Me desperté al escuchar unos ruidos en el piso de abajo, me senté en mi cama viendo que estaba con la misma ropa de ayer, dándome cuenta que me dormí mientras pensaba en todo lo que estaba pasando, aun sin comprender del todo lo que estaba pasando. Esos 2 chicos eran personas que se podían transformar en lobos gigantes y papá también podía hacer eso, ¿y al parecer yo también? Estaba tan confundida pero no quería pensar más en eso, aunque sea por ahora. Me levanté de la cama, agarre ropa y me dirigí a mi baño para tomar una ducha, realmente la necesitaba. Hoy venían mis hermanas tendría que hablar con ellas, si es que no me tomaban como una loca, cuando termine de bañarme y ordenar un poco mi cuarto salí de mi habitación y baje las escaleras para encontrarme con mis papas, no esperando que los chicos de ayer también estén en la sala sentados en un sillón hablando con mi papá.
- ¿Francisco, Sebastián? ¿Qué hacen acá? -pregunte confundida, el
-Se quedaron a dormir, se quedarán hasta tu transformación- Respondió Papá muy tranquilo mirándome.
-Es una broma, ¿no? - Vi a mi papá negar con la cabeza- Papá ellos no se pueden quedar, ¿en dónde van a dormir? - dije agarrándome la frente con mi mano cansada sin comprender toda esta situación.
-En mi oficina, ayer cuando fuiste a tu cuarto corrimos el escritorio y buscamos los colchones inflables, más tarde vamos a buscar las camas de tus hermanas así están más cómodos- Dijo levantándose del Sillón, acercándose a mí y besándome la frente. Dirigí mi mirada hacia los dos adolescentes que estaban en la sala viendo como ellos estaban mirándonos a ambos, iba a decirles algo, pero justo el timbre de la casa resonó en la sala en la que estábamos.
-Llegaron las chicas, voy a abrirles- Dije con tal de escapar, dirigiéndome a la puerta.
-Celeste- dijo con un tono de voz bastante serio, me voltee mirándolo esperando a que prosiguiera- No podés decirles Nada, ¿Me escuchaste? -dijo papá resaltando el "nada".
-si papa- dije ya agotada de todo esto, seguí mi rumbo hacia la puerta que estaba a pocos pasos de donde estaba y la abrí poniendo una sonrisa en mi cara, viéndolas a las tres con la misma sonrisa en sus rostros, las abracé a las 3 al mismo tiempo y entramos a la casa charlando, al llegar a la sala fue cuando vieron a Francisco y a Sebastián.
-Hola Pa! y... Hola ustedes, ¿Quiénes son? - Pregunto Giselle mirándome.
-Pregúntale a papá- Dije cruzándome de brazos y mirándolo.
Ya había pasado un mes desde que conocí a Francisco y Sebastián, ya había comprendido todo, aunque seguía pareciéndome algo extraño y no me acostumbraba a la idea. Mañana era mi cumpleaños y todavía no me convencía la idea de tener una "loba" en mi mente con la que sería capaz de comunicarme, sería como mi conciencia. Eran las 11:30 y nos estábamos dirigiendo al bosque con mis papas y los chicos, caminamos por unos 25 minutos hasta llegar a un lugar en el cual había un pequeño lago y una roca enorme en el centro, mi padre se transformó en lobo, viendo su pelaje blanco con negro y ojos celestes mirándome.-Celes subite a mi lomo- dijo por el link que compartíamos. Por lo que había entendido los Licántropos y otros seres sobrenaturales tienen un link por el cual se pueden comunicar, a pesar de la distancia y ese link no se puede romp
-Hija eres...Mírate-dijo mi padre señalando el agua, me acerqué al extremo de la roca, asomando mi cabeza por está viendo mi reflejo por el agua, pude observar como tenía un pelaje completamente blanco como la nieve y unos ojos turquesas hermosos. -Sorprendida? -escuche dentro de mi mente, imagine que era mi loba de la que mi padre me había contado. -La verdad es que sí, Soy Celeste- dije en mi mente -Lo sé, yo soy Cía, es un placer al fin conocerte, hasta pronto. Eso fue lo último que escuche, me enderece y voltee volviendo a mirar a mis papas dándome cuenta que seguían sorprendidos sin entender el porqué. - ¿Qué? -pregunte un poco ya exasperada de que me vean sin decir nada. -Celes sos hermosa, pero nunca vi una loba completamente blanca, nunca vi unos ojos de ese color y pensé que serias una beta como yo, pero sos una Alpha, pero... hasta para ser una Alpha sos muy grande- dijo papá confundido. - ¿A qué te refieres con que s
Pov Dylan Ya habían pasado dos días desde la transformación de Celeste, empacamos todo y nos fuimos a la manada de los chicos la cual estaba cerca de casa. Estaba preocupado por Celes yo fui el Beta de uno de los mayores Alphas en el mundo y nunca conocí un lobo blanco, cuando conocí a su madre renuncie a todo por ella, y lo seguiré haciendo por ella y mis hijas. -Llegamos, bienvenidos a su nuevo hogar- dijo Fran, era un gran lugar con cabañas y en un costado de la entrada del lugar había un gran cartel que decía "bienvenidos a la manada Luna Brillante". - ¿Luna Brillante? - preguntó Celes - Es el nombre de la manada, ¿Te gusta? -preguntó Sebas sonriéndole -Si-dijo celes también con una sonrisa, mire a Sebastián, ¿Qué intenciones tenia él con mi hija? -Es un muy bonito nombre, ¿dónde vamos a quedarnos? Así ya empezamos a acomodar las cosas, además mañana celes tiene escuela y tiene que dormir-dije, sabía que mi esposa
