Yo quedé sin comentarios... ¿Ustedes que dicen?
PDV Relator. Era un hecho, al despertar Luka se fijó que estaba ya de tarde, vio a una Christine desnuda bajo la fina sabana plácidamente dormida, no quiso despertarla se dió una ducha, se vistió y salió a la proa. Al no ver a sus suegros, preguntó por ellos. – La señora pidió ser llevada a tierra firme una vez ustedes bajaron al camarote – respondió con eficiencia el hombre que los estaba atendiendo. Con que la señora ah, pensó Luka, no podía comprobarlo, pero estaba casi seguro que Aida, tenia que ver mucho con lo que había pasado, la verdad que estaba loca por un nieto. ¿un nieto? se detuvo un momento, seguro que Christine no se cuidaba, ¿querría ella tener un hijo? No pudo seguir dándole vuelta al asunto, porque fue interrumpido por el timbre de su teléfono. – ¿Hola? – Luka ¿qué tal?, es Mario – dijo el amigo español. – Hey Mario, hombre, ¿cómo estás? – Todo bien, sabes que he estado pensando que seria bueno que te des una vuelta por acá por M
PDV Narrador. Las amigas se fueron caminando tambaleando hacia las habitaciones, de tanto que habían tomado estaban muy piripi y se reían una de la otra, luego se abrazaron para no caerse y así llegaron a la cama de Isabel donde se dejaron caer y durmieron vestidas. La tarde siguiente cuando despertaron Isabel preparó una sopa y un batido verde para reparar la resaca, al ver su teléfono se encontró con muchas llamadas, de sus socios, su asistente, de su novio y hasta de sus padres, esta había sido la primera vez que no llegaba a su oficina sin si quiera informar. Los llamo a todos mientras colocaba la mesa para comer con Pilar, quien estaba ayudando a limpiar y recoger el reguero de botellas y t***s que habían probado, finalmente comieron y por último llamo a Leone, quien le comentó que sus padres iban a ofrecer una cena en su casa y la invitaban, ella aprovechó de informar que Pilar estaba de visita y que la llevaría. En la noche estaban en la casa de los padres de
PDV Luka. Llamo a Christine justo antes de salir del club, por si necesita que la recoja en el apartamento de Adela, como ella siempre recuerda todo, espero que no haya olvidado que tenemos que asistir a una cena de beneficencia. Al tercer repique contesta y la escucho respirando profundo. – Espero no haber interrumpido nada caliente, pero quería saber si quieres que pase por ti o ya estás en el apartamento, recuerda que tenemos la cena. – Oh si la cena, lo había olvidado, si, pasa por mi ya, estamos con el tiempo justo para llegar a la hora. – ¿Todo bien? – Si perfecto, te espero. – y sin más colgó. Me dirigí hasta el edificio donde vive Adela, me pareció prudente llegarme hasta el apartamento en vez de esperar a mi esposa en el carro, nunca se sabe cuándo un paparazi o peor aún un detective de los Albertch podría estar cerca. Al Llegar a la puerta mi teléfono vibró lo que me hizo detener antes de tocar, pero no alcancé a sacarlo cuando unos gr
PDV Luka. Rápido, paso la semana, el jueves recibí mi título en la oficina del rector de la universidad, pues era amigo de mi padre y de don Armin, así que, a petición de este último y sabiendo lo que me esforcé en estos tres meses para terminar mi trabajo de grado y que siempre fui el primero de mi clase, me concedió entregarme el ansiado diploma. – ¿Ya tienen todo listo para su luna de miel? – nos preguntó Ajax, con las cejas levantadas, haciendo énfasis en la frase luna de miel, en una reunión Christine pasada de tragos le contó o mas bien le confirmó la verdad, que era un matrimonio de mentira para que ella lograra tener el control de la empresa, mas si supo guardarse la verdadera razón. – Si nos iremos, mañana a Madrid – respondió ella muy sonriente. – ¿Madrid en serio? – ¿Que te sorprende tanto? – pregunté esta vez yo. – La verdad que tengo ganas de ir a Madrid, tengo un asunto pendiente por allá. – ¿Un asunto de medicina o de faldas? – cuestio
