Narra Taylor:
Era hora de dirigirse hacia la fiesta de la pequeña Mía, sentía una leve molestia en la cabeza pero era a causa del incidente. Cuando llegue timbre para que me abrieran; ya que era una reunión pequeña con solo las personas especiales para ellos. Para mi sorpresa Mía fue la que me abrió donde estaba hermosa con un vestido rosado con pandas a su alrededor, baletas color rosado y esta vez tenía risado su cabello, un angel total. La salude con un abrazo maternal, la sentía como una hermanita donde a la vez le di su regalo, brindándome un abrazo y un gracias muy tierno. Decidí entrar cogida de la mano de ella donde visualice a Cristian repartiendo gaseosa a sus invitados, también vi sentada a Lily y a mi… ¡jefe! ¿que rayos hacia él acá si se habían peleado hace unos días?
Me acerque primero a Cristian a saludarlo y manifestarle que tenía una hija muy
Narra Taylor: Desperté con ganas de no levantarme nunca más, habían sucedido muchas cosas en la fiesta de la pequeña Mia. Mi jefe, se había atrevido a besarme nuevamente e insinuarse sin ningún pudor; sentí que estaba cayendo en su juego. No podía dejar que eso sucediera si no la única lastimada iba a ser yo. Decidí levantarme en contra de mi voluntad donde me coloque un buzo largo caliente con un pantalón formal y los tacones respectivos. No me maquillé, no tenía ganas de nada realmente y desayuné una tostada con tinto. Cogí el respectivo transporte público, sentía que mi mente colapsaba entre Cristian, Armando y mi hermanastro, Raul. Llegue a la oficina, observándola desde afuera sin ganas de entrar así que obligue a mis piernas a caminar hasta su puesto de trabajo. Me acomode, organice e inicie a trabajar sin nisiquiera haber volteado a ver a
Narra Armando: Nos seguimos besando donde le pedimos permiso al otro para introducir nuestras lenguas, hasta que fuimos interrumpidos por el mesero. Le pedí el favor de la cuenta a mi tarjeta de crédito, para dirigirla hacia el vehículo. No podía perder esta oportunidad, al momento me dirigi al auto para iniciar a conducir para el hotel más cercano que hubiera. Para nuestra suerte, llegamos al hotel Baccarat uno de los más destacados de la ciudad. Taylor estaba a punto de dormirse en el carro, pero no lo podía permitir así que la moví para que se diera cuenta de mi presencia, me abrazo y nos dirigimos al hotel, donde pedí una habitación pero nos miraron raro debido a que ella venía que no se podía cargar sola, manifesté que era mi esposa y estaba pasada de tragos, donde asentaron sin creer. Enseguida, nos dirigimos hacia la habitación donde la r
Narra Armando: Llegué a la oficina con una mezcla de sentimientos, donde primero tenía la satisfacción de haber hecho mía sexualmente a mi secretaria, aunque no fuera conscientemente ¿me estaba escuchando? ¡me había aprovechado de una mujer! eso hacía que tuviera impotencia hacia mí mismo, por haber puesto mis deseos antes que ella. Era un egoísta, lo sabía porque solo pensaba en mí, aunque tuviera sentimientos encontrados por ella. ¿sería capaz de abandonar todo y aceptar todo tipo de críticas solo por estar al lado de ella? entre con ese pensamiento a mi empresa, en busca de verla de nuevo para que me alegrara el día, pero a la vez para sentirme el hombre más miserable del mundo. Cuando llegué al tercer piso, sentí la mirada penetrante de todo el mundo ¿que había sucedido?