Pov Celes Llegamos al colegio y miles de olores entraron por mis fosas nasales haciendo que arrugara mi nariz ¿Qué es ese olor? -le pregunte a Sebas, mientras intentaba acostumbrarme a eso. - Ahora que sos una loba tus sentidos se intensificaron, por lo cual vas a poder oler los aromas de los humanos, Licántropos, vampiros, brujos y demás seres sobrenaturales. Vas a tener que empezar a acostumbrarte y a diferenciarlos- Dijo Caminando a mi lado, ósea que en la escuela había seres sobrenaturales como nosotros. - Vampiros? -dije en un susurro para que nadie escuche - ¿Y si nos chupan la sangre? - pregunte curiosa viendo como Sebas reía y me miraba. -si no lo hicieron antes no creo que lo hagan ahora Celes- dijo riendo volviendo a mirar al frente, la verdad me sentía segura con él. A lo lejos pude ver a Alay sola, empecé a caminar hacia donde estaba ella para presentarle a Sebas. -Hola Aly! - Salude al estar a su lado ella
Me desperté haciendo mi rutina diaria para ir al colegio, mi mente no dejaba de pensar en lo que había pasado ayer, ¿Además a que se refería Sebas? ¿Y porque Alay y él estaban nerviosos cuando se vieron? Suspire mientras terminaba de preparar el desayuno, llamando a mis padres. Los tres comimos nuestro desayuno en silencio hasta que escuchamos los golpes en la puerta. -Es Sebas- Me pare de la silla y les di un beso en la mejilla a mis padres- Nos vemos al mediodía, Chau- Dije agarrando mi mochila y dirigiéndome a la puerta para irme con Sebas al colegio. Íbamos caminando tranquilos en un silencio cómodo, por el rabillo del ojo pude darme cuenta que estaba hundido en sus pensamientos y parecía nervioso. -Estas bien? -Eh? Sisi tranquila, estoy bien- Dijo rascándose la nuca. -Que fue lo que paso ayer con Aly Sebas? - Pregunte ya queriendo saber que estaba pasando. -Ya te vas a enterar- Dijo suspirando. -Si lo sabes porque no me lo
Era casi sábado, faltaban unos minutos nomas para que sea el cumpleaños y la transformación de Katia, estábamos reunidos con las chicas y los papas de ella para ver su transformación y como sería su loba. A los pocos minutos una luz la comenzó a rodear completamente, Kati se tiro al piso gritando y cerrando los ojos por el dolor que estaba sintiendo. Yo pude ver y oír como sus huesos crujían y cambiaban, voltee mi mirada y tape mis oídos sin querer ver eso. Cuando los gritos dejaron de escucharse volví a mirar viendo una loba intentando reincorporarse, hasta que logro pararse dejando a la vista su hermoso pelaje Marrón oscuro y blanco, ella aulló hacia la luna y Todos nos transformamos empezando a correr por el bosque a su lado, esto era una tradición, que me había contado, estaba en su familia desde décadas, en la cual sus padres y gente muy cercana a ella debían correr a su lado. Cuando por fin frenamos fue que sentí un olor a Pasto y miel entrar a mis fosas nasales, el cual me at
Era lunes, ya estaba en el colegio con las chicas y con Sebas como de costumbre, todo parecía un día normal, hasta que sentí ese olor a pasto y miel de vuelta, era mi mate. Les dije a las chicas que ya volvía y empecé a buscarlo sin encontrarlo, Cuando ya me había rendido y me di vuelta fue que lo vi ahí, mirándome fijamente sin decir nada a pocos centímetros de mi cara, mire a mi alrededor dándome cuenta que estábamos solos, lo volví a mirar esta vez a sus ojos fijamente. -Hola Aiden, así que vos sos mi mate- Dije un poco nerviosa desviando mi mirada al ver que no despegaba su vista de mis ojos. -Así parece, es por eso que vengo a decirte esto "Yo Aiden Willderru rechazó a Celeste Wolfstorn como mi mate y futura luna de la manada Luna Renaciente"-dijo. Con un nudo en mi garganta y una punzada en mi corazón, volví a mirarlo a los ojos fijamente, estaba dolida, pero no iba a demostrarlo, él no era el único Alpha acá. -"Yo Celeste Wolfstorn aceptó el re
Me separe de la puerta y volví a subir a mi habitación, me cambie la ropa rápido poniéndome una más cómoda y baje para empezar a hacer la cena, ya que en media hora mis padres volverían del trabajo. Mientras condimentaba el pollo un olor a Menta y Dulce de Leche llego a mí, sin entender la razón de porque el ese aroma me atraía tanto. Pero sentía la necesidad de ir hasta lo que sea el causante del aroma. Apagué la hornalla y me dirigí a la entrada de la casa saliendo de esta, no sin antes calzarme y ponerme un abrigo, empecé a seguir ese aroma sin entender exactamente qué estaba pasando.-Celes, es nuestro Mate tenes que buscarlo- Dijo Cía en mi mente, podía sentir como agitaba su cola de felicidad en mi interior.-De que estas hablando? Ya no tenemos más Mate Cía, te recuerdo que con Aiden nos rechazamos mutuamente-Celes, te lo d