Narra Taylor:
Sentí una opresión en mi pecho al observar cómo se iba Armando con su nueva pareja, sentía tristeza en mi corazón porque no era justo que ella ganara, lo que yo estaba pidiendo con todo mi corazón. Llegó la hora de irnos para la casa donde Cristian decidió acompañarme, brindándome su protección además me ahorraría irme en transporte público; ya que me llevaba en su carro. En el camino, hablamos de la pequeña Mia haciendo planes para el fin de semana de salir los tres juntos. Llegue a la casa y me despedí dándole un pequeño suave beso en los labios, se sentía raro no podía negarlo pero se sentía bien estar protegido por alguien más.
Al siguiente dia, decidi colocarme una falda con vuelo azul oscura con un esqueleto blanco, un blazer azul oscuro y unos tacones negros. Recogerme el cabello y maquillarme con un poco de rubor, pestañina y labial rosado claro. Era hora de enf
Narra Taylor: Sentí incomodidad cuando Armando decidió deslizar sus manos sobre mis muslos, pero a la vez sentí una corriente eléctrica que no podía explicar ¿no tenía novia, acaso? no entendía realmente la situación con él porque quería jugar a doble bando, donde con el dolor de mi alma tuve que rechazarlo. — Por favor, Armando. Quita tu gentil mano de mis piernas, somos personas comprometidas — Dije resaltando la palabra comprometidas, para que cayera en cuenta. — Lo siento, no pensé que te fuera a incomodar — Susurro en voz baja, para que no nos oyeran nuestros acompañantes. — No me incomoda, solo que cada uno tiene su pareja — Confesé en voz alta ¡la estaba cagando! Narra Taylor: Entre a la casa de Cristian donde decidimos hacer hamburguesas de almuerzo, aprovechando que tenía para hacer a la parrilla. Realmente, quedaron muy deliciosas y diferentes a las que uno come habitualmente, me sorprendió el don de cocina de mi novio. Después, subimos a la casa de árbol donde se encontraba el escondite de Mia donde me mostró todos los objetos, juguetes e inclusiva ropa que tenía allí porque cuando se ponía brava, se encerraba allí manifestó Cristian donde ella negó y sacó la lengua en su defensa. Estaba observando la casa de árbol, cuando en un cajón se encontraba una foto de una mujer cabello mono, ojos verdes, realmente muy hermosa. ¿Ella era la mamá verdad? preguntándole a Cristian, quien asintió. Porque Mía nunca generó rencor hacia suCultivando un amor extraño.
Narra Taylor: Después de la orden de mi jefe sentí escalofríos ¿que necesitaba decirme ahora? Tal vez era sobre mi hermanastro y esperaba que fuera así; decidí darle un beso en los labios como despedida a Cristian y me dirigí hacia la oficina, donde me senté cómodamente. Observe frente a frente a mi jefe mientras jugábamos un reto de miradas donde ninguno parpadeaba sin dejar de observar al otro; a la final mi jefe se movió para acomodarse la corbata que se había colocado el día de hoy color gris que combinaba con su atuendo negro y su camisa blanca, haciéndolo ver muy elegante. Salió de mis pensamientos, al observar cómo me miraba con un semblante muy serio, raro en él. — ¿Sucedió algo? no se logró hacer nada con lo de mi hermano, ¿verdad? yo sabía que este trato era una es
Narra Taylor: — Buenas noches — Salude a ambos, mientras observaba de reojo a Armando, se veía perfecto. — Buenas noches señorita Rendon — Respondió guiñándome el ojo y prosiguió — Buenas noches Señor, sigan — continuo mientras con su mano nos indicaba las sillas libres para sentarnos. Quedando de frente con Julieta, donde sentí un ambiente bastante pesado debido a que ninguna quería a la otra, pero debía disimular por el bien del compromiso además tenía cosas más importantes en mi cabeza, como el hecho de ser adoptada y el problema judicial de mi hermanastro, Raúl. El jefe decidió pedir salmón a la parrilla con arroz blanco y vegetales, realmente se veía sabroso además amaba el salmón, aunque casi no pudiera consumirlo debido a su alto valor, donde era nulo asequible para una persona que ganaba un poco más del mínimo, pagaba arriendo, servicios, matrícula del tecnólogo porque ya iniciaba den
