[SANTIAGO]
Moría de ganas de que visitáramos esté lugar juntos, de alguna manera este sitio o mejor dicho lo que representa este lugar nos ha unido. Aún no sabemos si fue una jugada del destino o un plan tan perfecto que ni ella ni yo podíamos imaginar.
— ¿Que es esté hermoso lugar?— Pregunta dando vueltas mirando todas las farolas.
Solo puedo sonreírle y acercarme a ella para abrazarla por detrás colocando mis manos sobre su vientre — Esto es parte del museo LACMA.— Le respondo sin dar más detalles.
— ¡Es hermoso! Pero... ¿Me has traído a un museo?— Pregunta muy confundida. — No entiendo...— Sus palabras me hacen reír y de está manera no puedo ni siquiera responderle. —Creo que me he perdido el chiste.— Dice algo enfadada.
— ¿Acaso no te gustan los museos?— Inqu
[SANTIAGO]Una semana despuésYa no veía la hora de que el avión aterrizará, el vuelo se me ha hecho eterno y no sé porque ya que estoy acostumbrado a volar. Quizás es la manera que mi prometida me estuvo provocando durante el viaje, o quizás las ganas que tengo de que mi familia se enteré de nuestros planes de boda y comencemos a organizar todo... muero por que sea mi esposa. Sé que todo esto ha ocurrido muy pronto, pero con todo el amor que siento por ella no hay manera de dudar acerca de querer pasar mi vida a su lado.— Cariño, vamos anda...— Dice sacándome de mis pensamientos.Al mirar a mi alrededor me percato que ya podemos bajar del avión — Lo siento, me quedé pensando.— Comento. — Me pude dar cuenta.— Responde entre risas. —¿Puedes bajar la maleta de mano?——
Esto es a lo que yo llamo un sábado perfecto. Estamos disfrutando de un día familiar en una playa solitaria, la temperatura aun nos permite deleitarnos y así lo haremos antes de que descienda abruptamente con la llegada del otoño. Aun no le hemos la noticia del casamiento a mi familia y no lo haremos hasta la cena especial que estoy preparando esta noche; algo que aun ni Azul sabe. La miro jugando en el mar con mis sobrinos y me es imposible pensar que será una gran madre; no veo la hora de que nazca nuestro hijo o hija, pero creo que falta demasiado para eso.—Hijo, ¿Te encuentras bien?— Me pregunta mi madre al ver que me he quedado hipnotizado mirándola a ella.&m
[AZUL]Salgo del baño con mi cabello mojado después de haberme duchado y sobre la cama hay un vestido que a la distancia se ve precioso «¿Qué estará planeando Santiago? ¿Por eso no quiso entrar a ducharse conmigo?» Me acerco más a la cama y todo el vestido para observarlo mejor. ¡Es precioso! Es de dos piezas color azul marino y con unos detalles en dorado que me encantan. Agradezco al cielo que aún no se note el embarazo, porque sino sería imposible poder usarlo. Vuelvo a colocar el vestido sobre la cama y me percato que hay un sobre con mi nombre. Bastante ansiosa lo abro y saco la pequeña tarjeta que hay dentro y la leo."Mi amor,Está noche quiero que sea una de las más especiales para ti. Elegí esté vestido para ti, ojalá y te guste.Te amoSantiago... tú Santiago"D
[SANTIAGO]Sus manos están en mi nuca, las mías están tomándola por la cintura mientras nuestros cuerpos se mueven al compás de la música que suena en el salón. Es claro que los murmuró acerca de esté repentino compromiso con una desconocida para la gente que me rodea siguen sin cesar, pero de verdad que no me importa nada más que ella y el hijo que estamos esperando.— Me encanta todo esto que has hecho... te amo. —Me susurra al oído.La manera en la cual ha pronunciado la palabra "te amo" hacen que todo cobre un sentido diferente. Repentinamente la gente a nuestro alrededor ha desaparecido y solo están estas ganas de besarla con todo mi amor. — Yo también te amo y no sabes cuanto... nunca creí que pudiera sentir todo esto.— Le digo mientras la miro a esos ojos que son el portal a su alma, esos que me han conquistado desde el minuto un
[SANTIAGO]Esta semana en Barcelona ha sido increíble, hemos vivido nuestro amor intensamente y a pesar de los muchos cuestionamientos de varias personas, hemos logrado llegar a un equilibrio para que todos estemos en paz. Los preparativos para la boda ya están en marcha mi madre y mi hermana junto a Azul están a cargo de contratar todos los servicios necesarios para la boda que será dentro de un mes, aunque Azul casi ni podrá encargarse de nada ya que estará demasiado ocupada organizando todo lo referente a la empresa.Julián, el chofer de Azul nos ayuda con las maletas y aquí estamos nuevamente en su mundo, uno un tanto desconocido para mi, pero que por ella quiero aprender.—¿Te sientes bien, mi amor? Ha sido un vuelo muy largo...— Le pregunto ya que la noto un poco pálida.— Si, solo necesito comer algo... creo que me ha bajado la presión.— M
[SANTIAGO]La siento apoyada sobre mi torso mientras dibuja figuras sobre mi piel con su dedo índice; de está manera abro mis ojos para encontrarme con los suyos azules que se han vuelto la luz de mi vida. Me lanza una sonrisa sugerente y se muy bien que es lo que me propone.— ¡Buenos días! — Le digo mientras que hago que su cuerpo quede debajo del mío y la besó entrelazando nuestras manos a cada lado de nuestros cuerpos.— ¡Bueno días amor!— Me saluda.Entre nosotros las palabras sobran en este momento porque nuestros cuerpos hablan por si solos, me necesita y yo a ella. Nuestras manos se deshacen de las pocas prendas que lleva puesto el otro y así quedamos de la manera que más nos gusta.— Te amo tanto...— Pronuncia a mi oído mientras que la hago mía.— Y yo a ti...— Susurro.Nos
[SANTIAGO]Esperarla a que termine de hablar con Pedro ha resultado más aburrido de lo que creía, pero según él antes de tomar una decisión definitiva en cuanto a la oferta que ella le hizo de que se hiciera cargo de la empresa, él necesitaba hablar a solas con Azul. Afortunadamente el café de la empresa hace más amena está espera y mientras tomo un exquisito café revisó mis redes sociales y correos electrónicos. La noticia de mi casamiento con ella no ha tardado nada en filtrarse en la noticias y asimismo los comentarios en mis redes sociales. Las repercusiones son variadas, mucha gente está feliz porque estoy feliz y otros cuantos están indignados o sorprendidos de que haya mantenido esta relación en secreto. Me limito a leer y mantenerme al margen de contestar mensajes hasta que de repente, la pantalla de mi móvil me notifica de un mensaje de mi prometida y
[SANTIAGO]Abro el sobre que me ha entregado bajo su atenta mirada y puedo sentir que no está cómoda con este asunto. Saco los papeles y detenidamente comienzo a leer. ——¿Un contrato prenupcial?— Pregunto mirándola.— Amor, de en serio que no es algo mío; estaba en el testamento de mi padre... Yo estoy dispuesta a firmar uno igual para ti, ya sabes división de bienes y todo eso— Dice bastante apenada.Sus palabras me toman por sorpresa «¿de verdad cree que necesito que firme un contrato prenupcial?» La amo y tengo muy en claro como es ella.— Tranquila, yo no necesito nada.— Le respondo sonriente. — Por lo que entiendo en estos documentos esto es algo que tu abuela y tu madre han firmado; al parecer es una exigencia de las juntas directivas desde los inicios de la formación de la empresa.— Le explicó.—