Después del tierno desayuno que tuvimos los tres Alessandro se fue a una de las separaciones que tenía este piso, en realidad los vidrios reflejaban muy poco, adentro había de todo. Un escritorio, un mueble tipo sofá cama y un montón de cosas de oficina.— ¡Señorita Di Santis! — La voz gruesa de Alessandro llamándome desde la que ahora sé que es su oficina me hizo pegar un brinco. Aún ese tono burlesco cuando me llamaba por mi nombre encubierto me daba cierta rabia, en realidad no es del todo un mal nombre. Es hasta legal, para poder escapar de mi familia lo adopte durante estos cinco años y al igual que mi nombre de nacimiento este también, tengo cierto apego a el. Fui hasta la oficina a ver qué quería la mariposita. >> Hoy debes preparar el almuerzo y cena de Maximiliano, yo estaré muy ocupado. — Pero señor, ya usted vio…— mis palabras quedaron a medio terminar ya qué él me interrumpió.— Busca las formas. Bajo su vista de nuevo a los papeles que tenía en sus manos. Maldije por
Me coloque mis audífonos inalámbricos pero no los conecte al teléfono, solo los dejé ahí mientras secretamente escuchaba lo que el intento de actriz tenía por decirme.— Eres una estúpida e insignificante secretaria que se cree con el poder de rebajarme a mi, yo seré muy pronto la dueña de todo esto que vez y tendrás que doblegarte ante mi o me encargaré de sacarte de aquí. Alessandro me ama, pregúntale. Muy pronto nos casaremos y haremos realidad nuestros sueños.Culminó su sarta de insultos que si bien fueron duros y crueles, desagradables para mis oídos ya que escucharla decir que armara una vida de ensueño con el mismo hombre que yo anhele crear una igual me daba en la madre. Saber de nuevo que él tiene planes así y que a mí me los negó y no contento con eso ahora me pone en situaciones incómodas es algo duro de asimilar. Por su culpa siempre terminó cayendo en ese carrusel de preguntas en la que mayor fuerza tiene es la de: " ¿Porque con otros sí y conmigo definitivamente no?"
Después del mal rato con el intento de actriz mi cuerpo entró en una especie de reposo que me hizo darme cuenta del hambre voraz que tenía. Mi estómago está gruñendo como una bestia furiosa y ya comienza a doler un poco. — Peque, ¿Me acompañas abajo? Él asintió y ambos tomados de la mano nos fuimos al piso de abajo donde seguramente encontraría a Lucca. Llegamos y solo me encontré con Marco, su asistente. Maximiliano se veía cansado y no querría tener que sacarlo fuera de la compañía. — Hola Marco, ¿puedes hacerme un favor? Pensé que me encontraría con Lucca aquí, pero, no está. — Sí claro señorita, el señor Di Santori me ordenó que cualquier cosa que usted me pidiera la hiciera. Él sonrió amable así que lo guíe a la oficina de Lucca. — ¡Muchas gracias! Bueno ya sabes, estoy ahorita muy ocupada y ni tiempo me ha dado de almorzar, por favor ¿puedes cuidar de Maximiliano unos minutos mientras salgo por unas cosas? — Me pones en una situación difícil, nunca he cuidado de un niño.