Narra Taylor: No podía creerlo, mi jefe iba a viajar conmigo a Guadalajara para descubrir la verdad solo esperaba que mi tía me recibiera sin inconvenientes; ya que nunca habíamos tenido una buena relación y no sabía el motivo del porque tal vez en este viaje descubriría eso también. Me fui hacia mi oficina pequeña, donde entre a la página de viajes y pedí dos boletos para esta noche rumbo a mi destino, tenía que hablar con Cristian porque lo que menos quería era que fuera a desconfiar de mí debido al triángulo amoroso que se estaba viviendo entre nosotros cuatro. Me acerque primero a donde Armando a entregar los boletos impresos, donde me manifestó que me podía ir más temprano del trabajo para poder alistar mi maleta y lo que necesitará, además que él iba a recogerme en mi casa para llevarnos al aeropuerto internacional John F. Kennedy. Salí de su oficina, me dirigí hacia donde se encontraba Cristian quien me reci
Narra Taylor: Sentía nervios por viajar juntos a mi jefe, todavía no me lo podía creer. Me ubiqué en el asiento al lado de la ventana, debido a que me daban miedo las alturas colocándome pálida donde él se dio cuenta porque me dio la mano donde la apreté apenas inicio a despegar el avión. Fue un viaje largo de casi seis horas, donde no le solté la mano literal por los nervios solo hasta que me quedé dormida en su regazo, me imagino que había descansado de mí. Bajamos, pasamos por migración haciendo una super fila, después esperamos nuestras maletas y finalmente nos dirigimos a la salida donde nos estaba esperando un taxi para llevarnos al hotel Demetria , realmente era muy hermoso porque tenía las paredes color blanco siendo bastante amplio, elegante como a los que mi jefe estaba acostumbrado. Si por fuera estaba a morir, por dentro estaba peor. Realmente era muy hermoso, nunca había estado en un sitio tan ca
Narra Taylor: Sentí nervios al entrar a la casa de mi tía; ya que no había vuelto aproximadamente hace 10 años. La verdad es que nuestra relación no siempre fue mala, al contrario, al principio se comportaba muy bien conmigo casi considerándola una segunda madre, pero de un momento a otro se inició a alejar de mí, la buscaba, pero me rechazaba así que fui creciendo y el amor que le tenía se fue perdiendo, hasta llegar al extremo de pelear por cualquier bobada y alejarnos totalmente. La casa era muy humilde, sus paredes color café, con una puerta de madera vieja, un solo piso con un baño, una habitación y una sala de estar. Recordé bonitos momentos que viví aquí, los cuales causaron una sonrisa mientras iba entrando y observando todo, tal vez el sorprendido sería mi jefe quien estaba acostumbrado solo a los lujos. — Señora Hanna ¿usted vive sola?
Narra Armando: Llegamos al hotel donde se encontraba inconsciente todavía, ocasionando que llamara al médico; porque ya me estaba preocupando. A los 20 minutos, llegó un hombre de unos 40 años con canas en su cabello, ojos color café, pequeño de estatura y contextura ancha quien la examinó, observó su pulso, su ritmo cardíaco, las pupilas, oídos, en general donde al final me manifestó que se encontraba estable, solo había sido causado debido a la gran impresión donde debería ir retomando la conciencia en dos horas por máximo si no se debía llevar de urgencias al hospital más cercano. Me despedí del doctor agradeciéndole por su tiempo, mientras me recostaba al lado de Taylor mientras acariciaba su cabello rojizo el cual me había flechado desde el inicio, mientras observaba su cara relajada como un ángel teniendo sus ojos cerrados, como si no hubiera pasado nada hace un momento si no por el contrario se encontr