[SANTIAGO]
La desesperación me gana y si bien recién llego de Madrid antes de ir a mi casa decido ir al edificio donde Azul tiene su piso, hablare con Lucia quizás ella sepa algo de Azul. El portero, qué ya me conoce me deja pasar y de inmediato tomo el elevador y al llegar me paro frente a su portal. Golpeo y al abrirme ella se queda sorprendida.
— Santiago... Hola... ¿Qué haces aquí? — Me pregunta sorprendida.
— Hola Lucia, espero que no te moleste que esté aquí. Yo estoy bien... Pero necesito tu ayuda ¿y tú? — Hablo casi en un monologo.
— Yo bien, claro que no me molesta que estés aquí... ¿Como te puedo ayudar? — Me pregunta mientras me hace pasar a su casa.
— Verás... Quería saber si por casualidad sabías algo de Azul. — Le pregunto tímidamente.
Su rostro s
[SANTIAGO]Estoy acostado en la cama mirando al techo, pensando en que ella está en el cuarto de al lado y solo siento unas ganas inmensas de ir allí y hacerle el amor. La amo demasiado, pero ella no quiere mi cercanía. Al menos me ha perdonado, eso ya es bastante, pero si no puedo estar a su lado no sé si será suficiente para mi.Aún pienso en lo enorme que es este piso y en lo muy ostentoso que es, y me da miedo que está realidad sea la que le haya llevado a tomar la decisión de vivir aquí en Los Ángeles o si fue por mi culpa. Lo único que tengo en claro es que debo reconquistarla, no sé cómo lo haré, pero intentaré que me de una nueva oportunidad para demostrarle lo mucho que significa para mí.El viaje me ha agotado y poco a poco mis ojos se van cerrando haciendo que me olvide de todo por aunque sea unas horas.Al día siguiente&
[SANTIAGO]Estoy sentado en el sofá que hay en su enorme oficina mirándola como habla por teléfono y lo sexy que suena en inglés. Quisiera acercarme a ella, hacerle terminar la llamada y besarla hasta que perdamos el control, pero no puedo... Primero debemos conversar, aclarar las cosas y lograr que me de otra oportunidad. — ¿Quieres ir? — La escucho decir, pero no tengo ni idea de que habla, mi mente se ha ido a otro sitio.—Disculpa... ¿A dónde?—— ¿No me has escuchado? — Me pregunta algo molesta.— Perdóname... Me perdí en mis pensamientos y en lo sensual que te escuchas hablando inglés. — Le confieso con una media sonrisa y por fin logró robarle una sonrisa a ella.— Te decía que tengo una reunión en el café de la terraza del edificio. No será muy larga, después
[SANTIAGO]Estaciono el auto fuera de la casa y me quedo en completamente sorprendido al ver lo que ella llama casa en la playa — Es broma, ¿no?— Le pregunto señalando lo que es una especie de mansión con un diseño de cristal y madera.— Juro que es la primera vez que vengo. Solo me han dicho que mis padres venían mucho aquí y me han dado la clave para entrar.— Explica.— Después hablamos de esto... — Le digo mientras bajo del auto.Camino hacia el lado del pasajero y le abro la puerta.Ella toma mi mano, baja del auto también, y así caminamos hacia la entrada. Azul ingresa la clave en el panel de acceso y segundos después entramos a la casa. Los dos nos quedamos mirando hacia nuestro alrededor sorprendidos de lo que es este lugar — Definitivamente mi padre ha diseñado esto... — Comenta mientras camina p
[SANTIAGO]Estoy aquí en esta playa solitaria, la cual es parte de su casa con ella sentada entre mis piernas, estamos en absoluto silencio admirando la inmensidad de mar y solo escuchando nuestros suspiros. No puedo parar de pensar que en algunos meses un nuevo ser vendrá al mundo y que ese ser llevara mi sangre; claramente cambiara mi vida... mejor dicho, nuestras vidas para siempre, me es imposible no sentir miedo y felicidad al mismo tiempo «¿Estaré preparado para semejante responsabilidad?» Llevamos bastante tiempo así sin decir nada y el sol ya se está ocultando en el horizonte y por consecuencia la temperatura ha disminuido considerablemente.— ¿Cariño, porque no entramos? No
[SANTIAGO]Nos acomodamos en el sofá sentándonos frente a frente y yo sigo aquí nervioso esperando su respuesta, la más importante de mi vida. Tomo sus caderas , haciendo que se siente sobre mi mientras que con mis manos sujeto su cabeza y la acerco un poco más a mi cuerpo. Ella hace lo mismo conmigo y nuestras miradas intensamente se cruzan mientras que nos sonreímos uno al otro —¿Me dirás que sí?— Le pregunto plantándole un beso en la comisura de sus labios.— ¿En verdad te quieres casar conmigo?— Pregunta y luego se muerde el labio inferior, cosa que me vuelve loco por completo.— Claro que si mi vida...— Respondo muy seguro. — Es que creí que había sido una pregunta que no era en serio...— Me dice sonriente.—¿Porqué pensabas eso?— Inquiero mientras arqueo mis cejas y es que
[Santiago]Estoy caminando en este solitario pasillo esperando que me den noticias de Azul y de mi hijo, nunca he sentido tanta incertidumbre y ansiedad ¿porque tardarán tanto?Después de lo que me parece una eternidad finalmente un doctor sale preguntando por los familiares de Azul Bianchi y sin darle una oportunidad que pregunte nuevamente le respondo y me acerco rápido a él — Doctor, yo soy Santiago, el novio y el padre del bebé... ¿Qué es lo que tiene? — Pregunto desesperado.— Bueno he hablado con su doctor primario para que me enviarán sus últimos estudios y claramente su
[SANTIAGO]Al fin hemos regresado a su piso en Los Ángeles después de que le dieran de alta, son más de las 11PM y ambos estamos agotados. La ayudo a cambiarse y acostarse para que descanse como debe de ser. Me recuesto a su lado y la observo mientras que sus párpados se van cerrando lentamente. Al verla así tranquila y descansando hace que mi corazón finalmente sienta paz, cada vez que la veo me enamoro más; si es que esto es posible... Beso su mano, busco mi pijama el cual aún esta en la otra habitación y entro al baño a ducharme. El agua caliente recorre mi espalda relajando cada uno de mis músculos mientras mi mente viaja por los tantos recuerdos que tengo junto a ella... Nuestro primer beso, nuestra primera cita, nuestra primera noche juntos, aquel momento de angustia cuando la secuestraron, el momento que decidió venir aquí, mi error con Marina, su perdón, nuestra reconcili
[AZUL]Santiago ha insistido tanto que estamos entrando a una joyería, la verdad que se ha encaprichado en venir a esta joyería en específica y no tengo ni la más mínima idea del por qué. Sonriente él me abre la puerta del lugar y al entrar no puedo creer lo que estoy viendo; él suelo está lleno de pétalos de rosas y todos los mostradores tienen velas, es precioso. Santiago toma mi mano y me guía hasta el mostrador qué se encuentra al final de este local, somos los únicos a excepción de las empleadas, quienes miran a mi novio de una manera que me hacer sentir celosa, pero que al mismo tiempo me hacer reír. Al llegar al fondo, él asiente con su cabeza como si estuviese dando una orden y segundos después una mujer aparece con una caja bastante grande color roja con un moño del mismo color.— ¿y esto?— Pregunto sorprendida