiosa, pero algo me quedó de la enseñanza en el colegio de monjas, y los mandamientos son sagrados, tú faltaste al juramento de fidelidad al casarnos.» Solo espero que tu error no traiga consecuencias porque siempre el que comete un acto infame la vida se las cobra haciéndolo sufrir a través de las personas amadas. Cada acto trae consecuencias buenas o malas, eso depende del acto cometido. Solo espero mis hijos o yo no tengamos que pagar, eso estaría muy complicado perdonártelo.—Me diste quince días para hacerte cambiar de parecer ante el tema del divorcio, si solo tengo ese tiempo quiero empezarlo con la verdad y cimentar de nuevo nuestra relación sobre eso a partir de ahora. Es evidente que en el sexo no tenemos problemas. Eres candela María Joaquina.Dios, este hombre me ha puesto colorada en cuestión de segundos dos veces y por motivos diferentes.» Te ves hermosa sonrojada, para un hombre descubrir que su mujer es liberada en ciertos momentos y
Acarició mi espalda, besó mi frente y habló luego de pensar por muy pocos minutos.—Contigo quiero todos los hijos que Dios nos permita tener y hasta donde tú lo quieras, es tu cuerpo. Pero se nos da bien hacer hijos, son hermosos los que tenemos. —Me abrazó más fuerte al ver que otra vez flaqueé un poco.» Me gustaría ver una castañita de ojos grises corriendo por la casa e interrumpiendo en mi despacho solo para tomar el té. —¿Qué hace este hombre conmigo?» No descansemos hasta tener una. —besó mi nariz y acarició mi cabello—. Te queda hermoso ese color, pero tu tono natural es mucho más lindo, creo haber escuchado una vez que solo te lo pintarías si te salían canas y no tienes ni una.—Prestabas atención a lo que decía en las noches. El cabello es otro acto de rebeldía al sentirme fea.—Perdóname por tales mentiras.—Pon el despertador, debemos estar en el aeropuerto a las nueve.—¿Cuándo me dirás que me perdonas?—Lo haré cuando lo sienta, cuando no duela pensar en tu falla, hast
Debía aprender a tolerar eso, porque me lo busqué. Como suele decir el viejo Amín. Si cometiste el error lo reparas y aguantas las consecuencias. —Toda la vida recibiré puyas de tu parte, ¿cierto? —Exacto, hasta cansarme, mira si puedes soportar las quejas. En fin, yo también pienso lo mismo con relación a lo de Nadina, el padre de Vladímir dijo que él no tiene ni una sola propiedad a su nombre y eso lo tiene preocupado, cree que lo secuestraron. Yo no sé qué pensar. —La última vez que lo vi fue en la oficina, quería hacer un negocio conmigo. —Ese día precisamente Rocío había ido a buscarme, le había prohibido la entrada—. Cada uno parece tener sus problemas. —Eso mismo pensé. Por otro lado. —señaló a nuestros amigos—. Parece que ellos no. —¡Ay Bonita!, en uno de ellos se está cociendo un enorme problemón, sobre todo por el Chuky interior que hay en una de ellas. —Esa es Fernanda. ¿También infidelidad? —No, nada de eso, ¿guardas el secreto? Mi mujer no era chismosa, ella evita
Blanca cerró los ojos al comprender nuestra metida de pata y la ignorancia en la que estábamos.—¡Muchachos no me digan que no leyeron lo que significaba dicho paquete! Durante toda la semana coordiné con mi personal para brindarles a ustedes lo mejor en Santorini recibiendo la ayuda necesaria. ¿¡perdí mi tiempo!?Carlos afirmó, Alejo se encogió de hombros y cuándo yo iba a hablar con la clara intención para descartar esas cosas, aunque todo parecía ser un envío divino. Mi mujer intervino.—Blanca, no perdiste tu tiempo. Me encantaría tomar esas charlas, sesiones, concursos, pruebas para desnudar el alma de mi marido. Dios sabe cómo hace sus cosas. —La eufórica mujer la abrazó y de la misma manera que llegó ese torbellino se alejó.—Maju. —Sandra comenzó a hablar—. Vinimos a disfrutar.—Sí, pero Dios nos tiene deparado otra cosa, yo debo enfrentar y superar una infidelidad, tú tienes que hacer ciertas confesiones a Alejo y ustedes… —señaló a Fernanda y Carlos—. Tienen lo suyo. Por alg