Narra Taylor: Al observar que Armando me trajo una serenata, quede plasmada ¡qué vergüenza ante los demás! pero se sentía tan bien, ver a mi jefe o bueno ex jefe en estos planes. Así que decidí colocarme una bata encima y salir a la puerta. Cuando abrí vi a un Armando sonriente, cantando y sin pena, el cual no veía casi nunca porque se escondía tras esa máscara de hombre egocéntrico y perfecto ¿pero por qué? ¿por qué era así? ¿por qué jugaba conmigo y mis sentimientos? Me dediqué a disfrutar de la música, mientras estaba en mis pensamientos. En ese momento, estaban cantando por tu maldito amor de Vicente Fernández. Realmente no podía entender a este hombre, hubo un momento donde se acercó me brindó sus manos y me hizo salir hasta donde se encontraban todos, al mismo tiempo miré hacia arriba donde observe como todos mis vecinos nos esta
Narra Taylor: — Con gusto ¿entonces cuál es el trato, señor Linshof? — Respondí llena de celos, por lo que acababa de presenciar. — Primero cálmese, se nota que está un poco alterada — Susurro mi jefe cínicamente mientras se acomodaba en la silla — El trato es el siguiente… Usted se queda en la empresa como secretaria por 90 días; atendiendo los asuntos laborales además sale conmigo como dama de compañía a algunas juntas… — Estaba diciendo, pero decidí interrumpirlo — No me interesa. — Espere termino — suspiro con frustración — Usted hace eso y yo me encargo en menos de esos 90 días, conseguir las pruebas necesarias para culpar a su hermanastro de la muerte de sus padres y darle una justa condena incluyendo lo de la esposa e hijo — Concluyó dejándome boca abierta ¿cómo iba a lograr eso?
Narra Taylor: Me levanté con mucha pereza, esos días donde no te quieres levantar de la cama si no estar acostada todo el día ¡así mismo! pero era adulta, tenía responsabilidades y tenía que trabajar. Asi que, en contra de mi voluntad me coloque de pie, me fui a la ducha y despues decidi colocarme un vestido de vuelo color negro con tacones del mismo color, un saco de lana blanco y un poco de rubor, pestañina, delineador y unos aretes grandes. Me veía bella, realmente donde seguida fui a colocarle comida y agua a la pequeña Michi. Después, cogí el transporte público hacia la empresa Edison S.A.S donde me habían convencido de volver solo por hacer justicia ante mi hermanastro. Entre, salude a Lily y Cristian volteando a ver a mi gran jefe quien llegaba con un aura de esplendor, sonriente y amable como no lo había visto nunca ¿que estaba sucediendo con él? decidí no p
Narra Taylor: Sentí una opresión en mi pecho al observar cómo se iba Armando con su nueva pareja, sentía tristeza en mi corazón porque no era justo que ella ganara, lo que yo estaba pidiendo con todo mi corazón. Llegó la hora de irnos para la casa donde Cristian decidió acompañarme, brindándome su protección además me ahorraría irme en transporte público; ya que me llevaba en su carro. En el camino, hablamos de la pequeña Mia haciendo planes para el fin de semana de salir los tres juntos. Llegue a la casa y me despedí dándole un pequeño suave beso en los labios, se sentía raro no podía negarlo pero se sentía bien estar protegido por alguien más. Al siguiente dia, decidi colocarme una falda con vuelo azul oscura con un esqueleto blanco, un blazer azul oscuro y unos tacones negros. Recogerme el cabello y maquillarme con un poco de rubor, pestañina y labial rosado claro. Era hora de enf
Narra Taylor: Sentí incomodidad cuando Armando decidió deslizar sus manos sobre mis muslos, pero a la vez sentí una corriente eléctrica que no podía explicar ¿no tenía novia, acaso? no entendía realmente la situación con él porque quería jugar a doble bando, donde con el dolor de mi alma tuve que rechazarlo. — Por favor, Armando. Quita tu gentil mano de mis piernas, somos personas comprometidas — Dije resaltando la palabra comprometidas, para que cayera en cuenta. — Lo siento, no pensé que te fuera a incomodar — Susurro en voz baja, para que no nos oyeran nuestros acompañantes. — No me incomoda, solo que cada uno tiene su pareja — Confesé en voz alta ¡la estaba cagando! Último capítulo