PDV Narrador. El trio de hombres hablaba en la oficina, mientras que en planta baja entraba la socia que faltaba, venia con el ipad en la mano, y de pronto se miró las sandalias de tacón de aguja cruzadas en su pantorrilla, era la primera vez que las usaba para la oficina, pero quería sentirse poderosa ante la audiencia que había tenido hoy, las acompaño con un vestido n**ro junto a un saco del mismo color, de pronto recordó con un suspiro la última vez que había usado esas sandalias. “Me debato si quitártelas o no” la voz ronca y profunda de aquel hombre de ojos azul eléctrico que no dejaba de visitarle en sueños, resonó en su mente y parecía que su consciencia porrista tenía la película puesta de ese día. Unos cuantos pasos más y llegó a la recepción, la chica tras el escritorio la saludó. – Hola Isabel, ¿cómo te fue? –saludó alegre como siempre, no era su amiga, sin embargo, se llevaban bien. – te recuerdo que tienes novio. Isabel sonrió – ¿y a que se debe el re
PDV Isabel. De cuatro pendientes, pude terminar a duras penas dos, no entendía como me podía afectar tanto el ver a Luka, ok, acepto que fue el primero con el cual me acosté sin conocerlo, también que le mentí mi nombre y profesión, pero no suelo atemorizarme ante cualquiera. “Y el primero que nos regala los mejores orgasmos” arguyó mi porrista interna. No estas ayudando, le respondí volteándole los ojos. “Yo solo digo, como te gusta tanto mirar los hechos abogada” Me quedaba mirando el arreglo de flores que me envió Leone para recordarme que tengo novio y que esta noche estaremos juntos, seguro que esto era lo que me hacia falta para sacarme de la mente al de ojos azul eléctrico. Mi teléfono empezó a vibrar sobre el escritorio, lo tomé para fijarme que era mi novio, así que miré mi reloj de pulsera y vi que ya eran las siete. – Hola caballero–conteste cariñosa, esto debía funcionar sí o sí. – Hola hermosa, te estoy llamando para recordarte nuestra cita, paso por ti a las ocho a
PDV Narrador. – ¿Pilar estas bien? – le preguntó la doña compañera de Luis al ver que estaba pálida. – Si lo estoy, entandaras que no es fácil escuchar de otro, como tu ex ya tiene otra vida – ella no quiso explicar que aún no habían terminado, no iba a quedar como una cornuda delante de nadie. – Gracias por la confianza doña Juana, creo que ya es mejor que me vaya, mi carro está algo lejos y ya llevamos algo de vino – mintió, pero ya no aguantaba las ganas de llorar, necesitaba desahogarse. – Si querida, estoy de acuerdo, pidamos la cuenta. Minutos después Pilar salió hacia la derecha del café y para su suerte doña Juana fue hacia la izquierda, por lo que dejo que sus lagrimas salieran una tras otra, se sentía traicionada, y pues así lo estaba, su compañero de diez años la cambio por una jovencita. Pilar aun no llegaba a los treinta por lo que no se consideraba una vieja, tampoco nunca había tenido baja autoestima porque siempre le rondaba un pretendiente que ella amablemente
PDV Isabel. “No eres digna, no cumples los requisitos de mi madre.” Me desperté dando un manotazo en la cama, no había podido dormir y cuando por fin lo consigo las frases retumban en mi cabeza, ¿Que no era digna? Me pregunté por vigésima vez, quisiera él tener una mujer como yo. Me provocaba gritar de la rabia que tenía. “Al parecer Leone también tenia una lista de requisitos” Dijo mi consciencia intelectual, quien miraba una cartelera con fotos como estudiando un caso de investigación, pero en vez de fotos eran comentarios que me había hecho Leone o su mamá en este tiempo. Los cuales por su puesto yo había ignorado. “Claro porque él si cumplía tu lista” volvió a hablar ésta y yo estaba como en shock, había recibido una cuchara de mi propia medicina. “Cubeta de agua fría” Dijo mi porrista y me lanzó, y es que así mismo me sentí al darme cuenta de que me hicieron lo mismo que yo estaba haciendo todo este tiempo, y que, por cuidarme, al final ter