Gracias a que no había nadie puedo ver y pensar con claridad. El cuarto de vigilancia se encontraba apartado de todo, pero estaba abierto así que entre en este y volví a ver el vídeo donde podía ver a mi pequeño Maximiliano buscarme desesperado. Antes de ponerme a llorar, ví unos portaplanos acomodados sobre un archivero, los tomé y cuando los saqué casi se me escapa un grito de alegría. Este descubrimiento era como encontrar agua en un desierto. ¿Cómo no pensaron en esto antes? Se trataba de los planos del edificio. Estaban actualizados por lo que marcaba cada lugar que tenía cámaras y por supuesto los que no, sin esperar mucho les tome fotos y se las envié a Alessandro y a Lucca. No recibí respuesta inmediata de ninguno y el sol ya se estaba poniendo, justamente ahora no puedo quedarme a esperarlos. Habían muchos puntos ciegos pero comenzaré con el último dónde se vio a Maximiliano por última vez.Tengo una pista y debo seguirla antes de que sea tarde. Pronto se pondrá totalmen
Algo me obligó a abrir mis ojos de nuevo para ver entre flashes como Alessandro entraba al tanque. A mi mente se vino un recuerdo de hace exactamente seis años atrás. Sollozos involuntarios salieron de mis labios y mis ojos se encontraban empapados en lágrimas. No puedo evitar llorar. Todo es tan igual. Hace seis años atrás perdí a mis padres en un accidente automovilístico, a raíz de eso, no sé por qué razón, mi familia, bueno la familia Coppola se fue en mi contra. Mi abuelo me echó de la casa y prometió desligarse de mi muy pronto. Flashback— Eres una desgracia para esta familia, me temo que si sigues en nuestra casa pronto otra persona perecerá por tu culpa y no estoy dispuesto a tolerar ninguna otra pérdida. Acabo de cumplir mis diecinueve, acabo de perder a mis padres y ahora también la casa donde vivíamos. — Abuelo por favor.— suplique. — Yo
Alessandro suspiro de alivio cuando al fin vio a Maximiliano, él se encontraba entre los brazos de su irresponsable madre así que Alessandro de inmediato lo tomó de sus brazos sin siquiera mirarla. Él lo abrazó fuerte y reprimió el llanto que quería salirse de lo más profundo de su alma herida. Sabía muy en el fondo que esto también era su culpa. Él también era culpable por creer en ella.Una mujer que desde hace tiempo es fría y sin sentimientos.Krista al sentir el vacío en sus brazos volvió en sí una vez más, preocupada por Maximiliano. Vio al pequeño dormido entre los brazos de su padre quien no se molestó en mirarla ni una vez y salir de ahí con el niño. Ese gesto de abandono le dolió en el alma, pero también sentía alivio. Maximiliano se pondría bien.Él simplemente la dejó ahí. Ella sabía que se lo merecía, muy en el fondo lo sabía. Solo que no esperaba que Alessandro sólo la ignorara. Su corazón roto, no pod
Alessandro solo podía asentir a cada acusación que salía de la boca de Verónica hacia Krista, en sus pensamientos rondaba lo ocurrido hace cinco años cuando tuvo a Maximiliano en sus brazos por primera vez y también tuvo la obligación de pagar cinco millones de dólares.Ella sin compasión alguna le había vendido a su hijo como si se tratara de una cosa insignificante. No le importo en lo más mínimo el bienestar de Maximiliano.Ahora, quizás había vuelto para tratar de buscar venganza contra él y matar a Maximiliano deliberadamente. El corazón de Alessandro se enfrió tanto que era capaz de congelar todo a su alrededor. Se prometió que más nunca sería blando, al menos no con Krista. — Ella siempre ha tenido un corazón frío, no debería de sorprenderme. Aunque ahora debería cuestionarme si en verdad tiene un corazón. — Espeto Alessandro furioso. Todos en la sala de espera seguían mirando a Krista con ojos acusadores, no podían e
— ¿Krista tienes todo listo?— Sí, todo está quedando perfecto.— ¡Claro que sí! Si Alessandro no quita su cara de culo magistral que carga veinticuatro siete con esta sorpresa. Entonces nada lograría quitársela de la cara .Reí un poco, él tenía razón.Alessandro suele ser muy amargado en ocasiones, espero que hoy su carácter no salga a relucir. Sé que odia las aglomeraciones y lo despampanante en sí. Yo no lo culpo yo también, pero hoy es un día especial. Hoy aparte de ser su cumpleaños también es la celebración de nuestro aniversario.Hace unos días cumplimos un año juntos, pero hoy decidí organizar está pequeña reunión y aparte de esta sorpresa también tengo otra cosa que decirle.La decoración es ostentosa, tanto como sus gustos lo son. Aunque solo seamos cinco personas incluyéndolo a él ya que nuestra relación es aparte de prohibida, secreta, quise hacer de este día uno gigante e inolvidable.¿Será ya tiempo de decir abiertamente al mundo que somos pareja? ¡Que se jodan los que